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Catecismo Romano - amor de la verdad

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IV. En qué sentido se toma aquí esta pa<strong>la</strong>bra Amen; y por qué en <strong>la</strong> Misa se reserva para el Sacerdote.<br />

1255. Muchas, como semil<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong>s razones y consi<strong>de</strong>raciones que hemos propuesto, están encerradas<br />

en <strong>la</strong> última pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> esta oración divina Amén. Esta voz hebrea fué muy repetida por nuestro Salvador, y el<br />

Espíritu Santo quiso que se conservase en <strong>la</strong> Iglesia <strong>de</strong> Dios. El<strong>la</strong> en suma viene a <strong>de</strong>cir: “Ten entendido que<br />

han sido oídas tus oraciones”. Porque es como una respuesta <strong>de</strong> Dios que <strong>de</strong>spi<strong>de</strong> con agrado al que ya con sus<br />

oraciones ha conseguido lo que pretendía. Este sentido está comprobado por <strong>la</strong> perpetua costumbre <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

Iglesia <strong>de</strong> Dios, <strong>la</strong> cual no quiso que cuando se pronuncia el Pater noster en el sacrificio <strong>de</strong> <strong>la</strong> Misa, dijesen <strong>la</strong><br />

voz Amen, los Ministros que respon<strong>de</strong>n Mas líbranos <strong>de</strong> mal, sino que <strong>la</strong> reservó como propia para el mismo<br />

Sacerdote, quien como medianero entre Dios y los hombres, respon<strong>de</strong> al pueblo, que ha obtenido lo que pedía a<br />

Dios.<br />

V. Por qué sólo en <strong>la</strong> Misa respon<strong>de</strong> Amén el Sacerdote.<br />

1256. No es este rito común <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s oraciones, sino propio <strong>de</strong> <strong>la</strong> oración <strong>de</strong>l Señor. Porque en <strong>la</strong>s<br />

<strong>de</strong>más oraciones es acción <strong>de</strong> los ministros respon<strong>de</strong>r Amen, por cuanto en esas sólo significa esa voz el<br />

consentimiento y <strong>de</strong>seo nuestro. Pero en esta es respuesta <strong>de</strong> Dios, quien se ha dignado conce<strong>de</strong>r lo que se<br />

pedía.<br />

VI. Varias exposiciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> voz Amen.<br />

1257. De varios modos han interpretado muchos <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra Amén. Los setenta intérpretes entendieron<br />

Váyase. Otros lo mismo que verda<strong>de</strong>ramente. Aquílo dijo que fielmente. Pero poco importa que se explique <strong>de</strong><br />

uno o <strong>de</strong> otro modo, con tal que entendamos que encierra <strong>la</strong> virtud que ya dijimos, <strong>de</strong> ser respuesta <strong>de</strong>l<br />

Sacerdote, el cual afirma haberse conseguido lo que se pedía. En este sentido <strong>la</strong> entien<strong>de</strong> el Apóstol, cuando<br />

dice en <strong>la</strong> Epísto<strong>la</strong> a los <strong>de</strong> Corintos: “Porque todas <strong>la</strong>s promesas <strong>de</strong> Dios se han verificado en Cristo, Y así por<br />

él mismo <strong>de</strong>cimos amen a Dios para gloria nuestra” 1846 . Es también esta voz propia para nosotros, por ser<br />

como confirmación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s peticiones que acabamos <strong>de</strong> hacer, y para <strong>de</strong>spertar <strong>la</strong> atención <strong>de</strong> los que oran.<br />

Porque muchas veces suce<strong>de</strong> que distraídos los hombres en <strong>la</strong> oración, se ocupan en varios pensamientos <strong>de</strong><br />

diferentes cosas; mas con esta voz pedimos con gran fervor que se haga todo, esto es, que se conceda cuanto<br />

hemos pedido; o más bien entendiendo que ya lo hemos alcanzado, y sintiendo presente <strong>la</strong> virtud <strong>de</strong>l auxilio <strong>de</strong><br />

Dios, <strong>de</strong>cimos juntamente con el Profeta: “He aquí Dios me ayuda, y el Señor es quien se encarga <strong>de</strong> mi<br />

alma” 1847 . Y no tenemos por qué dudar <strong>de</strong> que se mueva Dios, así por el nombre <strong>de</strong> su divino Hijo, como por <strong>la</strong><br />

pa<strong>la</strong>bra, que con tanta frecuencia repitió, el que, como dice el Apóstol: ―Siempre fue oído por su reverencia 1848 .<br />

1846 “Quotquot enim promissiones Dei sunt, in illo est: i<strong>de</strong>o et per ipsum Amen Deo ad gloriam nostram”. II, Cor., I, 20.<br />

1847 “Ecce enim Deus adtuvat me, et Dominus susceptor est anima mece”. Psalm., Lili, 6.<br />

1848 “Eacmditus est pro sua reverentia”. Hebr., V, 7.<br />

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