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Planificación para el desarrollo en América Latina y el Caribe: enfoques, experiencias y perspectivas

La planificación para el desarrollo ha alcanzado tal grado de amplitud e importancia que es necesario entenderla como un sistema. Sus funciones básicas —prospectiva, implementación y evaluación— operan simultáneamente en sectores, instituciones, niveles de gobierno y plazos diversos. En este libro se investigan e interpretan prácticas concretas de nueve países de la región donde se confronta el desafío de gestionar las interrelaciones entre los componentes antes mencionados. Se destaca así que, a fin de conseguir una planificación integral para el desarrollo, es preciso resolver adecuadamente los retos de la intersectorialidad, la pluritemporalidad, la multiescalaridad y la participación. Por último, se destacan la evaluación y el seguimiento como procesos que tienen el potencial de contribuir a articular mejor la planificación y la gestión, así como a generar aprendizajes institucionales que permitan mejorar de forma permanente los sistemas, los procesos y los resultados. El conjunto de las reflexiones propuestas aportan sugerencias útiles para considerar en los procesos de implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

La planificación para el desarrollo ha alcanzado tal grado de amplitud e importancia que es necesario entenderla como un sistema. Sus funciones básicas —prospectiva, implementación y evaluación— operan simultáneamente en sectores, instituciones, niveles de gobierno y plazos diversos. En este libro se investigan e interpretan prácticas concretas de nueve países de la región donde se confronta el desafío de gestionar las interrelaciones entre los componentes antes mencionados. Se destaca así que, a fin de conseguir una planificación integral para el desarrollo, es preciso resolver adecuadamente los retos de la intersectorialidad, la pluritemporalidad, la multiescalaridad y la participación. Por último, se destacan la evaluación y el seguimiento como procesos que tienen el potencial de contribuir a articular mejor la planificación y la gestión, así como a generar aprendizajes institucionales que permitan mejorar de forma permanente los sistemas, los procesos y los resultados. El conjunto de las reflexiones propuestas aportan sugerencias útiles para considerar en los procesos de implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

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122 Comisión Económica <strong>para</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y <strong>el</strong> <strong>Caribe</strong> (CEPAL)<br />

de los programas (como consecu<strong>en</strong>cia de las evaluaciones), y la mejora d<strong>el</strong><br />

impacto que los programas ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> las poblaciones objetivo, <strong>en</strong>tre otros.<br />

Parte de esta dificultad está asociada con <strong>el</strong> hecho de que los programas<br />

presupuestarios carec<strong>en</strong> por lo g<strong>en</strong>eral de metas intermedias que permitan<br />

realizar un seguimi<strong>en</strong>to de los avances conforme a los recursos que se<br />

les asignan. Este es uno de los grandes desafíos que compart<strong>en</strong> la mayor<br />

parte de los casos investigados <strong>para</strong> este trabajo. Por ejemplo, <strong>en</strong> casi<br />

todos los países hay metas de reducción de la mortalidad materna o de la<br />

incid<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> VIH, con un horizonte de cuatro o cinco años. Sin embargo,<br />

no es posible acceder a información sobre <strong>el</strong> costo de esos programas o la<br />

efici<strong>en</strong>cia con la que se usan los recursos destinados a <strong>el</strong>los.<br />

Una segunda dificultad <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido está asociada a la aus<strong>en</strong>cia<br />

de metas transversales, es decir, que permitan id<strong>en</strong>tificar la contribución de<br />

varios programas a un objetivo único (Armijo y Espada, 2014). Se requiere,<br />

por tanto, avanzar <strong>en</strong> <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to y la aplicación técnica de estas metas<br />

transversales, así como hacia esquemas de emisión de alertas tempranas,<br />

acompañados de un monitoreo estratégico que retroalim<strong>en</strong>te la toma de<br />

decisiones <strong>en</strong> varios niv<strong>el</strong>es de la acción gubernam<strong>en</strong>tal.<br />

De otra parte, consolidar y fortalecer los sistemas de seguimi<strong>en</strong>to<br />

y evaluación requiere que los sujetos y las instituciones evaluadas<br />

— implem<strong>en</strong>tadores de programas, personal de campo, facilitadores, personal<br />

técnico— modifiqu<strong>en</strong> su <strong>en</strong>foque. En la actualidad, se percibe la evaluación<br />

como una forma de reconocer o castigar, de acuerdo a sus resultados. Este<br />

<strong>en</strong>foque debilita <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> sistémico de esta función, <strong>en</strong> su privilegiada<br />

condición que le permite contribuir a mejorar o reori<strong>en</strong>tar la acción pública,<br />

basándose <strong>en</strong> información pertin<strong>en</strong>te. Una forma de avanzar hacia una<br />

práctica no punitiva de la evaluación es conseguir que sus resultados t<strong>en</strong>gan<br />

consecu<strong>en</strong>cias sobre las políticas y los programas, mas no necesariam<strong>en</strong>te<br />

sobre las personas responsables de su diseño e implem<strong>en</strong>tación.<br />

Finalm<strong>en</strong>te, un tema que todavía está muy poco pres<strong>en</strong>te y repres<strong>en</strong>ta<br />

un desafío de hondo calado es <strong>el</strong> de introducir <strong>el</strong> <strong>en</strong>foque de derechos<br />

como nuevo eje ord<strong>en</strong>ador de las políticas y programas públicos. Será<br />

indisp<strong>en</strong>sable definir conceptos y metodologías que le sean apropiadas, <strong>para</strong><br />

que converjan de forma más directa con lo propuesto <strong>en</strong> la Ag<strong>en</strong>da 2030.<br />

C. Los retos de la evaluación y <strong>el</strong> seguimi<strong>en</strong>to<br />

El uso de medios y mecanismos de evaluación y seguimi<strong>en</strong>to requiere<br />

condiciones de madurez política, institucional y técnica. Lidiar con <strong>el</strong> error,<br />

las fallas y <strong>el</strong> fracaso supone capacidad autocrítica y fortaleza <strong>para</strong> perseverar<br />

<strong>en</strong> medio de las adaptaciones y los cambios que los apr<strong>en</strong>dizajes vayan<br />

sugiri<strong>en</strong>do. Por tanto, la exist<strong>en</strong>cia de sistemas de evaluación y seguimi<strong>en</strong>to

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