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LA JERARQUÍA CATÓLICA YLA TRANSICiÓN MEXICANA' 355
Luego fue colaborador de monseñor Giovanni Battista Re, subsecretario
de Estado.
Los que lo conocen dicen que es amable y reservado. Es inteligente
sin deslumbrar. Se desenvuelve con prestancia entre embajadores y gobernantes.
Fanático del futbol, su equipo argentino es el San Lorenzo.
En definitiva Sandri es hijo de la generación Wojtyla, ortodoxo y doctrinal
así como sensible en lo social.
En 1997, en la basílica de San Pedro, recibió la consagración episcopal
y fue designado a la vez nuncio apostólico en Venezuela. A la ceremonia
asistió el presidente de la república, doctor Menem quien se dice
su amigo personal, los cardenales Eduardo Pironio, en uno de sus últimos
actos antes de fallecer, y Juan Carlos Aramburu, así como muchos
sacerdotes y amigos de la Argentina. Fue el primer argentino designado
nuncio apostólico, hay que recordar que el cuerpo diplomático de la
Santa Sede sólo tiene dos nuncios latinoamericanos (uno es argentino y
otro mexicano).
Como nuncio apostólico en Venezuela, su desempeño fue cuidadoso,
en la difícil transición que hoy vive con el gobierno del presidente
Chávez. 17 Muchos intereses tanto de la democracia cristiana venezolana
como de la Iglesia católica fueron afectados por Chávez. Con tacto y
mesura Sandri negocia con la constituyente no modificar temas como
el del aborto y la eutanasia. Sin duda, Sandri tuvo roces y tensiones, su
promoción a México es oportuna ya que se había venido erosionando
ante el gobierno de Caracas.
Tanto por la trayectoria, 22 años en la curia, como por el perfil generacional,
todo parece indicar que el próximo nuncio, Leonardo San-
17 Sabiendo el resultado de las elecciones presidenciales, Sandri en su discurso en el pleno de la CIV,
plantea los siguiente: "La Iglesia, madre y maestra, atenta a los signos de los tiempos, seguirá prestándose
con plena disponibilidad al diálogo y a la colaboración desde su propia misión y específica competencia,
en el mutuo respeto y salvaguardando la independencia y libertad propias de la Iglesia, con las próximas
autoridades del Estado y, en especial, con quien será el presidente de la república, a quien hago llegar desde
esta significativa sede un respetuoso y cordial saludo, encomendándolo a Dios y formulando los mejores
deseos de éxito para el trascendental servicio que está llamado a prestar a Venezuela.
"En particular, la Iglesia podrá aportar luces, sugerencias enseñanzas sabias, que por otra parte son
patrimonio de la cultura y de la grandeza espiritual del alma venezolana, en todo lo que se refiere, por ejemplo,
al respeto y a la dignidad de la persona humana; a la promoción y defensa de la vida humana desde la
concepción hasta la muerte; a la búsqueda de la justicia social y del mejor entendimiento y armonia entre
el capital y el trabajo; a la convivencia en solidaridad y en paz sin violencia entre todos los sectores; a las
formas de participación sin exclusiones en las diversas instancias sociales; a la promoción del bien común,
en el orden político, por encima de los intereses personales; al acceso de todos a la educación y a la salud; a
la superación de todas las formas de marginación y pobreza; al respeto al medio ambiente". Discurso de
monseñor Leonardo Sandri, a la Conferencia de Obispos Venezolanos, 8 de enero de 1999.