if08-09 - Asamblea Legislativa

172 Defensoría de los Habitantes
Informe Anual de Labores 2008-2009
pruebas de descargo, no hay audiencias, no se interrumpen
los plazos para resolver y además, se crea
una enorme incertidumbre en el lugar de trabajo lo cual
no trae más que perjuicios tanto para quien denuncia
como para el presunto hostigador.
En informes anteriores, se ha indicado que la investigación
preliminar se realiza cuando se establece la
inexistencia de algún elemento que se requiera para
abrir la investigación, como es el caso de la parte
denunciante, el denunciado o la existencia de algún
factor probatorio. En el caso de hostigamiento sexual,
las partes están claramente constituidas y las pruebas
se remiten a las indicadas en el apartado anterior, por
lo que la Defensoría ha insistido que no se puede realizar
este tipo de intervención, pues solo produciría a la
revictimización de la parte denunciante.
Esta situación se presentó en un caso llevado ante
el Instituto Costarricense contra el Cáncer, donde no
solamente se procedió con la investigación preliminar,
sino que la misma superó los tres meses impuestos
por ley para investigar las denuncias por hostigamiento
sexual. Desde
la designación
del profesional
a cargo de la investigación,
el día
19 de noviembre
de 2007, hasta el
mes de mayo de
2008, fecha en
que se entregó el
informe respectivo,
transcurrieron
seis meses.
Finalmente la Defensoría quiere resaltar la fortaleza de
las víctimas al denunciar conductas de hostigamiento,
dado que no es una decisión sencilla, por cuanto la
víctima está siempre expuesta al escrutinio en su lugar
de trabajo, aunque en la investigación se garantice la
confidencialidad.
D- Poblaciones Específicas
“La Defensoría es del criterio que en la actualidad, a
pesar de que en el Ministerio de Seguridad Pública se
han realizado algunas acciones puntuales para atender
la especificidad de las mujeres policías, la materia de
pensiones alimentarias y de violencia, éstas son aisladas
y no responden a una visión de política pública sostenible
en el largo plazo.”
d.1.Discriminaciones entrecruzadas, un obstáculo
adicional
La desigualdad de oportunidades relacionadas con la
discriminación por género potencia otras formas de
exclusión. En atención a la existencia de condiciones
particulares de las mujeres, la Defensoría considera
importante visibilizar los efectos de las desigualdades
cruzadas o interseccionales en el caso de las mujeres,
ya que ello contribuye a posicionar un panorama completo
de las deficiencias estructurales de un sistema,
en el que la discriminación se exacerba por razones
de etnia, el desempeño de roles no tradicionales para
las mujeres, la privación de libertad, la exclusión socioeconómica,
el desplazamiento migratorio no voluntario,
etc.
La pobreza y la desigualdad se refuerzan mutuamente,
la interculturalidad supone el respeto de los derechos
de todas y todos, la diversidad geográfica, étnica y de
condiciones exige la existencia de requisitos adecuados
para cada sector de la población.
Estas variables son exigencias para la definición de
las acciones estatales, su no consideración produce la
exclusión de las mujeres y la discriminación ya no sólo
por su condición, sino por el asocio de ser mujer con
cualesquiera otras de esas situaciones señaladas.
d.2 Mujeres policías: dignas transgresoras de un sistema
de creencias que impide su desarrollo profesional.
Durante los últimos años, -anteriores al inicio de esta
Administración- el Ministerio de
Seguridad Pública elaboró y
Defensoría de la Mujer, 2009
puso en ejecución una Política
de Igualdad de Género para un
abordaje más adecuado de los
diferentes temas de competencia
del Ministerio, lo que posibilitó
la construcción de normativas,
manuales, protocolos, diversas
sesiones de capacitación y trabajo
interinstitucional, entre otras
acciones. Particularmente, la
Defensoría de la Mujer le brindó
seguimiento y apoyo al tema de la violencia doméstica
e intrafamiliar, las pensiones alimentarias, el hostigamiento
sexual, el acoso laboral y, en general, el problema
de la desigualdad de género que viven las mujeres
policías dentro de la institución.
Esta debilidad estructural se manifiesta, entre otras
cosas, en obstáculos para el acceso a la capacitación
y a los puestos de decisión, ya que no se aplica ningún
mecanismo o sistema de cuotas que garantice cupos
para las mujeres en los cursos de la Escuela Nacional
de Policía, ni en la distribución de los puestos de toma
de decisión, o en las jefaturas. De hecho, actualmente
son pocas las mujeres que ostentan un cargo de jefatura
o Dirección en la estructura policial. La máxima
posición que se ha ocupado, ha sido la Subdirección
de la Fuerza Pública, aunque actualmente ese puesto
ya no está ocupado por una mujer.