if08-09 - Asamblea Legislativa

Capítulo II: Informe de Gestión Dirección de Niñez y Adolescencia 335
7.
Un ejemplo de ello se refleja en la actuación de
las oficinas locales cuando las autoridades educativas
interponen denuncias y las convocan para
establecer mecanismos de coordinación y cooperación
en el proceso especial de protección de los
niños y niñas escolarizados. Cuando la Defensoría
de los Habitantes ha intervenido para atender
estas situaciones, se logra constatar una actitud
negligente por parte de algunas oficinas locales,
pues la obligación constitucional de proteger a los
niños, niñas y adolescentes, con la colaboración
de otras instituciones del Estado; no significa que
esa contribución, asistencia o ayuda para cumplir
con ese cometido, se interprete como un traslado
o depósito en esas instituciones que acompañan
el proceso de protección especial, de la responsabilidad
que, en sede administrativa, es exclusiva
del Patronato Nacional de la Infancia, tal como lo
ha señalado la Sala Constitucional. 27
No obstante, preocupa a la Defensoría de los
Habitantes lo que sucede en la atención cotidiana
de la casuística en algunas oficinas locales del
PANI, pues pareciera que el mandato constitucional
que tienen las instituciones del Estado en el
deber “de colaborar” en el proceso de protección
de los niños, niñas y adolescentes, en algunas
oficinas locales del PANI se tiende a trasladar a
la institución colaboradora; dejando a la población
menor de edad afectada en total indefensión, tal
como ha sucedido con las denuncias interpuestas
por personal docente de diversos centros educativos
ante oficinas locales del PANI.
En otras ocasiones, pareciera que esa colaboración
se interpreta como una obligación de la
contraparte de rendir cuentas al PANI sobre la
intervención realizada, mediante la presentación
de informes de situación de niños y niñas, que en
la mayoría de las veces, no son considerados ni
validados para iniciar un proceso de intervención o
para la adopción de medidas de protección, pues
siempre priva el criterio técnico del personal del
PANI, aún cuando éste no sea del todo congruente
con el interés superior de la persona menor
de edad. Lo que genera dilación en el proceso
de protección, duplicidad de tareas, ausencia de
coordinación, falta de credibilidad de la institución
contraparte y pérdida de espacios que permitan
ejercer la coordinación que corresponde.
Otro ejemplo de esa ausencia de estrategias efectivas
de coordinación y colaboración interinstitucio-
27 Sala Constitucional, resolución Nº 15751-2008 del 21 octubre
2008.
nal se evidencia en las dificultades que enfrenta el
Comité de Estudio Integral del Niño/a Agredido/a
del Hospital Nacional de Niños (CEINA-HNN) para
restituir oportunamente los derechos de los niños
y niñas violentados, bajo su estudio. Motivo por el
cual convocan a la Defensoría de los Habitantes
para que participe en sesiones especiales y se
verifique el proceso de defensa de los derechos
de esta población ante la omisión o acción de las
oficinas locales del PANI.
Cabe mencionar que los comités de estudio integral
del niño agredido son equipos –interdisciplinarios
e interinstitucionales- destacados en los
establecimientos de atención en salud donde se
prestan servicios, responsables de prevenir, detectar,
atender y dar seguimiento a las situaciones
de agresión y abuso (en todas sus formas) que
sufren las personas menores de edad. 28
En el caso del CEINA-HNN, forma parte de este
equipo, un representante del Patronato Nacional
de la Infancia, (Área Legal), quien debe asesorar
y orientar en las decisiones que se tomen en el
seno del CEINA, debe servir de enlace y dar seguimiento
a la ejecución de acciones preventivas
que efectúe la oficina local con la familia del niño
o niña en estudio; además debe retroalimentar las
resoluciones que dicte el PANI en los casos que se
estudian y analizan en el CEINA-HNN.
Al respecto, preocupa a la Defensoría de los
Habitantes que la representación del PANI ante el
CEINA no cumpla estas funciones con la diligencia
y oportunidad que demandan las circunstancias ya
que está de por medio la salud, integridad física y
mental de una persona menor de edad. Situación
que debilita no solo el proceso de adopción oportuna
de medidas preventivas para trabajar con la
familia por parte de la oficina local, sino que afecta
el asesoramiento oportuno para la emisión acertada
de las medidas de protección. Lo anterior,
ciertamente se refleja en algunos casos que se
estudian y analizan en el seno de las sesiones del
CEINA a las que ha sido invitada a participar la
Defensoría de los Habitantes.
En ese sentido, existe una íntima relación entre el
eje de protección y el eje de defensa, definidos por
el PANI como dos de los cuatro ejes del trabajo
institucional. En el primero, se busca salvaguardar
la integridad física y emocional de las niñas, niños
28 Reglamento Comités de Estudio del Niños, Niñas y Adolescente
Agredido, Decreto Ejecutivo Nº 30007-S. La Gaceta Nº 235 del 06
de diciembre 2001.