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i INDICE Página Introducción iv Notas x Capítulo I. Anzia Yezierska ...

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María de los Dolores Vargas Ol<strong>iv</strong>a<br />

El sueño americano: Una ilusión inalcanzable para la mujer judía inmigrante<br />

futuras se mezclan en la narración sin un orden cronológico. 76 Pero este orden que<br />

llamaré "emot<strong>iv</strong>o", responde también a las limitaciones físicas de la misma memoria<br />

humana, incapaz de almacenar y reconstruir los recuerdos con exactitud. Como<br />

explica Mary Antin en su autobiografía The Promised Land: recrear el pasado a<br />

partir de los recuerdos requiere un esfuerzo consciente:<br />

My father and mother could tell me much more that I have forgotten, or<br />

that I never was aware of; but I want to reconstruct my childhood from<br />

those broken recollections only, which, recurring to me in after years, filled<br />

me with the pain and wonder of remembrance. I want to string together<br />

those glimpses of my earliest days that dangle in my mind, like little<br />

lanterns in the crooked alleys of the past, and show me an elus<strong>iv</strong>e little<br />

figure that is myself, and yet so much a stranger to me, that I often ask,<br />

can this be I? 77<br />

Volviendo al análisis de Red Ribbon, encontramos en el texto otro problema:<br />

<strong>Yezierska</strong> parece pedir perdón al lector constantemente por sus logros quitándoles<br />

importancia. Pero hay que tener muy en cuenta que, en ocasiones, el tono<br />

apologético del libro responde en cierto grado a las convenciones literarias de las<br />

autobiografías de act<strong>iv</strong>istas y escritoras de la época, como por ejemplo las de<br />

Emmeline Pankhurst, Dorothy Day, Golda Meier o Emma Goldman. Estas emplean<br />

un discurso retórico destinado aparentemente a transmitir al lector un sentimiento de<br />

inseguridad, pero cuya auténtica función reside en crear un ambiente de<br />

complicidad. Para todas ellas, los sentimientos negat<strong>iv</strong>os, como el dolor, y los<br />

posit<strong>iv</strong>os, surgidos del éxito, son silenciados intencionadamente, como si las<br />

mujeres sólo tuvieran certeza de la necesidad de negarlos. 78 Frente al modelo<br />

masculino de autobiografía, en el que la seguridad y el relato de los éxitos<br />

constituyen o marcan los pasos en el proceso de crecimiento y autorealización del<br />

protagonista, el femenino muestra a mujeres que aunque desempeñaron<br />

históricamente un importante papel público, en su revelación al lector a través de la<br />

autobiografía, no parecen haber asumido que les pertenezca realmente. Esta actitud<br />

es consecuencia de la poca estima que la sociedad tiene a los logros femeninos.<br />

Por último, la escritura autobiográfica representa para las mujeres la posibilidad<br />

de expresarse con una voz propia. El discurso autobiográfico consiste en una<br />

actualización del recuerdo, junto a la restauración de la identidad, opuesta al<br />

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