14.04.2013 Views

Catecismo Romano - amor de la verdad

Catecismo Romano - amor de la verdad

Catecismo Romano - amor de la verdad

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

IV. La Provi<strong>de</strong>ncia divina encomendó a los Ángeles el cuidado <strong>de</strong> los hombres.<br />

1085. Por provi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Dios 1512 está dado a los Ángeles el cargo <strong>de</strong> guardar al linaje humano, y <strong>de</strong><br />

estar prontos a socorrer a cada uno <strong>de</strong> los hombres para que no reciban ningún daño grave. Porque así como<br />

los Padres cuando sus hijos tienen que pasar por algún camino arriesgado y peligroso les ponen guardas para<br />

que les <strong>de</strong>fiendan y ayu<strong>de</strong>n en los peligros, así el Padre celestial en este camino que llevamos para <strong>la</strong> patria <strong>de</strong>l<br />

cielo, <strong>de</strong>stinó a cada uno <strong>de</strong> nosotros Ángeles, con cuya protección y diligencia nos librásemos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

asechanzas y <strong>la</strong>zos <strong>de</strong> los enemigos, rechazásemos <strong>la</strong>s horribles acometidas que hacen contra nosotros, y<br />

siguiésemos con tan buenos guías el camino recto, sin que engaño alguno, armado por <strong>la</strong> fa<strong>la</strong>cia <strong>de</strong>l enemigo<br />

pudiese extraviarnos <strong>de</strong>l camino que conduce al cielo.<br />

V. Argumentos que <strong>de</strong>muestran <strong>la</strong> gran utilidad proveniente <strong>de</strong> los Ángeles custodios.<br />

1086. De cuán gran<strong>de</strong> utilidad es este cuidado y provi<strong>de</strong>ncia singu<strong>la</strong>r <strong>de</strong> Dios para con los hombres,<br />

cuyo cargo y administración se encomendó a los Ángeles, que son quienes por su naturaleza median entre Dios<br />

y los hombres, se nos manifiesta por los ejemplos que ofrecen frecuentemente <strong>la</strong>s divinas Letras. Estas nos<br />

aseguran que muchas veces los Ángeles movidos por <strong>la</strong> bondad <strong>de</strong> Dios, realizaron gran<strong>de</strong>s maravil<strong>la</strong>s en<br />

presencia <strong>de</strong> los hombres, por <strong>la</strong>s cuales po<strong>de</strong>mos llegar a conocer otras innumerables e invisibles que para<br />

nuestro bien y salvación obran los Ángeles <strong>de</strong> nuestra guarda. El Ángel San Rafael, seña<strong>la</strong>do por Dios a<br />

Tobías 1513 por compañero y guía <strong>de</strong> su jornada, le llevó, y le volvió sano y bueno. Le favoreció para que no fuera<br />

1512 ―El Ángel que me ha librado <strong>de</strong> todos los males, bendiga estos niños; y sea sobre ellos invocado mi nombre, como<br />

también los nombres <strong>de</strong> mis padres Abraham, e Isaac.‖ Genes., XLVIII, 16.<br />

―Tomando <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra Tobías, dijo: Id en buena hora, y Dios os asista en vuestro viaje, y su Ángel os acompañe.‖ Tob., V, 21.<br />

―El Señor mandó a sus ángeles que cuidasen <strong>de</strong> ti: los cuales te guardarán en cuantos pasos dieres.‖ Psalm XC, 11.<br />

―Mirad que no <strong>de</strong>spreciéis a alguno <strong>de</strong> estos pequeñitos: porque os hago saber que sus ángeles <strong>de</strong> guarda en los cielos<br />

están siempre viendo <strong>la</strong> cara <strong>de</strong> mi Padre celestial.‖ Matth., XVIII, 10.<br />

―¿Por ventura no son todos ellos, los Ángeles, unos espíritus que hacen el oficio <strong>de</strong> servidores o ministros enviados <strong>de</strong><br />

Dios, para ejercer su ministerio en favor <strong>de</strong> aquellos que <strong>de</strong>ben ser los here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> <strong>la</strong> salud?‖ Hebr., I, 14.<br />

―También nos enseña <strong>la</strong> predicación eclesiástica, que hay algunos ángeles <strong>de</strong> Dios y virtu<strong>de</strong>s buenas, que le sirven para <strong>la</strong><br />

consumación <strong>de</strong> <strong>la</strong> salvación <strong>de</strong> los hombres.‖ Ex Origine., I, Proef., 10.<br />

―Si tuviéremos buenos pensamientos en nuestro corazón, y <strong>la</strong> justicia apareciere en nuestro ánimo, no hay duda que nos<br />

hab<strong>la</strong>n los ángeles <strong>de</strong>l Señor.‖ Ex eo<strong>de</strong>m. In Luc. hom.<br />

