Catecismo Romano - amor de la verdad
Catecismo Romano - amor de la verdad
Catecismo Romano - amor de la verdad
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
dice que es imposible al hombre amar ¿amar, repito, a su Creador liberalísimo y amantísimo Padre, y luego<br />
amar también su misma, carne en los hermanos? Pues el que ama cumplió <strong>la</strong> ley‖. Por esto afirma c<strong>la</strong>ramente<br />
el Apóstol San Juan 1002 , que los preceptos <strong>de</strong> Dios no son pesados. Según San Bernardo nada pudo pedirse al<br />
hombre, ni más justa, ni más digna ni más provechosa para él. Por esta razón maravil<strong>la</strong>do San Agustín <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
suma benignidad <strong>de</strong> Dios, hab<strong>la</strong> con su Majestad <strong>de</strong> este modo: ―¿Qué es el hombre, Señor, para que tu <strong>de</strong>sees<br />
ser amado por él, y si no lo hace, le amenaza con gravísimas penas? ¿No es harta pena el que yo no te ame?‖<br />
719. Y si alguno se excusa con que <strong>la</strong> corrupción <strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza le impi<strong>de</strong> amar a Dios, se ha <strong>de</strong> enseñar<br />
que Dios que or<strong>de</strong>na el <strong>amor</strong> 1003 , le infun<strong>de</strong> en nuestros corazones por su divino Espíritu, y que el Padre<br />
celestial da este su Espíritu bueno a los que se le pi<strong>de</strong>n 1004 , <strong>de</strong> manera que con razón oraba así San Agustín:<br />
―Da, Señor, lo que mandas, y manda lo que quieras‖. Y como este auxilio <strong>de</strong> Dios le tenemos pronto,<br />
mayormente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte <strong>de</strong> Cristo Señor nuestro, por <strong>la</strong> cual el Príncipe 1005 <strong>de</strong> este mundo fué echado<br />
fuera, ninguno tiene por qué acobardarse atemorizado por <strong>la</strong> dificultad, supuesto que todo es fácil al que ama.<br />
VIII. Todos los hombres están obligados a, guardar <strong>la</strong> ley.<br />
720. Sobre todo lo dicho aprovechará muchísimo para persuadir esta <strong>verdad</strong>, explicar que es<br />
indispensable obe<strong>de</strong>cer a <strong>la</strong> ley. Esto es más necesario en nuestros tiempos en los cuales no faltan hombres que<br />
impíamente y con gran daño suyo no se avergüenzan <strong>de</strong> afirmar que, ya sea fácil, ya difícil <strong>la</strong> ley, en manera<br />
alguna es necesario para <strong>la</strong> salud. El Párroco refutará esta malvada y pérfida sentencia con testimonios <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
Sagrada Escritura, y seña<strong>la</strong>damente <strong>de</strong>l Apóstol, con cuya autoridad preten<strong>de</strong>n ellos <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r su error. ¿Qué<br />
dice, pues, el Apóstol? 1006 ―Que el prepucio nada es, y <strong>la</strong> circuncisión nada es, sino <strong>la</strong> observancia <strong>de</strong> los<br />
mandamientos <strong>de</strong> Dios‖. Y cuando en otra parte repite <strong>la</strong> misma sentencia, y dice: ―Que en Cristo sólo vale <strong>la</strong><br />
nueva criatura‖, c<strong>la</strong>ramente enten<strong>de</strong>mos que l<strong>la</strong>ma nueva criatura en Cristo, al que guarda los mandamientos<br />
<strong>de</strong> Dios. ―Porque aquel ama, a Dios, que tiene y guarda, sus mandamientos.‖ 1007 Y el mismo Señor dice por San<br />
Juan: ―Si alguno me ama, guardará mi ley‖ 1008 . Pues aunque pue<strong>de</strong> el hombre ser justificado y pasar <strong>de</strong>l pecado<br />
a <strong>la</strong> gracia antes <strong>de</strong> cumplir con acciones externas cada uno <strong>de</strong> los mandamientos <strong>de</strong> <strong>la</strong> ley, con todo es<br />
imposible se consiga <strong>la</strong> gracia <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber llegado al uso <strong>de</strong> razón, no teniendo dispuesta <strong>la</strong> voluntad para<br />
