SOCIEDAD CIVIL y diversidad - Acceso al sistema - Cámara de ...

62 • RAFAEL MONTESINOS
lógica corporativa de las organizaciones empresariales, sino como
una primera forma de agrupación de los principales capitales nacionales,
como una instancia que permitiera la convergencia de la fracción
más poderosa de las clases empresariales, dando la pauta para
generar una estrategia que buscara el beneficio del sector al que pertenecían.
El reposicionamiento ideológico del gobierno de López Mateas,
que retomaba los principios del nacionalismo revolucionario, provocó
la protesta más homogénea del sector empresarial desde el triunfo
de la Revolución mexicana. En un amplio desplegado en el cual
firmaban la Coparmex, la Concamin y la Concanaco, reclamaban al
Estado las medidas adoptadas, tanto en el plano internacional como
en el nacional, respecto de lo cual en los desplegados en la prensa,
preguntaban al presidente: ¿Hasta dónde, señor presidente Sin embargo,
la enfermedad que persiguió a este estadista provocó su retiro
relativo de la escena política y, casi de manera automática, la disminución
del radicalismo discursivo del gobierno mexicano (Arreola,
1988).
Esto propició nuevamente la distensión entre las relaciones gobiernoempresarios
cuyo periodo de calma se extendió gracias al perfil del presidente
entrante, Oíaz Ordaz (1964-1970), quien había ganado prestigio
dentro de los sectores conservadores de la sociedad mexicana, dado su
perfil de hombre de convicción y de decisiones firmes, condición que se
confirmó con la represión al movimiento estudiantil en 1968, suceso
cuyo carácter no sólo propició la seguridad del nuevo rumbo definido
por la burocracia política, sino que coadyuvó a generar el respaldo
por parte del sector empresarial ante la crítica creciente hacia el autoritarismo
gubernamental. El poder político y el económico se reunían
para legitimar una decisión que atentaba contra la construcción de
una sociedad democrática que superara los rasgos paternalistas del
sistema político que se definió en el periodo revolucionario y que había
garantizado la paz social que posibilitó el desarrollo económico que
consolidó el predominio de estructuras productivas propiamente capitalistas.
La firme decisión del gobierno frente a un movimiento estudiantil
que cuestionaba a las autoridades, y por los presumibles nexos con intereses
de países aliados a la potencia enemiga de los Estados Unidos,
definitivamente se constituyó en el centro de una suerte de conciliación
entre la burocracia política y los empresarios mexicanos.