SAN LUIS EN LA GESTA SANMARTINIANA.pdf

“Alféreces. Eligio Cabral – Camilo Domínguez – Andrés Miranda – Rufino
Poblet – José Pedernera – Fausto Giménez – Pedro Lucero y Sosa – Anastasio
Carvallo – José María Videla – JUAN PASCUAL PRINGLES – Nepomuceno Poblet –
Juan Antonio Ortiz – Hipólito Giménez – Ventura Jurado – Lino Garro”.
“Cada compañía de 120 hombres y con un total de 1800 plazas”.
“San Luis, noviembre 2 de 1815.
Vicente Dupuy”. (671)
En el cuadro de oficiales inserto no figura JUAN ESTEBAN PEDERNERA, por
ese entonces soldado distinguido que al término de la campaña del Perú regresó al
terruño con la jerarquía de coronel graduado. (672)
La simple lectura de la nómina de oficiales, con un total de 67, nos confirma la
participación en la misma de todos los partidos de la jurisdicción. Lo más auténtica y
tradicionalmente puntano estaba ahí. Podemos puntualizarlo nombre por nombre. De
la primera propuesta, en los cuadros definitivos de la oficialidad, figura solamente D.
Manuel Herrera h. como teniente segundo. En otras actividades o como cabildantes,
actuaban 19 oficiales, entre ellos los de más alta graduación: Sargentos Mayores D.
José Justo Gatica y D. Francisco de Paula Lucero.
De modo tal, que cuanto el Ejército del Norte sufrió la derrota campal de Sipe
Sipe y las Provincias del Río de la Plata debieron afrontar el inminente peligro de ser
dominadas por los realistas, San Luis había completado su organización militar, ¡todo
el PUEBLO estaba sobre armas!
San Luis había dado para los Ejércitos Auxiliares, hasta mediados de 1815,
según la certificación de Dupuy, 3.000 hombres, y en aquel momento crítico proveía
de reclutas al naciente Ejército de los Andes y tenía en su jurisdicción, en pie de
guerra, 15 compañías de milicias de caballería con un total de 1.886 hombres.
¿Qué han destacado de esto nuestros historiadores? Muy poco. Y cuando se
ha tratado de reconocer méritos, algunos han afirmado que el Ejercito de los Andes
fue la obra de Mendoza y de Buenos Aires. (673)
671 Gez, “Historia…”, t. I, pp. 169-171. No hemos encontrado este importante documento en repositorio local.
672 Mendoza, J. Alfredo, “Juan Esteban Pedernera su acción y su vida”, Bs. As., 1896, p. 41.
673 Dejando de lado las citas negativas, mencionaremos algunos juicios corroborantes: el Gral. Guillermo Miller
en sus “Memorias”, afirma que el Ejército de los Andes “pesaba demasiado sobre los recursos de una provincia”,
y sin embargo “los habitantes hablaban de él” –se refiere a San Martín- “con respeto y entusiasmo”. Citado por
José L. Busaniche, “San Martín visto por sus contemporáneos”, Bs. As., 1942, p. 152. –Otero, ob. cit., t. I, cap.
XXV, p. 715, dice: “la leva general que San Martín auspiciaba sólo se realizó en Cuyo y no en el resto de las
provincias argentinas como su proponente lo deseaba”.- Leopoldo L. Ornstein, en su meritorio trabajo titulado “La
contribución de Cuyo a la Organización del Ejército de los Andes” – “Anales del 1er. Cong. de Hist. de Cuyo”,
Bs. As., 1937, t. II, p. 315 – asevera: “si se considera que el total del efectivo alcanzado por el Ejército le abriese
la campaña era de 5.187, se comprueba que casi las tres cuartas partes del mismo estaban constituidas por
personal suministrado por la citada provincia.” Debemos, empero, advertir que Ornstein no considera la
contribución posterior a 1816, que, en lo referente a San Luis, superó el esfuerzo apuntado. Por otra parte, con
respecto a la contribución material, este documentado investigador incurre, no obstante, en afirmaciones de
información insuficiente. Tomamos por caso lo que anota atinente a los caballos provistos por Cuyo. –trab. cit., p.
316- Documentalmente se puede demostrar que la contribución de Córdoba y Buenos Aires, a este respecto, fue
insignificante si la comparamos con la de San Luis. A fines de enero de 1817, los puntanos habían entregado para
el Ejército de los Andes más de 2.000 caballos donados. Y sólo en 1819, el Gral. San Marín compró en San Luis,
más de 2.000 caballos a 4 pesos c/u. En el cap. titulado “La contribución material”, hemos tratado con cierta
amplitud esta cuestión. Además, para comprender y aquilatar justicieramente el esfuerzo, es necesario tener
presente que sobre una población de 16.000 habitantes, entre 1810 y 1819, San Luis había movilizado más de
5.000 hombres; que es tanto como disponer para la guerra un tercio de esa población. Apenas si los niños y los
ancianos quedaron eximidos de tan gloriosa conscripción.