guardar todos los mandamientos <strong>de</strong> Dios.<br />
IX. Frutos que consiguen los que guardan <strong>la</strong> ley <strong>de</strong> Dios.<br />
721. Últimamente para que nada omita el Párroco a fin <strong>de</strong> mover a los fieles a <strong>la</strong> observancia <strong>de</strong> <strong>la</strong> ley,<br />
mostrará cuan copiosos y cuan suaves son sus frutos, lo cual fácilmente podrá <strong>de</strong>mostrar 1009 con lo que está<br />
escrito en el Salmo 18. Porque allí se celebran <strong>la</strong>s a<strong>la</strong>banzas <strong>de</strong> <strong>la</strong> ley <strong>de</strong> Dios, entre <strong>la</strong>s cuales ésta es <strong>la</strong> mayor y<br />
el mismo apóstol a los justificados, diciendo: “¿Ignoráis que los que corren en el circo, aunque todos corren, uno solo es<br />
el que recibe el premio . Corred, pues, <strong>de</strong> modo que lo alcancéis. Yo en efecto corro, no como a objeto incierto, y peleo, no<br />
como quien <strong>de</strong>scarga golpes en el aire, sino mortifico mi cuerpo y le sujeto, no sea que predicando a los otros, yo me<br />
con<strong>de</strong>ne.” A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esto, el Príncipe <strong>de</strong> los Apóstoles San Pedro dice: ―Esforzaos para asegurar con vuestras buenas<br />
obras vuestra vocación, pues procediendo asi, nunca pecaréis.‖ Cap. XI, <strong>de</strong> <strong>la</strong> sesión VI, <strong>de</strong>l Conc. Tri<strong>de</strong>nt.<br />
“Si alguno dijere, que es imposible al hombre aun justificado y constituido en gracia, observar los mandamientos <strong>de</strong><br />
Dios, sea excomulgado. Si alguno dijere, que el Evangelio no intima precepto alguno más que el <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe, que todos los<br />
<strong>de</strong>más son indiferentes, que ni están mandados, ni están prohibidos, sino que son libres, o que los diez mandamientos no<br />
hab<strong>la</strong>n con los cristianos, sea excomulgado. Si alguno dijere que el hombre justificado, por perfecto que sea, no está<br />
obligado a observar los mandamientos <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia, sino solo a creer; como si el Evangelio fuese una mera y<br />
absoluta promesa <strong>de</strong> <strong>la</strong> salvación eterna, sin <strong>la</strong> condición <strong>de</strong> guardar los mandamientos; sea excomulgado.” Cans.<br />
XVIII, XIX y XX, <strong>de</strong> <strong>la</strong> sesión YI, <strong>de</strong>l Conc. Tri<strong>de</strong>nt.<br />
1002 ―Mandata eius gravia non sunt.‖ Joann. V, 3.64,1.<br />
1003 ―La caridad <strong>de</strong> Dios ha sido <strong>de</strong>rramada en nuestros corazones por medio <strong>de</strong>l Espíritu Santo, que nos ha sido dado.‖<br />
Rom.V,5.<br />
1004 ―Si vosotros, siendo malos como sois, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos: ¿cuánto más vuestro Padre que está en<br />
los cielos dará el espíritu bueno a los que se le pi<strong>de</strong>n?‖ Luc. XI, 13.<br />
1005 ―Ahora va a ser juzgado el mundo: ahora el príncipe <strong>de</strong> este mundo va a ser <strong>la</strong>nzado fuera.‖ Joann. XII, 31.<br />
1006 ―Non proeputium, non circumcisionem quidquam esse, sed observationem mandatorum Dei.‖ I, Cor. VII, 19.<br />
1007 ―Para con Jesucristo nada importa el ser circunciso o incircunciso; sino <strong>la</strong> fe que obra animada <strong>de</strong> <strong>la</strong> caridad.‖ Ga<strong>la</strong>t. V,<br />
6.<br />
1008 ―Si quis diHgít me, sermoniem meum servahit‖ Joann. XIV, 23.<br />
1009 La Ley <strong>de</strong>l Señor es inmacu<strong>la</strong>da, y el<strong>la</strong> convierte a sí <strong>la</strong>s almas: el testimonio <strong>de</strong>l Señor es fiel y da sabiduría a los<br />
pequeñuelos. Los mandamientos <strong>de</strong>l Señor son rectos, y alegran los corazones: el luminoso precepto <strong>de</strong>l Señor es el que<br />
alumbra los ojos.‖ Psalm. XVIII, 89.<br />
307