Jefatura femenina de hogar, pobreza urbana y exclusión - CROP
Jefatura femenina de hogar, pobreza urbana y exclusión - CROP
Jefatura femenina de hogar, pobreza urbana y exclusión - CROP
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
María <strong>de</strong>l Carmen Zabala Argüelles<br />
menores tasas <strong>de</strong> participación económica, la discriminación laboral y<br />
las dificulta<strong>de</strong>s para acce<strong>de</strong>r a los recursos, lo cual <strong>de</strong>termina inestabilidad<br />
en sus ingresos (Fauné, 1995).<br />
Algunos estudios realizados no confirman el vínculo entre jefatura<br />
<strong>femenina</strong> <strong>de</strong> <strong>hogar</strong> y <strong>pobreza</strong>, en su lugar <strong>de</strong>stacan la inci<strong>de</strong>ncia<br />
<strong>de</strong> las condiciones <strong>de</strong>sventajosas en que se ejerce la jefatura en la<br />
producción y reproducción <strong>de</strong> la <strong>pobreza</strong>; en particular, las características<br />
y composición <strong>de</strong> los <strong>hogar</strong>es: indicadores <strong>de</strong> <strong>de</strong>sventaja<br />
social asociados con la mayor edad y menor escolaridad <strong>de</strong> las jefas<br />
(Andra<strong>de</strong>-Eekhoff, 1998), <strong>hogar</strong>es <strong>de</strong> mayor tamaño, monoparentales,<br />
extensos y con mayor número <strong>de</strong> <strong>de</strong>pendientes a cargo (Geldstein,<br />
1997; Cor<strong>de</strong>ro, 1998a; 1988b; Carrera, 1998; Pérez Sáinz y Mora Salas,<br />
2001; FunDASAL, 1996).<br />
Otros resultados no sólo no confirman la tesis <strong>de</strong> la feminización<br />
<strong>de</strong> la <strong>pobreza</strong>, sino que a<strong>de</strong>más reconocen mejores niveles <strong>de</strong> bienestar<br />
en los <strong>hogar</strong>es con jefatura <strong>femenina</strong>. Al respecto, <strong>de</strong>stacan:<br />
- Mejores condiciones materiales <strong>de</strong> vida, en particular ingresos<br />
per cápita superiores, mejores condiciones <strong>de</strong> las viviendas y <strong>de</strong><br />
su equipamiento (Duarte y tejada, 1995), así como un aprovechamiento<br />
más eficiente <strong>de</strong> los recursos (Rico y López, 1998).<br />
- Mayor libertad, autonomía, <strong>de</strong>mocracia y autoestima, menor<br />
abuso físico y emocional (CEPAL/uniFEM, 2004).<br />
- Mayor equidad en la distribución y un patrón <strong>de</strong> gastos más equitativo,<br />
orientado hacia la nutrición y educación (CEPAL/uniFEM,<br />
2004).<br />
- Mayor apoyo social y comunitario y menor sentimiento <strong>de</strong> vulnerabilidad<br />
(CEPAL/uniFEM, 2004).<br />
Estos últimos aspectos forman parte <strong>de</strong> una visión más integral <strong>de</strong><br />
la <strong>pobreza</strong>, más allá <strong>de</strong> las dimensiones relativas a los ingresos y el<br />
consumo.<br />
Otras evi<strong>de</strong>ncias encontradas resultan contradictorias, al <strong>de</strong>stacar<br />
aspectos positivos y negativos asociados a esta condición. En este<br />
sentido, se han i<strong>de</strong>ntificado situaciones extremas <strong>de</strong> subordinación <strong>femenina</strong><br />
y <strong>de</strong> violencia física y psicológica ejercida por los cónyuges contra<br />
mujeres no jefas que son responsables económicas <strong>de</strong> sus <strong>hogar</strong>es<br />
(García y Oliveira, 1994; Acosta Díaz, 2001a); asimismo, patrones <strong>de</strong><br />
consumo y trato <strong>de</strong>sigual por género al interior <strong>de</strong> <strong>hogar</strong>es con jefas<br />
mujeres en los grupos urbanos <strong>de</strong> bajos ingresos, i<strong>de</strong>ntificándose sólo<br />
como aspecto favorable <strong>de</strong>l bienestar familiar la ausencia <strong>de</strong> violencia<br />
doméstica (González <strong>de</strong> la Rocha, 1988).<br />
55