SAN LUIS EN LA GESTA SANMARTINIANA.pdf

LA CONTRIBUCIÓN MATERIAL
CAPITULO VIII
La singular y extraordinaria contribución material del Pueblo Puntano, tal cual
veremos en los capítulos finales con respecto al aporte moral y humano, debemos
referirla a tres períodos de tiempo directamente vinculados a la creación y
organización del Ejercito de los Andes, y en refuerzo de lo que en 1818 se llamó
Ejército Unido y en 1819 División de los Andes.
El primer período corresponde a 1814. El segundo comprende el trienio 1815-
1817. El tercero transcurre desde comienzos de 1818 hasta mediados de enero de
1820. Descartamos de estos apuntes la ingente y ahincada contribución total y de
vanguardia, que ofreció sin miramientos, y cumplió, el Pueblo Puntano, desde junio
de 1810 hasta fines de 1813.
Leyendo los trabajos magistrales más difundidos en nuestro país referentes a
la gesta sanmartiniana, (489) la participación puntana aparece disminuida, cuando no
ignorada. En algún caso se aduce la escasez o carencia de documentos. No pocas
veces sólo Mendoza es Cuyo. (490) Y cuando la prolijidad del cronista o del historiador
ha extendido su esfuerzo, sentimos y comprendemos la participación de San Juan.
A la tierra de Pringles tenemos que suponerla entre líneas formulándonos una
interrogación angustiosa: -“¿Y San Luis?” Sin embargo, los mejores testimonios
irrecusables reconociendo el sacrificio de nuestro pueblo, lo que nuestro pueblo
ofrendó a la soberanía naciente sin parangón, corresponde al Capitán de los Andes,
en primer lugar, y después, a Luzuriaga, a Dupuy y a Olazábal.
Sin duda, la magnitud del empeño de nuestros cronistas e historiadores,
justifica, en cierto modo, aquello que se soslaya, que se retacea, o que, en trance de
selección, se deja de lado o simplemente se ignora. Quizá por esta razón sean tan
oportunos y adquieran cierto valor nuestros apuntes. Llenan incuestionablemente un
vacío inexplicable e imperdonable.
Gez, a quien debemos el mayor y más sincero estudio, es incompleto, y, por
sobre todo, desordenado. (491) El mendocino Hudson, aparece, no pocas veces,
inexacto y anacrónico. (492) De “El país de Cuyo”, que debemos al Dr. Nicanor Larrain,
basta leer los cuatro primeros renglones de la “Introducción” para tener la medida
cabal de su ignorancia de San Luis. (493) Y en cuanto al reciente libro “San Martín El
Libertador” de nuestro comprovinciano don Celedonio Galván Moreno, (494) obra de
divulgación por muchos conceptos meritoria, es una lástima que se resista su
489
“Historia de San Martín”, p. B. Mitre, Bs. As., 1890; “Historia del Libertador Don José de San Martín”, p. J. P.
Otero, Bs. As., 1932; “San Martín en América”, p. Augusto Barcia Trilles, Bs. As., 1943; “San Martín”, p. M. F.
Mantilla, Bs. As., 1913; “Historia de la República Argentina”, p. V. F. López, 1913, nueva edición; y “El Santo de
la Espada”, p. R. Rojas, Bs. As., 1946, nueva edición Losada.
490
Otero, J. P., ob. cit., t. I, p. 648. Dice el meritísimo historiador aludiendo a San Martín: “Mendoza le daba sus
dones como le daba su plata y su sangre”. Debemos entender CUYO, a fin de que tan exacta afirmación tenga
toda su extensión verdadera.
491
”Historia de la Prov…”, p. J. W. Gez, Bs. As., 1916, t. I, caps. VI a IX, pp. 151 a 242, y “La tradición…”,
Corrientes, 1910, p. 129.
492 da
Hudson, ob. cit., p. 26, III; p. 38, X, 2 . col.; etc.
493
Bs. As., 1906, p. XIX.
494
Bs. As., 1944, sgda. ed.