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crustáceos. Los investigadores principales de
cada una de esas instituciones se reunieron en
Baton Rouge, Louisiana (EUA), con los coordinadores
del proyecto en la OPS y el OIEA para
definir la metodología a seguir en los trabajos.
Se distribuyó en todos los países la Guía
para el establecimiento de sistemas de vigilancia
epidemiológica de enfermedades transmitidas por
alimentos y la investigación de brotes de toxi-infecciones
alimentarias. Argentina, Bolivia, Brasil,
Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala
y México ya empezaron a establecer el sistema.
También se realizaron estudios sobre análisis
de riesgo de enfermedades transmitidas por
alimentos en ciudades turísticas de México y en
las capitales de Bolivia, Colombia, Guatemala,
Perú, la República Dominicana y Venezuela.
Con la colaboración de la FAO, en mayo
se realizó en Montevideo, Uruguay, un seminario-taller
sobre alimentos de venta callejera, en
el que participaron representantes de todos los
países latinoamericanos. En tres ciudades del
Perú, con el apoyo del Gobierno de Suecia, se
está llevando a cabo un proyecto para evaluar
el impacto de la capacitación de los vendedores
sobre la calidad de los alimentos expedidos en
las calles.
Conjuntamente con la Universidad Católica
Boliviana, se están desarrollando dos
proyectos de comunicación social para consumidores
de alimentos callejeros en la subregión
andina y Centroamérica. Esos proyectos incluirán
la preparación de materiales adecuados
para cada país, teniendo en cuenta los diferentes
idiomas y orígenes culturales de los habitantes
de esas subregiones.
FIEBRE AFTOSA
La lucha contra la fiebre aftosa ya no se
apoya solamente en los servicios de salud animal
de los países, sino también en la creciente
participación de la comunidad y de los productores
en todas las etapas de los programas. La
descentralización de las decisiones ha fortalecido
la red de unidades locales de atención
veterinaria y ha mejorado su capacidad de respuesta
sanitaria.
Salud pública veterinaria
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El Centro Panamericano de Fiebre Aftosa
(PANAFTOSA) siguió coordinando las actividades
que se realizan en la Cuenca del Plata. En
la Argentina, participó en las acciones del plan
nacional para la extensión de la segunda etapa
del proyecto a varias provincias, y en el Uruguay
dio apoyo para fortalecer los procedimientos
de prevención tendientes a mantener la
condición de libre de fiebre aftosa sin vacunación.
En ambos países, se realizaron análisis
cuantitativos del riesgo en función del comercio
exterior y el turismo en lo que se relaciona
con el mercado internacional de carnes y productos
derivados.
En el Paraguay, por medio de diversas
misiones técnicas cumplidas junto con el Servicio
Nacional de Salud Animal, se brindó asesoría
al plan nacional de control para lograr su
integración al proyecto de la Cuenca del Plata.
La estandarización de la utilización de la
vacuna antiaftosa oleosa en gran parte de los
países contribuyó a alcanzar la situación sanitaria
favorable. En el Cono Sur prosiguieron los
estudios comparativos de técnicas indirectas
para el control de vacunas. Se colaboró con
Chile y Uruguay, países libres de fiebre aftosa, a
fin de establecer bancos estratégicos de vacunas
para atender las necesidades de emergencia.
En cuanto al plan subregional de erradicación
de la fiebre aftosa para la subregión andina,
en Bolivia se produjo una significativa
integración del sector privado que ha sido importante
en la definición de una política específica
para controlar y posteriormente erradicar
la enfermedad de la región oriental del país. Se
pusieron en vigencia dos convenios de cinco
años de duración entre Bolivia y Ecuador que
permitirán el flujo de vacuna oleosa entre los
dos países y generarán fondos para apoyar la
cooperación técnica.
En los países del área libre de fiebre aftosa
de Centroamérica se tomaron medidas para
fortalecer los programas de prevención, se
reforzaron los sistemas de vigilancia y se
incorporaron los criterios de enfoque de riesgo
para hacer más selectivas las medidas preventivas.
La segunda reunión de la subcomisión de
países libres de fiebre aftosa se realizó en Guatemala
en marzo.