SAN LUIS EN LA GESTA SANMARTINIANA.pdf

José Torre Revello ha publicado un documento interesantísimo referente a la
población de San Luis. Se trata del resumen del censo de 1812 ordenado por el
primer Triunvirato. (21) Analizándolo sucintamente podemos anotar lo siguiente: sobre
16.837 habitantes censados, 4.563 eran indios, 1.473 negros y mulatos, y 25
españoles peninsulares. La población criolla alcanzaba, por lo tanto, a 10.668
personas. Otro documento citado por el mismo meritísimo investigador, referido a
1.777, da para San Luis 1.388 mestizos, 1.282 indios empadronados, y 578 negros y
mulatos. Sobre la base de este documento, el porcentaje de sangre española en la
población de las tres provincias de Cuyo sería aproximadamente el siguiente: San
Luis 53,3 %; Mendoza 51 %; y San Juan 21 %. Con respecto al censo de 1812, el
tanto por ciento sería: San Luis 63,3 %; Mendoza 45 %; y San Juan 35,5 %.
La documentación, pues, nos permite aseverar con mayor seguridad, que
nuestra cultura es originalmente hispánica. Ahora bien, mientras en San Juan y en
Mendoza la distribución de los habitantes era manifiestamente irregular, en San Luis
ocurría todo lo contrario, pudiendo destacarse dos centros parroquiales muy
equilibrados: Renca y San Luis. Como así también, en tanto que en San Juan era
evidente el predominio del indio en la constitución social, y en Mendoza, la acentuada
influencia del negro, ya que contaba con 4.456 censados en 1812, lo que equivalía
casi a un cuarto de la población total, en la provincia de San Luis era manifiesta la
preponderancia hispana.
Para Eulalio Astudillo Menéndez, (22) el puntano es el más cuyano de los
pobladores de Cuyo. El más cuyano, en razón de ser San Luis una consecuencia de
las fundaciones de Mendoza y de San Juan. No ha de dársele, pues, al gentilicio,
cierto contenido de cuyanidad derivado de cuyunches. Ateniéndonos a tal sentido,
nadie puede pretender quitar la prioridad a los sanjuaninos.
Recurramos, ahora, a una de esas socorridas recetas de nuestra sociología
que de vernácula no tiene siquiera la originalidad disparatada de sus generalizaciones
o diagramas, y digamos que San Luis, sociedad mediterránea, según Ingenieros, es
un núcleo de civilización “hispano-indígena” o “gaucha”, en oposición a los núcleos
“euro-argentinos”. (23) Para el criterio anacrónico de Ingenieros, “la revolución” fue la
obra de una variedad étnica, y esto es tan falso como contraponer la población
urbana a la rural, calificando la primera de civilizada y la segunda de bárbara. Así se
explica que haya sido juzgada tan severamente su inconsistente historia sociológica.
(24)
Con la fundación de San Luis comienza la guerra contra el indio pampa. La
debilidad del reducto provoca la dispersión y encastillamiento de los vecinos
moradores -fundadores y cofundadores- entre las breñas y quebradas cercanas. He
ahí el origen de la regular distribución de los pobladores. ¿Cuál es el valor moral
originario que descubre nuestro pueblo?
El más alto, el mismo que jalona el incomparable proceso de la conquista y de
la pacificación. Declaramos que nos repugna emplear el vocablo colonización.
Colonizadores fueron y son los ingleses, franceses y holandeses; porque la finalidad
de la colonización fue y sigue siendo la explotación. Los españoles fueron
misioneros o civilizadores, actuaron como soldados o como frailes, sirviendo un ideal
trascendente.
21 “La población de Cuyo a comienzos del Virreynato y a principios de la iniciación del período independiente,
1777 y 1812”, en “Boletín del Inst. de Investigaciones Históricas”. Bs. As., 1939, t. 23, nº 77-80, p. 77.
22 Astudillo Menéndez, E., trab. cit., p. 312.
23 Ingenieros, J., “Sociología Argentina”, Bs. As., 1918, p. 448.
24 Carbia, R. D., ob. cit., p. 248.