SAN LUIS EN LA GESTA SANMARTINIANA.pdf

prodigio!, deslumbró en el erial soñando independencia. Por sobre las posibilidades
económicas triunfaron las virtudes morales. Y así, más que el intelecto, una voluntad
disciplinada por la fe se irguió para triunfar, sembrando asombro en esa aldea
ignorada o negada que fue San Luis en 1814, y poniendo en marcha una columna de
héroes.
El Cabildo Sanmartiniano
Al escribir este capítulo, no hemos de abordar el estudio del Cabildo puntano:
sus capitulares representativos, su organización, su gestión edilicia, política,
económica y judicial; su realidad histórica en una palabra, ni siquiera referida al
período que investigamos. Ello nos situaría fuera de los límites de estos apuntes, vale
decir del objeto primordial con que los hemos tomado. Pero es imposible dejar de
afirmar con la máxima claridad, que no consideraremos en abstracto la institución
capitular. Muy por lo contrario, siempre trataremos de comprobar, y por ende
evidenciar, aquello que fue la realidad actuante de nuestro Cabildo.
Ajenos a toda concepción familiar de la Historia, no servimos intereses de
facción. Tratamos de alcanzar la verdad. Es desagradable tener que expresarlo, pero
ello es evidente: Gez no tuvo un concepto ajustado de aquello que fue históricamente
nuestro Cabildo. Conocía someramente lo que el Ayuntamiento era como institución
teórica, -mal de algunos- y con esa vara que sólo sirve para generalizar corriendo el
peligro de caer en falsedad, midió la administración concreta de nuestro Cabildo. Y
agregamos, sin temor a que se nos demuestre lo contrario, el mismo conocimiento
que tenía Gez de aquello que era legalmente el Cabildo, no le impidió poner en
descubierto ignorancias inconcebibles. (142)
Pero es indispensable afirmar, como noción previa, que el Cabildo era todo en
el gobierno de la ciudad de entonces y su jurisdicción. Y al escribir todo, no pecamos
por exceso. Los poderes públicos, en nuestros días, no abarcan con aquella amplitud,
en toda la extensión de la provincia, una gestión gubernativa a que esté tan vinculado
el pueblo como lo estaba entonces. Por eso designamos a San Luis Ciudad-Cabildo,
con una latitud tal, que confunde la extensión de lo que hoy consideramos zona
urbana, con aquello que entonces era la jurisdicción en la integridad de su
delimitación.
¿Podemos en 1814 anotar algún cambio fundamental en la institución? Sí,
podemos anotar una palabra. El Regidor Alférez ha cambiado su calificación de
“Real” por la de “Nacional”. Pero la realidad actuante, en un lugar determinado y en
un tiempo dado, sigue siendo la misma. El Cabildo elegido en 1814 o en 1815 por el
saliente, según costumbre secular, muestra idéntico sello de representación popular,
idéntica fidelidad a la “sagrada causa” o al “sistema americano”, que el electo el 15
de diciembre de 1818 de conformidad con lo estatuido en el Reglamento Provisorio.
(143) No se podría establecer ninguna diferencia, ni siquiera de grado, en lo que a
conciencia pública se refiere. Los capitulares son la más auténtica representación de
la oligarquía dirigente. Puede, sí, afirmarse, que de 1814 a 1820, el ritmo de la
gestión, a fin de colaborar en la más amplia realización del plan sanmartiniano, se
hizo día a día más nervioso, que acreció el fervor patriótico, que las decisiones
142 Gez, J. W., “Historia…”, t. 1, pp. 47 y 93. En ambos contextos las falsedades son tantas, que necesitaríamos
escribir un largo capítulo para puntualizarlas.
143 A. H. P. S. L., c. 19, e. 55, f. 37.