i INDICE Página Introducción iv Notas x Capítulo I. Anzia Yezierska ...

María de los Dolores Vargas Oliva
El sueño americano: Una ilusión inalcanzable para la mujer judía americana
inmigrante, así que no encarna los valores que Yezierska atribuye a aquellos de
origen anglosajón, y en consecuencia no responde a las expectativas de Shenah
Pessah. La joven anhela alcanzar la intelectualidad:
I have suffered, and must yet go on suffering. I see no end. But only -
there is a something - a hope - a help out - it lifts me on top of my hungry
body - the hunger to make myself a person that can´t be crushed by
nothing nor nobody - the higher life. 7
El concepto de "higher life" merece ser estudiado más adelante con mayor
precisión al referirme a la concepción de Yezierska del sueño americano, pero
primero terminaré con el tema del desarraigo. Esta vez desearía prestar atención a
la revisión que hace nuestra escritora de la mítica imagen de la frontera, tema, por
otra parte, común entre las mujeres escritoras norteamericanas de finales del siglo
pasado y principios de éste, y del que se ha encargado de manera brillante, la
feminista Annette Kolodny. 8 Como límite entre lo conocido y lo salvaje, la frontera
representa, por un lado, los esfuerzos de Sarah, protagonista de Bread Givers, por
sobrevivir en un mundo hostil y desconocido, como también lo fuera tiempo atrás la
extensión de tierras vírgenes hacia el oeste, y por el otro, las posibilidades, según
Yezierska, ilimitadas, que ofrece a la joven una buena formación educativa. El
profesor de Sarah, Mr. Edman, a quien la inmigrante idolatra, la invita a su despacho
donde le muestra el cuadro de su abuela, mujer emprendedora, que vino como
pionera a la frontera. Para Mr. Edman, Sarah es tan fuerte como su abuela, aunque
su lucha se circunscribe al ambiente hostil de la gran ciudad:
'All pioneers have to get hard to survive', he said. He pointed to a faded oil
painting of his grandmother. 'Look! My grandmother came to the
wilderness in an ox cart and with a gun on her lap. She had to chop down
trees to build a shelter for herself and her children. I´m more than a little
ashamed to realize if I had to contend with the wilderness I´d perish with
the unfit. But you, child - your place is with the pioneers. And you´re going
to survive.' 9
Pero el uso del símil aplicado a los inmigrantes no era nuevo. Así para otra
mujer también extranjera, Hilda Satt Polacheck, los inmigrantes constituían los
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