14.04.2013 Views

Catecismo Romano - amor de la verdad

Catecismo Romano - amor de la verdad

Catecismo Romano - amor de la verdad

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

XVI. Con qué pruebas seña<strong>la</strong>damente se ha <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar <strong>la</strong> invocación <strong>de</strong> los Santos.<br />

739 bis. A fin <strong>de</strong> que el Párroco que<strong>de</strong> más instruido para refutar a los que contradicen a esta <strong>verdad</strong>, lea<br />

seña<strong>la</strong>damente a los Santos Jerónimo contra Vigi<strong>la</strong>ndo y al Damasceno. A cuyas razones se junta <strong>la</strong> principal,<br />

que es <strong>la</strong> costumbre recibida <strong>de</strong> los Apóstoles, y perpetuamente retenida y conservada en <strong>la</strong> Iglesia <strong>de</strong> Dios. Y<br />

¿qué otra prueba se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sear más firme o más c<strong>la</strong>ra que el testimonio <strong>de</strong> <strong>la</strong> divina Escritura, <strong>la</strong> cual celebra<br />

maravillosamente <strong>la</strong>s a<strong>la</strong>banzas <strong>de</strong> los Santos? Porque hay elogios divinos <strong>de</strong> algunos Santos, cuyos loores<br />

siendo ap<strong>la</strong>udidos por <strong>la</strong>s sagradas Letras, ¿por qué los hombres no <strong>de</strong>berán tratarlos con singu<strong>la</strong>r honor?<br />

Aunque también <strong>de</strong>ben ser venerados e invocados, porque están continuamente rogando a Dios por <strong>la</strong> salud <strong>de</strong><br />

los hombres, y por sus méritos y valimiento nos hace su Majestad muchos beneficios. Porque si hay gozo en el<br />

cielo cuando un pecador hace penitencia, ¿por ventura no ayudarán a los penitentes aquellos ciudadanos<br />

celestiales? Y si los invocamos nosotros, ¿no nos alcanzarán el perdón <strong>de</strong> los pecados, obteniéndonos también<br />

<strong>la</strong> gracia <strong>de</strong> Dios?<br />

XVII. Esta invocación <strong>de</strong> los Santos no significa falta <strong>de</strong> confianza en el auxilio <strong>de</strong> Dios.<br />

740. Y si se dijere, como lo dicen algunos, que el patrocinio <strong>de</strong> los Santos es superfluo, porque Dios sin<br />

intérprete alguno acu<strong>de</strong> a nuestras súplicas, estos asertos <strong>de</strong> los impíos se refutan fácilmente con el siguiente<br />

testimonio <strong>de</strong> San Agustín: “No conce<strong>de</strong> Dios muchas cosas sin el favor y oficio <strong>de</strong> algún medianero e<br />

sagrados reciben <strong>de</strong> los fieles, y que son inútiles <strong>la</strong>s frecuentes visitas a <strong>la</strong>s capil<strong>la</strong>s <strong>de</strong>dicadas a los santos con el fin <strong>de</strong><br />

alcanzar su socorro.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esto, <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ra que se <strong>de</strong>ben tener y conservar, principalmente en los templos <strong>la</strong>s imágenes <strong>de</strong> Cristo, <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

Virgen Madre <strong>de</strong> Dios, y <strong>de</strong> otros santos, y que se <strong>de</strong>be dar el correspondiente honor y veneración, no porque se crea que<br />

hay en el<strong>la</strong>s divinidad o virtud alguna por <strong>la</strong> que merezcan el culto o que se les <strong>de</strong>ba pedir alguna cosa, o que se haya <strong>de</strong><br />

poner <strong>la</strong> confianza en <strong>la</strong>s imágenes, como hacían en otro tiempo los gentiles, los cuales colocaban su esperanza en los<br />

ídolos; sino porque el honor que se da a <strong>la</strong>s imágenes se refiere a los originales representados en el<strong>la</strong>s, <strong>de</strong> suerte que<br />

adoremos a Cristo por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong>s imágenes que besamos, y en cuya presencia nos <strong>de</strong>scubrimos y arrodil<strong>la</strong>mos, y<br />

veneremos a los santos cuya semejanza tienen.<br />

Todo esto se hal<strong>la</strong> establecido en los <strong>de</strong>cretos <strong>de</strong> los concilios, y en especial en los <strong>de</strong>l segundo Niceno contra los<br />

impugnadores <strong>de</strong> <strong>la</strong>s imágenes.<br />

Enseñen con esmero los obispos que por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong>s historias <strong>de</strong> nuestra re<strong>de</strong>nción, expresadas en pinturas y otras<br />

copias, se instruye y confirma el pueblo recordándole los ículos <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe y moviéndole a su constante veneración. A<strong>de</strong>más,<br />

que se saca mucho fruto <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s sagradas Imágenes, no sólo porque recuerdan al pueblo los beneficios y dones que<br />

