SAN LUIS EN LA GESTA SANMARTINIANA.pdf
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documental con que su autor trata en los capítulos VI, VII, VIII y IX, del T. I, el<br />
suceso histórico motivo de nuestra investigación.<br />
Pero no es precisamente, y en último término, el hecho de ignorar lo que fue el<br />
sacrificio ejemplar de los puntanos en la gesta sanmartiniana, aquello que nos da la<br />
clave del escamoteo de nuestra actuación como sujetos de la Historia, en primer<br />
plano, y que hace aparecer solamente a Mendoza como Cuyo.<br />
No. Hay algo más que es menester destacar, sin eufemismos, para<br />
comprender, en toda su hondura, el alcance de este desplazamiento. El criterio que<br />
omite o que ignora a San Luis, tiene su fundamento en la justipreciación peyorativa<br />
que el utilitarismo, con ímpetus imperialistas, enrostra al idealismo. Aludimos<br />
singularmente a la opinión pedestre, que también alcanza, a veces, a los<br />
especialistas. Y queremos que se nos entienda. ¿Cómo podría la pobre San Luis,<br />
realizar una hazaña apenas si posible para la rica Mendoza? Y en el juicio está<br />
implícita la capacidad discriminativa del materialismo contemporáneo. Las<br />
posibilidades son ante todo económicas… Por donde se nos derrumba la concepción<br />
del héroe de Carlyle, y, por ende, la de Mitre.<br />
Más no remata aquí la subyacencia de esta ignorancia. Hay un complejo de<br />
inferioridad muy nuestro; y escribimos así porque es típicamente normalista. Nos<br />
referimos al persistente juicio negativo, que con respecto a las posibilidades del<br />
medio, ha difundido con un énfasis y un tesón dignos de mejor causa, muy<br />
particularmente, el magisterio puntano que, fuera del terruño, realiza ahincada tarea<br />
docente. Y, finalmente, la ignorancia geográfica, -para algunos “cartógrafos”, San<br />
Luis, segregada de Cuyo, es centro como Córdoba- mejor dicho, las audacias<br />
topográficas de algunos didácticos que no vale la pena mencionar.<br />
He aquí, pues, los males que se deben combatir. Primero, la simple y natural<br />
ignorancia. Segundo, el concepto peyorativo o despectivo que el utilitarismo redivivo<br />
extrae de la tabla de valores de Bentham, una de cuyas consecuencias, en nuestro<br />
ambiente, es el complejo de inferioridad aludido por nosotros, y que mucho tiene que<br />
ver con la orientación positivista, hasta ayer, de la pedagogía nacional. Tercero, las<br />
fantasías en materia geográfica; a lo que se puede agregar las famosas<br />
generalizaciones de nuestra sociología “criolla”, amén de la ligereza y deshonestidad<br />
volanderas y aplastantes del periodismo mercantilista de nuestros días.<br />
Trataremos, pues, de llevar a buen término nuestro cometido. Con tal<br />
propósito, delimitaremos con precisión nuestra parcela en el campo indiviso de la<br />
tarea común. ¿Cómo acotar esta deprimente ignorancia? De esta suerte:<br />
destacaremos con claridad los factores fundamentales que realizaron las acciones, o<br />
que aparecen como los antecedentes que se tradujeron en la concatenación parcial<br />
de los hechos históricos que investigaremos. ¿Cuáles fueron esos factores? Esos<br />
factores fueron tres. Individual o personal: San Martín. Social: el Pueblo Puntano.<br />
Geográfico o telúrico: el medio físico y biológico provincial.<br />
Pero como en los días que corren ya no es posible, sin caer en manifiesto<br />
anacronismo, olvidar que la Historia hace mucho tiempo que superó el mero campo<br />
político de los estados, hacemos presente que, exprofeso, eludiremos la historia de<br />
las ideas, la historia de la cultura; aspecto éste, que, desde luego, requiere una<br />
investigación serena y honda, aun cuando no dejaremos de tocarlo incidentalmente.<br />
Por último, advertimos que el carácter de síntesis o de visión total que tiene esta<br />
Introducción, no nos permitirá documentar cada una de nuestras afirmaciones; pero,<br />
aseguramos que iremos alcanzando este desiderátum a medida que nos adentremos<br />
en la consideración de todas las facetas que ofrece al estudioso el problema objeto<br />
de esta dilucidación.