SOCIEDAD CIVIL y diversidad - Acceso al sistema - Cámara de ...

1:16 • GRACIELA BENSUSÁ.¡.¡
simulación en el ejercicio de los derechos colectivos un gran negocio. Otro
tipo de contradicciones, aunque menos visibles, se da entre los intereses
de quienes tienen un puesto de trabajo y quieren garantías eficaces de que
van a mantenerlo aun en una situación de fuerte inestabilidad en los
mercados; los de quienes no pueden tener acceso a un empleo formal, en
parte por la supuesta rigidez de algunas regulaciones laborales y los de
los empleadores que esperan contar con regulaciones más flexibles para
adaptar las relaciones laborales a las exigencias de un entorno económico
fuertemente competitivo sin preocuparse por encontrar formas alternativas
de protección a los perjudicados.
En suma, el retraso en la transición laboral perjudica la solución de
muchos conflictos, los que en un régimen político democrático no pueden
saldarse por la vía de la simulación o la imposición y deberían encontrar
nuevos cauces para resolverse con transparencia, participación
de los actores involucrados y solidaridad social. Este camino es hoy intransitable
en México por lo que difícilmente se logrará en el futuro inmediato
una adecuada combinación de seguridad y flexibilidad laboral que
resulte aceptable para el conjunto de la sociedad (Bensusán, 2003). Por
el contrario, al emerger o agravarse estos conflictos de intereses con la
llegada casi simultánea de la recesión económica y la alternancia política,
se experimenta en el país una inevitable parálisis resultante de la
contraposición de dos lógicas que tienden a neutralizarse mutuamente.
Por un lado, la búsqueda de salidas por la vía de la complicidad corporativa,
la disciplina de los dirigentes sindicales y los legisladores y la
añoranza de los tiempos en que existía -y se ejercía- el poder arbitral
presidencial y, por otro, la resistencia de sectores opositores en muy diversos
ámbitos que se niegan a aceptar casi cualquier cambio que crean
que amenaza sus intereses, con apoyo en una creciente movilización
social que todo lo detiene pero no alcanza a mejorar el terreno de juego
ni a impulsar soluciones equilibradas.
Habría que agregar que, al igual que ocurre en otros ámbitos de la
vida nacional, la baja credibilidad de las instituciones laborales y el desinterés
de quienes las manejan en acabar con la impunidad en el incumplimiento
de las obligaciones y responsabilidades laborales más elementales
es uno de los problemas heredados del viejo sistema político
que no parece preocupar al nuevo régimen en tanto nada se ha propuesto
ni se ha hecho para corregir efectivamente esta situación. Puede
concluirse entonces que de seguirse retrasando la transición laboral
el transcurso del tiempo tendería a favorecer al "viejo sindicalismo"