14.04.2013 Views

Catecismo Romano - amor de la verdad

Catecismo Romano - amor de la verdad

Catecismo Romano - amor de la verdad

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

solícito por cribar a los Apóstoles como trigo 1751 , según dice el Señor por el Evangelista. Y sobre todo no respetó<br />

ni aún el rostro <strong>de</strong>l mismo Jesucristo 1752 . Y así expresó San Pedro su insaciable sed y su solicitud incansable<br />

para per<strong>de</strong>rnos cuando dijo: Vuestro enemigo el diablo, como león que brama, anda al re<strong>de</strong>dor buscando a<br />

quien tragarse‖. Y no tienta a los hombres un <strong>de</strong>monio solo, sino que muchos <strong>de</strong> ellos acometen algunas veces a<br />

cada uno. Así lo confesó aquel diablo, que preguntado por Cristo Señor nuestro 1753 cuál era su nombre,<br />

respondió: “Mi nombre es legión”. Esto es, multitud <strong>de</strong> <strong>de</strong>monios, que habían atormentado a aquel miserable.<br />

Y <strong>de</strong> otro está escrito: “Torna consigo otros siete espíritus peores que él, y entrando, moran en él” 1754 .<br />

VII. Por qué los malos no son tan perseguidos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio como los buenos.<br />

1223. Muchos hay que por no sentir en sí <strong>de</strong> ninguna manera los impulsos e ímpetus <strong>de</strong> los <strong>de</strong>monios,<br />

piensan que todo eso es falso. Más no es <strong>de</strong> admirar que no les haga guerra el diablo, cuando ellos mismos <strong>de</strong><br />

su voluntad se entregaron a él. No hay piedad en los tales, no hay caridad, ni virtud digna <strong>de</strong> un cristiano. De<br />

aquí es, que como están enteramente en po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l diablo, no necesita <strong>de</strong> tentaciones para <strong>de</strong>rribarlos, pues está<br />

aposentado en sus almas con mucho gusto <strong>de</strong> ellos mismos.<br />

1224. Pero los que <strong>de</strong>l todo se entregan a Dios, haciendo en <strong>la</strong> tierra vida celestial, éstos seña<strong>la</strong>damente<br />

son el objeto <strong>de</strong> todos los combates <strong>de</strong> Satanás, contra éstos se dirige, y a éstos arma <strong>la</strong>zos a cada momento.<br />

Llena está <strong>la</strong> historia <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Letras divinas <strong>de</strong> ejemplos <strong>de</strong> varones Santos, a quienes pervirtió, o a fuerza o a<br />

traición, aun estando ellos muy alerta. Adán, David, Salomón 1755 y otros que sería <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> contar,<br />

1750 ―Se levantó Satanás contra Israel, e instigó a David a que hiciese el censo <strong>de</strong> Israel.‖ I. Paral., XXI, 1.<br />

1751 “Ul cribaret eos sicut triticum.” Luc, XXII, 31.<br />

1752 ―Jesús fue conducido <strong>de</strong>l Espíritu <strong>de</strong> Dios al <strong>de</strong>sierto para que fuese tentado allí por el diablo. Y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber<br />

ayunado cuarenta días con cuarenta noches, tuvo hambre. Entonces acercándose el tentador, le dijo: Si eres el Hijo <strong>de</strong><br />

Dios, di que esas piedras se conviertan en panes. Mas Jesús le respondió: Escrito está: No sólo <strong>de</strong> pan vive el hombre, sino<br />

<strong>de</strong> toda pa<strong>la</strong>bra o disposición que sale <strong>de</strong> <strong>la</strong> boca <strong>de</strong> Dios. Después <strong>de</strong> esto le transportó el diablo a <strong>la</strong> santa ciudad <strong>de</strong><br />

Jerusalén, y le puso sobre lo alto <strong>de</strong>l Templo y le dijo: Si eres el Hijo <strong>de</strong> Dios échate <strong>de</strong> aquí abajo. Pues está escrito: Que te<br />

ha encomendado a sus ángeles, los cuales te tomarán en <strong>la</strong>s palmas <strong>de</strong> sus manos, para que tu pie no tropiece contra<br />

alguna piedra. Le Replicó Jesús: También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios. Todavía le subió el diablo a un monte<br />

muy encumbrado, y le mostró todos los reinos <strong>de</strong>l mundo y <strong>la</strong> gloria <strong>de</strong> ellos, y le dijo: Todas estas cosas te daré, si<br />

postrándote <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> mí me adorares. Respondióle entonces Jesús: Apártate <strong>de</strong> ahí, Satanás. Porque está escrito:<br />

Adorarás al Señor Dios tuyo, y a él sólo servirás. Con eso le <strong>de</strong>jó el diablo.‖ Matth., IV, 111.<br />