―Tiene cada uno <strong>de</strong> nosotros, aun los más pequeños que están en <strong>la</strong> Iglesia <strong>de</strong> Dios, un ángel bueno, el ángel <strong>de</strong>l Señor, el<br />

cual nos rige, mueve y gobierna, el cual para corregir nuestros actos y para suplicar misericordia, cada día vea el rostro <strong>de</strong>l<br />

Padre celestial.‖ Ex Co<strong>de</strong>m. hom. 20 in Num. ―Que cada uno <strong>de</strong> los fieles tenga un ángel bueno como pedagogo y pastor<br />

que gobierne <strong>la</strong> vida, nadie lo dudará si se acuerda <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong>l Señor que dice: ―No <strong>de</strong>spreciéis uno <strong>de</strong> estos<br />

pequeñitos, porque sus ángeles siempre ven el rostro <strong>de</strong> mi Padre que está en leí cielos.‖ (Matth., XVIII, 10); y el Salmista<br />

dice: ―El Ángel <strong>de</strong>l Señor asistirá alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> los que le temen, y los librará <strong>de</strong> mal.‖ (Psalm XXXIII, 8); y el Ángel que me<br />

libró <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi juventud (Genes., 48, 16), y otros testimonios semejantes.‖ Ex S. Basilio c. Eunom. n. 1, ―Gran<strong>de</strong> dignidad <strong>la</strong><br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong>s almas que cada una tenga <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su nacimiento un ángel <strong>de</strong>stinado para su guarda.‖ Ex S. Hyeronymo. In ev. Matth.<br />

com. n. 10. ―Esto nos enseña que cada uno <strong>de</strong> los ángeles tiene el cuidado <strong>de</strong> nosotros, para guardarnos y <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s perversas asechanzas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio.‖ Ex Theodoreto. In Dan.10, 13.<br />

―Que todos los hombres tengan ángeles, se <strong>de</strong>muestra por lo que dice el Señor en el Evangelio: En <strong>verdad</strong> os digo, que sus<br />

ángeles siempre ven <strong>la</strong> cara <strong>de</strong> mi Padre que está en los cielos. Por lo cual cuando Pedro l<strong>la</strong>maba a <strong>la</strong> puerta, según se dice<br />

en los Hechos <strong>de</strong> los Apóstoles, dijeron los Apóstoles que estaban <strong>de</strong>ntro: “No es Pedro, sino su ángel.” Ex S. Isidoro, 1. 1,<br />

sentenc. c. 10.<br />

1513 ―Saliendo, pues, Tobías <strong>de</strong> casa, encontró un gal<strong>la</strong>rdo joven, que estaba ya con el vestido ceñido, y como a punto <strong>de</strong><br />

viajar. Y sin saber que era un Ángel <strong>de</strong> Dios, le saludó, y dijo: ¿De dón<strong>de</strong> eres, buen mancebo? A lo que respondió: De los<br />

hijos <strong>de</strong> Israel. Le replicó Tobías: ¿Sabes el camino que va al país <strong>de</strong> los medos? Sí que le sé, respondió, y muchas veces he<br />

andado todos aquellos caminos, y heme hospedado en casa <strong>de</strong> Gabelo, nuestro hermano, que mora en Ragés, ciudad <strong>de</strong> los<br />

medos, situada en <strong>la</strong>s montanas <strong>de</strong> Eebatana. Díjole Tobías: Aguárdame, te ruego, mientras doy aviso <strong>de</strong> todo esto a mi<br />

padre. Entró, pues, Tobías en casa, y contóselo todo a su padre.<br />

De lo cual admirado el padre, envió a rogarle que entrase en su casa. Entrado que hubo, saludó a Tobías, diciendo: Sea<br />

siempre contigo <strong>la</strong> alegría. Respondió Tobías: ¿Qué alegría puedo yo tener viviendo en tinieb<strong>la</strong>s y sin ver <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l cielo?<br />

Replicó el joven: Buen ánimo, que no tardará Dios en curarte. Díjole entonces Tobías: ¿Podrás acaso llevar a mi hijo en<br />

casa <strong>de</strong> Gabelo en Ragés, ciudad <strong>de</strong> los medos? Yo te pagaré tu sa<strong>la</strong>rio a <strong>la</strong> vuelta. Respondió el Ángel: Yo le llevaré, y te le<br />

volveré a traer acá. Replícale Tobías: Dime, te ruego, ¿<strong>de</strong> qué familia y tribu eres tú?<br />

Y díjole el Ángel Rafael: ¿Buscas tú el linaje <strong>de</strong>l jornalero, o <strong>la</strong> persona <strong>de</strong>l jornalero que vaya con tu hijo? Más por no<br />

ponerte en cuidado, yo soy Azarias, hijo <strong>de</strong> Ananías el gran<strong>de</strong>. Respondió Tobías: Tú eres <strong>de</strong> una gran familia. Ruégote que<br />

no te ofendas <strong>de</strong> que haya querido saber tu linaje. Díjole el Ángel: Yo llevaré sano a tu hijo, y sano te le restituiré. Y to-<br />

435

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!