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nacionales y de Family Health Intemational
en los Estados Unidos.
Durante 1994 la Organización preparó y
publicó varios documentos técnicos, entre
ellos las pautas para la atención de adultos y
niños infectados por el VIH; participó además
en la reunión sobre derechos humanos auspiciada
por el PNUD y organizaciones no gubernamentales
(ONG), y en la alianza cívicomilitar
para combatir el SIDA. Uno de los
principales esfuerzos ha sido la promoción de
los derechos humanos (medidas contra la estigmatización
y la discriminación), así como la
incorporación de las ONG, el sector privado y
otros sectores en la lucha contra el SIDA en
los países.
En octubre se llevó a cabo en Guatemala
una reunión de planificación con los directores
de los programas nacionales de SIDA de Centroamérica
y la República Dominicana en la
que se evaluaron los avances hacia las metas de
los programas y se prepararon los presupuestos
para 1995. En noviembre se efectuó en el Uruguay
una segunda reunión de los directores de
los programas de 10 países sudamericanos, así
como de México y Cuba; asistieron además
representantes del PNUD, del BID y de la
Unión Europea para intercambiar experiencias
y planificar el establecimiento del programa
conjunto y copatrocinado sobre el VIH/SIDA
en las Américas.
Diecinueve países de habla inglesa del
Caribe y Haití participaron en cursos formales
de gestión de programas, utilizando los módulos
de capacitación del Programa Mundial sobre el
SIDA, y otros 10 países asistieron a cursos formales
en esta materia.
En siete de los 20 países latinoamericanos
y en todos los países y territorios del Caribe se
ha logrado la cooperación intersectorial, fundamentalmente
con la participación de las ONG,
el sector privado y otras dependencias gubemamentales.
La cooperación nacional interprogramática
e interinstitucional se logró en casi la
mitad de los países de América Latina y en
todos los países y territorios del Caribe.
En Brasil, El Salvador y Perú se organizaron
reuniones legislativas subregionales para
examinar la legislación actual sobre seguridad
Informe Anual del Director
hematológica, proponer enmiendas y crear nuevas
leyes en muchos casos. Antes de las reuniones
se efectuaron talleres técnicos con expertos
para evaluar la situación con respecto a las
transfusiones de sangre en los países. Las recomendaciones
de los talleres se presentaron a los
legisladores para obtener su apoyo y el compromiso
político. Se preparó un documento que
agrupa toda la legislación vigente sobre el VIH
en el mundo. Está en curso un proyecto para
ayudar a los países a formular instrumentos
legales y de política para proteger los derechos
de las personas infectadas con el VIH.
En términos generales, todos los países
han concebido intervenciones adecuadas para
lograr modificaciones en el comportamiento,
por lo menos entre un grupo destinatario. No
obstante, hay pruebas de que por lo menos en la
mitad de los países es necesario concentrar la
atención en otros grupos que no son objeto de
intervenciones adecuadas (por ejemplo, bisexuales
y homosexuales; usuarios de drogas
intravenosas; clientes de prostitutas). Cerca del
80% de los países adquieren y distribuyen condones
a través de redes gubernamentales, principalmente
los ministerios de salud. Está en
curso la evaluación de la logística para determinar
las necesidades, la distribución y el control
de calidad y se abordará durante los talleres de
programación sobre uso de los condones.
En la mayoría de los países se han observado
mejoras significativas en la vigilancia de
la infección por el VIH y el SIDA. La Organización
recibe con regularidad la notificación de
los casos de SIDA de todos los países, con
excepción de Haití y de seis de los territorios
pequeños del Caribe.
Las pautas para el tratamiento de infecciones
oportunistas se han enviado a todos los países
de habla hispana y por lo menos 10 países
han preparado o adaptado pautas nacionales.
Argentina, Chile y Uruguay establecieron
programas de control de calidad para el diagnóstico
de la infección por el VIH, que fueron
formulados por los directores de los laboratorios
nacionales de referencia para el SIDA de cada
país. Los laboratorios de la Argentina y de
Chile planificaron y ejecutaron un programa
para transferir a otros países la tecnología de las