Cristo les ha concedido, sino también porque se exponen a los ojos <strong>de</strong> los fieles los saludables ejemplos <strong>de</strong> los santos, y los<br />

mi<strong>la</strong>gros que Dios ha obrado por ellos, con el fin <strong>de</strong> que <strong>de</strong>n gracias a Dios por ellos, y or<strong>de</strong>nen su vida y costumbres<br />

conforme los ejemplos <strong>de</strong> los mismos santos, así como para que se muevan a <strong>la</strong> adoración y <strong>amor</strong> <strong>de</strong> Dios y practiquen <strong>la</strong><br />

piedad. Si alguno enseñare o sintiere lo contrario a estos <strong>de</strong>cretos, sea excomulgado.<br />

Mas si se hubieren introducido algunos abusos en estas santas y saludables prácticas, <strong>de</strong>sea ardientemente el santo<br />

Concilio que se exterminen <strong>de</strong> todo punto, <strong>de</strong> suerte que no se coloquen imágenes algunas <strong>de</strong> falsos dogmas, ni que <strong>de</strong>n<br />

ocasión a los rudos <strong>de</strong> peligrosos errores. T si aconteciere que se expresen y figuren en alguna ocasión historias y<br />

narraciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> Sagrada Escritura, por ser estas convenientes a <strong>la</strong> instrucción <strong>de</strong> <strong>la</strong> plebe ignorante, enséñese al pueblo<br />

que esto no es copiar <strong>la</strong> divinidad, como si fuera posible que se viese ésta con ojos corporales, o pudiese expresarse con<br />

colores o figuras.<br />

Destiérrese absolutamente toda superstición en <strong>la</strong> invocación <strong>de</strong> los santos, en <strong>la</strong> veneración <strong>de</strong> <strong>la</strong>s reliquias, y en el<br />

sagrado uso <strong>de</strong> <strong>la</strong>s imágenes; elimínese toda sórdida ganancia, evítese en fin toda torpeza, <strong>de</strong> suerte que no pinten ni<br />

adornen <strong>la</strong>s imágenes con hermosura escandalosa; ni abusen tampoco los hombres <strong>de</strong> <strong>la</strong>s fiestas <strong>de</strong> los santos, ni <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

visita <strong>de</strong> <strong>la</strong>s reliquias para tener comilonas ni embriagueces, como si el lujo y <strong>la</strong>scivia fuese el culto con que <strong>de</strong>ban<br />

celebrarse los días <strong>de</strong> fiesta en honor <strong>de</strong> los santos. Finalmente pongan los obispos tanto cuidado y diligencia en este<br />

punto, que nada se vea <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nado, o puesto fuera <strong>de</strong> su lugar y tumultuosamente, nada profano y nada <strong>de</strong>shonesto,<br />

pues es tan propia <strong>de</strong> <strong>la</strong> casa <strong>de</strong> Dios <strong>la</strong> santidad.<br />

Y para que se cump<strong>la</strong>n con mayor exactitud estas <strong>de</strong>terminaciones, establece el santo Concilio que a nadie sea lícito<br />

poner ni procurar se ponga ninguna imagen <strong>de</strong>susada y nueva en lugar ninguno, ni Iglesia, aunque sea <strong>de</strong> cualquier<br />

modo exento, a no tener <strong>la</strong> aprobación <strong>de</strong>l Obispo. Tampoco se han <strong>de</strong> admitir nuevos mi<strong>la</strong>gros, ni adoptar nuevas<br />

reliquias, si no fueren reconocidas y aprobadas por el mismo Obispo. Y éste luego que se certifique en algún punto<br />

perteneciente a el<strong>la</strong>s, consulte algunos teólogos y otras personas piadosas, y haga lo que juzgare convenir a <strong>la</strong> <strong>verdad</strong> y<br />

piedad. En caso que hubiere <strong>de</strong> extirparse algún abuso, que sea dudoso o <strong>de</strong> difícil resolución, o absolutamente ocurra<br />

alguna grave dificultad sobre estas materias, aguar<strong>de</strong> el Obispo antes <strong>de</strong> resolver <strong>la</strong> controversia, <strong>la</strong> sentencia <strong>de</strong>l<br />

Metropolitano y <strong>de</strong> los obispos comprovinciales en concilio provincial, <strong>de</strong> modo, no obstante, que no se <strong>de</strong>crete ninguna<br />

cosa nueva o no usada en <strong>la</strong> Iglesia hasta el presente, sin consultar al <strong>Romano</strong> Pontífice.‖ De invoeatione, veneratione, et<br />

reliquiis Sanctorum, et sacris imaginibus. Ses. XXV.Conc. Tri<strong>de</strong>nt.<br />

320

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!