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SAN LUIS EN LA GESTA SANMARTINIANA.pdf

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conocimiento de nuestra Historia provincial. Dice nuestro comprovinciano: “Los<br />

historiadores nos hablan de Cabral, que al morir tuvo la fortuna de gritar “Muero<br />

contento hemos vencido al enemigo”. Pero nada nos dicen de Baigorria, el humilde<br />

puntano, que, mientras Cabral se batía denodado quitando con su brazo los sablazos<br />

y lanzadas hasta sacar a San Martín debajo del caballo, que es como decir: ¡salvar la<br />

libertad de América! Nada nos dicen de aquel gaucho puntano, José Santos Frías<br />

que, ensangrentado el pecho, aún se lanza a la pelea en vertiginosa carrera, con<br />

molinetes de su sable tajante, hasta alzar en ancas a su capitán, que ha quedado de<br />

a pie, batiéndose. Abre cancha con su corbo, penetra y llega, y arrebata. Es Lamadrid<br />

que se salva para otros cien combates de la Patria. Puntano era Prudencio Torres, el<br />

que salvó la vida de Zapiola en Maipú, mientras tronaba el cañón y chispeaban los<br />

aceros.” (646)<br />

Fácil nos sería hacer ver de qué modo, ese soldado, recorriendo los caminos<br />

gloriosos de la gesta sin par, en reguero de heroísmos, fue sembrando coraje y<br />

cosechando laureles ahí mismo donde el hecho material de la victoria no le fue<br />

propicio. Un día será la sorpresa de Chancay, y, otro, la desastrosa retirada de<br />

Moquegua recordada por Espejo. (647) En una y otra, el clarín de la fama proclama<br />

entre otros nombres de esforzados el de Pringles, y en el “Escuadrón Sagrado”, el del<br />

sargento distinguido Dionisio Hernández y su Pancha, que la mujer puntana fue<br />

también soldado.<br />

¿Cómo no comprender entonces por qué el Pueblo Puntano fue el primero que<br />

en Cuyo se irguió para responder presente a los hombres de Mayo, y el último que en<br />

esa mismo Cuyo permaneció fiel a los dictados sanmartinianos?<br />

Desde mediados de 1810 hasta comienzos de 1814 las “levas” se sucedieron<br />

en la jurisdicción puntana con una regularidad anonadante. A fines de 1813 el Tte. de<br />

Gobernador D. José Lucas Ortiz había ordenado a los jueces de partido levantar un<br />

censo de todos los hombres disponibles para la guerra, “desde el más chico hasta el<br />

más grande”, tal cual encontramos expresado en un oficio del juez de Carolina D.<br />

Bernardo Videla. (648)<br />

Los alcaldes de hermandad diligenciaron el cometido con rigidez,<br />

ejecutivamente, alistando a los vecinos “sin asegción de Persona” (649) ; y de nada<br />

valió el monte y las serranías a los desertores, vagos y malentretenidos que habían<br />

huido ante la seguridad de engrosar los contingentes que debían marchar a reforzar<br />

el Ejército del Norte. Aprehendidos éstos, eran enviados sin demora a Mendoza o a<br />

Buenos Aires, Matreros hubo que en tales circunstancias se internaron en tierra de<br />

indios; pero, el reclutamiento del mestizaje no tardó más tiempo, en algunos partidos,<br />

que el necesario para su regreso de la algarroba -“en las atravesias”- aquel verano<br />

de 1814. (650)<br />

Entre tanto, la población labradora, los capataces, artesanos y peones de las<br />

estancias, dieron cima a los menesteres de la estación, aprestándose finalmente para<br />

formar en los cuadros de las milicias de caballería rural y en las compañías de cívicos<br />

del “pueblo”.<br />

646<br />

“Los cuatro hermanos Videla”, “Rev. de la Junta de Est. Histórico de Mendoza”, Mendoza, 1937, t. VII, Nº.<br />

17-18, p. 177. –Cfr. Anschutz, C., ob. cit., t. II, p. 235. Prudencio Torres figura como cabo de la 1ra. Comp. del<br />

1er. Esqn. de Granaderos a Caballo en enero de 1820. –Cfr. Sarmiento, “Civilización y…”, Bs. As., 1889, p. 143.<br />

J. J. Biedma dice que Torres nació en Mendoza- “Pringles”, Bs. As., 1894, p. 151.<br />

647<br />

Gez, “La tradición…”, p. 147.<br />

648<br />

A. H. P. S. L., c. 17, e. 32.<br />

649<br />

Ibidem. Of. del Alc. de Hermandad de la frontera del río Quinto, D. Buenaventura Camargo.<br />

650<br />

Ibidem. Of. del Alc. de Herm. D. Flor Basconcelos, desde San Lorenzo –actual Dto. Sn. Martín- a D. José<br />

Lucas Ortiz.

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