i INDICE Página Introducción iv Notas x Capítulo I. Anzia Yezierska ...

hebreo provocado por el rechazo de la cultura tradicional. Me refiero al escritor judío
de origen inmigrante Morris R. Cohen, que tras ingresar en el sistema educativo
americano de niño, llega a rechazar, ya adulto, el judaísmo. El abandono de la
lectura de los textos hebreos le conduce inevitablemente al olvido de la lengua en la
que están escritos:
My abandonment of Judaism as a religion was later reinforced in my mind
by my scientific, historical and philosophical studies. Although I never
abandoned my interest in the history and in the welfare of the Jewish
people, I ceased to read Hebrew, so that after many years it became
almost a foreign language to me. 74
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Sin duda, Yezierska plantea la hipótesis de que la escuela constituye la puerta de
acceso al sueño americano, especialmente en su novela Bread Givers. No obstante,
la educación lleva a su heroína al desarraigo cultural y emocional, lo que la conduce
a una grave crisis psicológica. De esto se deduce que Yezierska es también crítica
con el sistema educativo norteamericano y con el mismo concepto de enseñanza.
Sin embargo, influida por los progresistas, la escritora defiende la importancia de la
educación de los niños inmigrantes en el proceso de asimilación al nuevo país.
Compartían con nuestra autora esta misma preocupación los escritores Tillie Olsen
y Abraham Cahan, entre otros, y muchas feministas, de las que destacamos Mary
Wollstonecraft en Inglaterra y Elizabeth Cady Stanton en los Estados Unidos. El
proceso educativo de niños y adultos extranjeros en los Estados Unidos me permitió
contextualizar las opiniones de Yezierska sobre este tema y su vinculación con la
ideología progresista de la mano de John Dewey. Como hemos tenido ocasión de
comprobar, Yezierska, a pesar de estar esencialmente de acuerdo con el credo
progresista, difería abiertamente de algunos postulados; por ejemplo, rechazaba la
orientación exclusivamente profesional de la educación pública.
Más allá de la enseñanza, la profunda influencia ejercida por Dewey sobre
Yezierska se dejaba notar en otros aspectos de la personalidad de la escritora,
como su faceta creadora. Y es que Yezierska había aprendido de su maestro que
"la literatura es la expresión refleja y la interpretación de la experiencia social; de
aquí que haya de suceder y no preceder a tal experiencia". 75 Este principio, eje de la
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