1753 ―Salió al encuentro (<strong>de</strong> Jesús) un energúmeno salido <strong>de</strong> los sepulcros o cuevas sepulcrales, el cual tenía su morada en<br />

ellos, y no había hombre que pudiese refrenarle, ni aun con ca<strong>de</strong>nas, pues muchas veces aherrojado con grillos y ca<strong>de</strong>nas,<br />

había roto <strong>la</strong>s ca<strong>de</strong>nas y <strong>de</strong>spedazado los grillos, sin que nadie pudiese domarle: Y andaba siempre día y noche por los<br />

sepulcros y por los montes, gritando y sajándose con agudas piedras. Este, pues, riendo <strong>de</strong> lejos a Jesús, corrió a él y le<br />

adoró: Y c<strong>la</strong>mando en alta voz dijo: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo <strong>de</strong>l altísimo Dios?; en nombre <strong>de</strong>l mismo<br />

Dios te conjuro que no me atormentes. Y es que Jesús le <strong>de</strong>cía: Sal, espíritu inmundo, sal <strong>de</strong> ese hombre. Y pregúntale<br />

Jesús: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Mi nombre es Legión, porque somos muchos.‖ Mará, IV, 29. ―Jesús le preguntó:<br />

¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Legión, porque eran muchos los <strong>de</strong>monios entrados en el.‖ Luc. 30.<br />

1754 “Assumit septem alios spiritus secum nequiores se, et intrantes habitant ibi”. Matth., XII, 45. ―Entonces va y toma<br />

consigo a otros siete espíritus peores que él, y entrando en esta casa fijan en el<strong>la</strong> su morada. Con lo que el último estado <strong>de</strong><br />

aquel hombre viene a ser peor que el primero‖. Luc, XI, 20.<br />

1755 ―El rey Salomón amó apasionadamente muchas mujeres extranjeras, y especialmente a <strong>la</strong> hija <strong>de</strong> Faraón, a <strong>la</strong>s mujeres<br />

Moabitas y Ammonitas, Idumeas, Sidonias y Heteas: Naciones <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cuales mandó el Señor a los hijos <strong>de</strong> Israel: No<br />

tomaréis <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s mujeres para vosotros, ni ellos se casarán con <strong>la</strong>s vuestras: porque infaliblemente pervertirán vuestros<br />

corazones, para que sigáis a sus dioses. A tales mujeres, pues, se unió Salomón con un <strong>amor</strong> ar<strong>de</strong>ntísimo: tanto que tuvo<br />

setecientas mujeres en calidad <strong>de</strong> reinas, y trescientas secundarias, y <strong>la</strong>s mujeres pervirtieron su corazón. Y siendo ya<br />

viejo, vino a <strong>de</strong>pravarse su corazón por causa <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres; hasta hacerle seguir los dioses ajenos, <strong>de</strong> suerte que su<br />

corazón ya no era puro y sinceró para con el Señor Dios suyo, como lo fue el corazón <strong>de</strong> David, su padre.<br />

Antes bien daba culto Salomón a Astarté, diosa <strong>de</strong> los Sidonios, y a Moloc, ídolo <strong>de</strong> los Ammonitas. Con lo que <strong>de</strong>sagradó<br />

Salomón al Señor, y no perseveró en servirle, como le sirvió David, su padre. Entonces fue cuando erigió Salomón un<br />

templo a Gamos, ídolo <strong>de</strong> Moab, sobre el monte que está enfrente <strong>de</strong> Jerusalén, y a Moloc, ídolo <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Ammon. A<br />

este tenor comp<strong>la</strong>ció a todas sus mujeres extranjeras, <strong>la</strong>s cuales quemaban inciensos y ofrecían sacrificios a sus dioses. Por<br />

lo que se irritó el Señor contra Salomón, porque había enajenado su corazón <strong>de</strong>l Señor Dios <strong>de</strong> Israel que por dos veces se<br />

le había aparecido, y amonestado particu<strong>la</strong>rmente sobre no seguir a dioses ajenos, mas él no guardó el mandato <strong>de</strong>l<br />

Señor.‖ III, Reg., XI, 110.<br />

―Saúl fue <strong>de</strong>strozando a los Amalecitas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Hevi<strong>la</strong> hasta el Sur en <strong>la</strong> frontera <strong>de</strong> Egipto. Tomó vivo a Agag, rey <strong>de</strong><br />

Amelec; y pasó a cuchillo a todo el pueblo. Pero Saúl y el ejército perdonaron a Agag, y reservaron los mejores rebaños <strong>de</strong><br />

ovejas y <strong>de</strong> vacas, y los carneros y <strong>la</strong>s mejores ropas, y en general todo lo bueno, y no lo quisieron <strong>de</strong>struir. Todo lo vil y<br />

492

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!