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Catecismo Romano - amor de la verdad

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[79] c) Este Sacrificio <strong>de</strong> <strong>la</strong> Misa aprovecha, no sólo al que lo celebra, sino a todos los vivos, y también<br />

a todos los difuntos, esto es, a aquellos que, habiendo muerto en el Señor, aún no se han purificado<br />

enteramente <strong>de</strong> sus pecados.<br />

[80] d) Por estos motivos, se ve c<strong>la</strong>ramente que <strong>la</strong> Misa es un acto público y no privado, ya que se<br />

celebra en bien y provecho general <strong>de</strong> todos los fieles.<br />

[81] 6º Ceremonias <strong>de</strong> este Sacrificio. — Tiene este Sacrificio muchas y muy hermosas<br />

ceremonias, <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cuales ninguna se <strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rar superflua ni inútil, puesto que todas tienen por objeto<br />

hacer bril<strong>la</strong>r más <strong>la</strong> majestad <strong>de</strong> tan sublime Sacrificio, y excitar a los fieles a <strong>la</strong> contemp<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> los misterios<br />

que en él se encierran.<br />

CAPITULO IV<br />

DEL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA<br />

I. Con cuánta reverencia <strong>de</strong>ben los fieles tratar este Sacramento, y con cuánta diligencia <strong>de</strong>ben<br />

explicarlo los Pastores.<br />

393. Así como entre todos los sagrados misterios que como instrumentos ciertísimos <strong>de</strong> <strong>la</strong> divina gracia<br />

instituyó nuestro Señor y Salvador, ninguno hay que se pueda comparar con el Santísimo Sacramento <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

Euearitía, así tampoco hay que temer <strong>de</strong> Dios castigo más severo por alguna maldad, como <strong>de</strong> que no se trate<br />

por los fieles santa y religiosamente un sacramento lleno <strong>de</strong> toda santidad, o más bien que contiene en sí al<br />

mismo Autor y fuente <strong>de</strong> <strong>la</strong> santidad. Con gran perspicacia advirtió esto el Apóstol, y nos lo previene con igual '<br />

c<strong>la</strong>ridad. Porque habiendo <strong>de</strong>c<strong>la</strong>rado <strong>de</strong> cuán grave maldad se hacían reos los que no discernían el Cuerpo <strong>de</strong>l<br />

Señor, aña<strong>de</strong> al punto: “De aquí es que hay entre vosotros muchos enfermos y sin fuerzas, y muchos que<br />

mueren”. 668 Pues para que el pueblo fiel, habiendo entendido los honores divinos que <strong>de</strong>ben tributarse a este<br />

Sacramento, consiga frutos abundantes <strong>de</strong> gracia, y no incurra en <strong>la</strong> ira justísima <strong>de</strong> Dios, expondrán los<br />

Pastores con suma diligencia todo aquello que parezca pueda ilustrar más <strong>la</strong> majestad <strong>de</strong> este Sacramento.<br />

II. Por qué y cuándo fue instituido este Sacramento <strong>de</strong> <strong>la</strong> Eucaristía.<br />

394. Pues en este punto, a fin <strong>de</strong> seguir el or<strong>de</strong>n que guardó el Apóstol 669 diciendo a los <strong>de</strong> Corinto que<br />

les había enseñado <strong>la</strong> que él había aprendido <strong>de</strong>l Señor, será necesario explicar primeramente a los fieles <strong>la</strong><br />

institución <strong>de</strong> este Sacramento, <strong>la</strong> cual, según c<strong>la</strong>ramente se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Evangelista, se obró <strong>de</strong> esta manera:<br />

“Como hubiese amado a los suyos, los amó hasta el fin”. 670 Y para <strong>de</strong>jarnos alguna prenda divina y admirable<br />

<strong>de</strong> este <strong>amor</strong>, sabiendo que era llegada <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> pasar <strong>de</strong> este mundo al Padre, a fin <strong>de</strong> no ausentarse jamás<br />

<strong>de</strong> los suyos, realizó por un modo inexplicable lo que sobrepuja todo el or<strong>de</strong>n y condición <strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza 671 .<br />

Porque habiendo celebrado con sus discípulos <strong>la</strong> cena <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro pascual (para que a <strong>la</strong> figura sucediese <strong>la</strong><br />

<strong>verdad</strong>, y a <strong>la</strong> sombra el cuerpo): ―Tomó el pan, y dando gracias a Dios, lo bendijo, partió y dió a sus<br />

discípulos diciendo: Tomad y comed; este es mi Cuerpo que por vosotros será entregado. Haced esto en<br />

668 “I<strong>de</strong>o inter vos multi inf<strong>la</strong>d, et imbecilles, et dormiunt multi.” I, Corint., XI, 30.<br />

669 ―Porque yo aprendí <strong>de</strong>l Señor lo que también os tengo enseñado y es que el Señor Jesús <strong>la</strong> noche misma en que había<br />

<strong>de</strong> ser traidoramente entregado tomó el pan, etc.‖ I, Corint., XI, 23.<br />

670 “Cum Jesus dilexisset suos, in finem dilexit eos.” Joan., XIII, 1.<br />

671 He aquí cómo explica el Concilio Tri<strong>de</strong>ntino el fin <strong>de</strong> <strong>la</strong> institución <strong>de</strong> <strong>la</strong> Eucaristía: "Estando nuestro Salvador para<br />

partirse <strong>de</strong> este mundo a su Padre, instituyó este Sacramento, en el cual como que <strong>de</strong>rramó <strong>la</strong>s riquezas <strong>de</strong> su divino <strong>amor</strong><br />

para con los hombres, <strong>de</strong>jándonos un monumento <strong>de</strong> sus maravil<strong>la</strong>s, y mandándonos que al recibirle recordásemos con<br />

veneración su memoria, y anunciásemos su muerte hasta tanto que él mismo 'vuelva a juzgar al mundo. Quiso a<strong>de</strong>más que<br />

se recibiese este Sacramento como un manjar espiritual <strong>de</strong> <strong>la</strong>s almas, con el que se alimenten y conforten los que viven por<br />

<strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l mismo Jesucristo, que dijo: Quien me come, vivirá por mí; y como un antídoto con que nos librásemos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

culpas veniales, y nos preservemos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mortales. Quiso también que fuese este Sacramento una prenda <strong>de</strong> nuestra<br />

futura gloria y perpetua felicidad, y consiguientemente un símbolo o significación <strong>de</strong> aquel único cuerpo, cuya cabeza es él<br />

mismo, y al que quiso estuviésemos unidos estrechamente como miembros, por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> segurísima unión <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe, <strong>la</strong><br />

esperanza y <strong>la</strong> caridad, para que todos confesásemos una misma cosa, y no hubiese cismas entre nosotros". Cap. II, ses.<br />

XIII <strong>de</strong> Eucharist. Conc. Tri<strong>de</strong>nt. Celebrada en el día 11 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1551.<br />

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