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María de los Dolores Vargas Oliva
El sueño americano: Una ilusión inalcanzable para la mujer judía americana
aquí urge hacer una matización: y es que la escena despierta la compasión del
lector que es testigo privilegiado de lo difícil que resulta desprenderse del estimado
objeto, lo que se refleja en este diálogo con el prestamista, recogido en su
autobiografía Red Ribbon on a White Horse:
'This was the finest shawl in Plinsk. It´s hand-woven, hand-dyed.
People´s lives are woven into it.'
'For what is past nobody pays. Now it´s junk-falling apart.' 91
La culpa guía el destino de las heroínas de nuestra escritora, que,
angustiadas, se encuentran más lejos del sueño americano a cada paso que dan en
su autodeterminación. Es la situación de la mujer moderna en un mundo en
proceso de desintegración.
Tras estudiar la relación entre las hijas y la tradición heredada, retomaré los
diferentes modelos de esposa: el judío y el norteamericano, para contrastarlos con
el que Yezierska propone en su novela Bread Givers. Ante una acentuada carencia
de roles femeninos atractivos, la joven protagonista redefine el concepto de
matrimonio en sus propios términos, concepto que se acercará más a su propia
realidad.
Las desigualdades entre las mujeres casadas tanto inmigrantes como
norteamericanas eran profundas y repercutían, en mi opinión, agravando el conflicto
generacional entre hijas y madres judías inmigrantes. Sirva como ilustración el
episodio de Bread Givers, en el que, una vez muerta la primera esposa de Reb
Smolinsky, éste vuelve a casarse en segundas nupcias con una vecina a la que
había cortejado aún en vida de su mujer.
Paradójicamente, la nueva esposa exige a Smolinsky que trabaje para ella,
según ordenan las leyes americanas que confieren a la mujer casada un papel
pasivo circunscrito al hogar. Esta actitud crea rechazo en las hijas del anciano que
la consideran inadecuada por no haber adoptado el rol femenino tradicional judío de
mantener económicamente al marido. Pero la misoginia de Smolinsky, enraizada en
su mente y en la de su esposa, tiene antecedentes históricos.
En efecto, Yezierska muestra un claro ejemplo de la interiorización de la
misoginia judía tradicional por parte de las inmigrantes de segunda generación.
Realmente, la pauta de conducta de la segunda mujer obedece a la aceptación de
un marco de valores americanos en el que la función de proveer económicamente
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