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María de los Dolores Vargas Oliva
El sueño americano: Una ilusión inalcanzable para la mujer judía inmigrante
mundo interior del personaje, lo que aporta mayor credibilidad a lo narrado. Un
logrado ejemplo de cómo la multiplicidad de puntos de vista producen un esfecto
desorientador e intenso en la narración es la novela de la escritora posmoderna
afroamericana, Toni Morrison, The Bluest Eye (1970). 27 Volveremos a tratar la
consideración modernista de la literatura de mujeres más adelante en la sección de
crítica marxista.
Evidentemente, el concepto de género influye también en la construcción del
significado del sueño americano. A este respecto, Nina Baym cita, entre otros, los
nombres de Edith Wharton, Ellen Glasgow y Willa Cather, escritoras
norteamericanas que proyectaron su propia versión del sueño, donde las
protagonistas eran mujeres. 28 Por otro lado, creo pertinente incluir la definición de
Baym del mito como la lucha del individuo por autorrealizarse, esto es, por conseguir
el éxito material y social en América, independientemente de cualquier tipo de
condicionamiento emocional. Por consiguiente - sigue Baym - el individuo tiene
primacía sobre la sociedad y existe, de alguna manera, separado de ésta; como
consecuencia de ello, el resto de los hombres y mujeres parecen constituir meros
hechos ciscunstanciales o casuales en el escenario donde se desenvuelve el héroe.
Así define Baym la noción de "the wilderness":
Thus it is that the essential quality of America comes to reside in its
unsettled wilderness and the opportunities that such a wilderness offers to
the individual as the medium on which he may inscribe, unhindered, his
own destiny and his own nature. 29
He aquí que la literatura de Yezierska ofrece al lector una visión personal y
ciertamente conflictiva del sueño americano, modelada por la categoría de género y
por las circunstancias sociales que rodean a la escritora, como sus comienzos
pobres y el hecho de proceder de la comunidad inmigrante judía. Sin embargo, la
visión del mito americano en Yezierska es ambigua porque sus personajes
femeninos nunca alcanzan el éxito totalmente, a pesar de haberse realizado
exteriormente como mujeres profesionales modernas. Lo que caracteriza la visión
del mito como típicamente femenina, a la manera de Baym, es el hecho de que las
jóvenes inmigrantes judías protagonistas de las novelas e historias cortas de nuestra
escritora no consiguen realizar sus expectativas al perder el vínculo emocional que
las une a los miembros de su familia y entorno social. Podemos decir, por tanto, que
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