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María de los Dolores Vargas Oliva
El sueñoamericano: Una ilusión inalcanzable para la mujer judía inmigrante
énfasis ejercido por los hasidim sobre la nutrición física como metáfora de la
salvación espiritual. 6 El mito americano atrajo a muchos judíos europeos, religiosos
o no. Pero huelga decir que la realidad, sin embargo, fue muy distinta para ellos,
tema al que dedicaremos la última sección de este capítulo. 7
Es relevante hacer referencia en este momento al hecho de que las imágenes
relacionadas con la nutrición física e intelectual están presentes en la obra de Anzia
Yezierska y aparecen a menudo en relación con su experiencia como extranjera.
Podemos deducir de lo anterior que Yezierska está influida por la cultura del
momento y por su origen judío inmigrante.
El mito americano recibió un nuevo vigor a través de la propaganda que se
hacía de él. Y es que los pocos emigrantes que volvían a sus países de origen
difundían información, a menudo falsa o exagerada, sobre las grandezas del nuevo
país al tiempo que los periódicos hebreos de la época, como Hamelits y Hatsfira,
publicados en San Petersburgo y Varsovia, a pesar de ser moderadamente cautos
en sus reportajes sobre el tema, consideraban América como la tierra de las
oportunidades. Por entonces, los judíos europeos recibían publicidad sobre las
ofertas de trabajo en el Nuevo Mundo a través de otros canales, consistentes en
panfletos, guías y cartas de emigrantes. 8 Una muestra de la importancia que tuvo el
tema de la emigración a América entre la comunidad semita, fue la necesidad de
celebrar una asamblea de notables judíos en 1882 en San Petersburgo para tratar
esa cuestión. 9
Pero hay que apuntar que no todos los judíos querían emigrar a los Estados
Unidos; especialmente, aquellos que tenían fuertes convicciones políticas o
religiosas se resistieron a dejar su país al menos hasta 1905. Por ejemplo, los
miembros socialistas del Bund creían que era su deber permanecer en Rusia y
Polonia para organizar la clase judía trabajadora; por otro lado, los sionistas
pensaban que América era un mito falso y que la emigración debía dirigirse
directamente hacia Palestina; y por último, los judíos ortodoxos consideraban
América como una tierra de perdición espiritual en la que su alma y las de sus
familias podían correr gran peligro. Sin embargo, el fracaso de la revolución rusa de
1905 desmoralizó a muchos y puso en gran peligro a otros. De esta forma, algunos
bundistas huyeron para evitar el encarcelamiento, junto a un gran número de judíos
ortodoxos decepcionados por el fracaso del intento revolucionario. 10
La estructura social judía tradicional incide de manera fundamental en el
desarrollo de mi tesis, al ejercer una influencia importante en la psique de las
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