Jefatura femenina de hogar, pobreza urbana y exclusión - CROP
Jefatura femenina de hogar, pobreza urbana y exclusión - CROP
Jefatura femenina de hogar, pobreza urbana y exclusión - CROP
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
JEFATURA FEMENINA DE HOGAR, POBREZA URBANA Y EXCLUSIÓN SOCIAL<br />
divulgación que han recibido diferentes índices compuestos <strong>de</strong>l PnuD;<br />
en particular, el Índice <strong>de</strong> Desarrollo <strong>de</strong> Género (iDG) y el Índice <strong>de</strong><br />
Potenciación <strong>de</strong> Género (iPG) han resultado en mediciones más holísticas<br />
y han permitido seguir la evolución temporal <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> género, con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo humano y<br />
<strong>pobreza</strong> en los países y regiones, con el interés explícito <strong>de</strong> eliminar<br />
la asimetría, inequidad y disparidad entre los géneros. Sin embargo, a<br />
pesar <strong>de</strong> su carácter multidimensional, ellos se limitan a indicadores<br />
objetivos registrables, no incorporan el valor <strong>de</strong>l trabajo reproductivo<br />
ni <strong>de</strong>l sector informal, y no en todos existe una correlación evi<strong>de</strong>nte con<br />
los niveles <strong>de</strong> <strong>pobreza</strong>.<br />
El segundo aporte i<strong>de</strong>ntificado por Chant –la importancia <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>sagregación por <strong>hogar</strong>– resulta <strong>de</strong> cardinal relevancia en este trabajo.<br />
Esta autora cuestiona la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l <strong>hogar</strong> como unidad <strong>de</strong><br />
análisis, que lo supone como instancia homogénea y <strong>de</strong>mocrática; en su<br />
lugar propone consi<strong>de</strong>rar las relaciones <strong>de</strong>siguales por género y edad en<br />
los patrones <strong>de</strong> gasto y uso <strong>de</strong>l tiempo, distribución, acceso y control <strong>de</strong><br />
los recursos materiales y sociales, en la división <strong>de</strong>l trabajo, así como en<br />
la participación en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones, que permiten la visualización<br />
<strong>de</strong> la situación particular <strong>de</strong> las mujeres e incluso la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong><br />
situaciones <strong>de</strong> “<strong>pobreza</strong> secundaria” o falta <strong>de</strong> autonomía económica<br />
en mujeres sin activos propios pertenecientes a <strong>hogar</strong>es no pobres, así<br />
como <strong>de</strong> otras personas vulnerables a la situación <strong>de</strong> <strong>pobreza</strong>. Con ello<br />
se supera la invisibilidad <strong>de</strong> género que opera en la noción tradicional<br />
<strong>de</strong> <strong>hogar</strong> y se propone una visualización menos i<strong>de</strong>alizada <strong>de</strong>l mismo,<br />
con espacio para conflictos, intereses e inequida<strong>de</strong>s. En este mismo<br />
sentido, algunos organismos internacionales y regionales han <strong>de</strong>stacado<br />
las limitaciones <strong>de</strong> la utilización <strong>de</strong>l <strong>hogar</strong> como unidad <strong>de</strong> análisis<br />
para la medición <strong>de</strong>l ingreso: el ocultamiento <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s en<br />
la distribución <strong>de</strong> recursos y en cuanto al uso <strong>de</strong> tiempo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />
<strong>hogar</strong>, así como la invisibilización <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s específicas <strong>de</strong> sus<br />
miembros y <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong>l trabajo doméstico no remunerado (CEPAL/<br />
uniFEM, 2004) 14 .<br />
14 Para superar estas limitaciones se han propuesto algunas soluciones. La medición<br />
combinada <strong>de</strong> ingresos –individual y por <strong>hogar</strong>– permite distinguir cuatro categorías <strong>de</strong><br />
mujeres, a saber, Pobre absoluta: <strong>hogar</strong> pobre y mujer con nivel <strong>de</strong> ingresos nulo o bajo;<br />
Pobre “invisible”: <strong>hogar</strong> no pobre y mujer con nivel <strong>de</strong> ingresos nulo o bajo; Autónoma<br />
1: <strong>hogar</strong> pobre y mujer con niveles <strong>de</strong> ingresos medio o alto; y Autónoma 2: <strong>hogar</strong> no<br />
pobre y mujer con niveles <strong>de</strong> ingresos medio o alto. Al respecto pue<strong>de</strong> consultarse el documento<br />
presentado por Jorge Rodríguez citado en CEPAL/uniFEM (2004). también se<br />
ha <strong>de</strong>sarrollado un indicador sintético <strong>de</strong> la <strong>pobreza</strong> económica <strong>de</strong> las mujeres: cálculo<br />
<strong>de</strong>l ingreso global por sexo, dividido entre la población total <strong>de</strong> hombres y mujeres, para<br />
posteriormente medir la brecha en el ingreso total.<br />
40