SAN LUIS EN LA GESTA SANMARTINIANA.pdf

Capitanes Comandantes de Escuadrón: Tomás Luis Osorio. –Pedro L. Lucero.
–Jacinto San Martín. –Manuel Riveros. –Mateo Gómez. –Juan Pablo Palma. –JUAN
FACUNDO QUIROGA. –Tomás Baras. –Ramón Esteban Ramos.
Ayudantes: José Antonio Becerra. –Cornelio Lucio Lucero. –Basilio Quiroga. –
Lorenzo Riveros.
“Tenientes: José Antonio Lucero. –Luis Becerra. –Juan Antonio Quiroga. –
Sebastián Lucero. –José Gregorio Calderón. –Domingo Menéndez.
“Alféreces: Juan Antonio Ortiz. –JUAN PASCUAL PRINGLES. –José María
Videla.- Pedro Lucero y Sosa.
“Administrador de Correos y Ministro de Hacienda: Rafael de la Peña”.
”Oficial prisionero-:realista- : Pedro José Cornejo”. (736)
Ni antes ni después se vio San Luis tan honrada con la presencia del Capitán
de los Andes como durante 1819. Pero resulta afligente la falta de referencias
documentales al respecto en nuestro Archivo Histórico local. Los breves y contados
acuerdos capitulares casi nada consignan y los borradores o copias de la
correspondencia de Dupuy, así como los originales de Luzuriaga, han desaparecido.
Con motivo del alzamiento de los prisioneros realistas, (737) San Martín arribó a
San Luis el 2 de marzo. Seguimos la cronología anotada por Otero. (738) En esta
oportunidad ocurrió su entrevista con el Tte. Ayudante D. Juan Ruiz Ordóñez, único
sobreviviente de los comprometidos en la sublevación, posteriormente indultado por
el Libertador. Muchos años más tarde, Ruiz Ordóñez, en una carta que dirigió desde
Barcelona a D. Mariano Balcarce, recordó conmovido esta entrevista, recalcando la
magnanimidad de su salvador.
El 9 de marzo, desde San Luis, San Martín ordenó el repaso de la División de
los Andes. Al día siguiente regresó a Mendoza. Finalizaba marzo cuando pasó por
San Luis hacia Buenos Aires Dña. Remedios Escalada de San Martín, hospedándose
en la casa de D. Esteban Adaro. Mitre asegura que San Martín acompañó a su
esposa en esta ocasión hasta el río Quinto, lo cual, indudablemente no ocurrió. (739)
San Martín siguió en Mendoza preocupado por el giro que fue tomando la guerra
fratricida en el litoral, y esperó, sin duda, la comisión mediadora designada por el
Gobierno de Chile. Sabemos que Pueyrredón rechazó la mediación; pero, los
comisionados: Coronel Luis de la Cruz y Regidor Salvador de la Cabadera, llegaron
con su escolta hasta San Luis, en donde D. Luis de Videla, por encargo del Cabildo
736 Gez, J. W., “Hist. de la…”, t. I, cap. VIII, parág. 4, pp. 225-227. Es lamentable tener que apuntar que en el
repositorio local apenas si se conserva algún papel referente a la sublevación de los prisioneros realistas. Entre las
observaciones que podemos hacer con respecto a la nómina de los premiados, anotamos, por ahora, dos: 1ra., el
Cap. Cte. de Escuadrón JUAN FACUNDO QUIROGA, aparece a la cabeza de los condecorados. 2da., Pedro José
Cornejo, era un prisionero realista recomendado por Luzuriaga a Dupuy quien lo utilizó como espía entre los
“godos”, por haber manifestado su decisión de actuar en las filas “patriotas”. –A. H. P. S. L., c. 23, e. 15. Of. de
Luzuriaga de Dupuy, del 18 de nov. de 1818.
737 REALISTAS es el calificativo que corresponde, no ESPAÑOLES, como equivocadamente escriben algunos
cronistas; porque españoles eran todos, tanto americanos como peninsulares, aun cuando no todos eran
realistas. Igualmente incorrecto es considerar “presos” a los prisioneros y confinados. Esta equívoca calificación
ha dado existencia a una confusión tal, por obra y gracia de los desaprensivos repetidores, que donde actuaron
solamente soldados y dignos ciudadanos, aparecen fabulosos y terroríficos “presidiarios” o “delincuentes de orden
común” puestos en libertad por la imaginación de novelistas y libelistas.
738 Ob. cit., II, cap. XIX, p. 539.
739 Sosa Loyola, G., ob., cit., pp. 64-66, nota (4) y p. 151. Carta de San Martín a Dupuy, escrita en Mendoza el 16
de abril de 1819. –Hudson, D., ob. cit., cap. seg., 1819 a 1820, parág. III, p. 92 –dice que San Martín acompañó a
su esposa “hasta subir al carruaje que esperaba a la puerta. Despidióse de ella y de su tierna hija Merceditas con
las manifestaciones de un amoroso esposo y padre.” –Cfr. Otero, ob. cit., t. II, cap. XXI, parág. IX, p. 360.