SAN LUIS EN LA GESTA SANMARTINIANA.pdf
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Director Supremo, con un hijo del “País” –anhelo que no se concretó debido a las<br />
sucesivas dilaciones que experimentó- (151) , y firme criterio, en fin, que se impuso en<br />
1820 por los mismos hombres enjuiciados en 1815, encabezados por D. Tomás<br />
Baras. (152)<br />
Ahora bien, lo que pareciera haber comprendido Gez cuando pretende estudiar<br />
el Cabildo en el período mal llamado colonial, ya que encuentra muy justo que los<br />
vecinos de la ciudad de San Luis resistan la designación de un Tte. de Corregidor<br />
foráneo (153) –sin tener presente lo legislado para el caso- (154) es innegable que pone<br />
de manifiesto una contradicción en su juicio cuando endosa el sambenito de<br />
“díscolos” (155) , o de escandalosos o de anarquistas, a quienes, como aquellos que en<br />
1632 sostuvieron el nombramiento de D. Pedro Pérez Moreno, sostenían ahora<br />
idéntico derecho a elegir un puntano como representante de San Luis, aspiración la<br />
más natural, y que no podía extrañar a nadie, máxime cuando el movimiento de Mayo<br />
se había realizado sobre la base del aliciente de la Independencia tan ansiada.<br />
Repitámoslo para que no se olvide: el resorte, el estímulo que movió con<br />
inusitada rapidez al Cabildo de San Luis, induciéndolo a negar acatamiento al de<br />
Córdoba y a sostener la actitud del de Buenos Aires, (156) era la convicción sincera de<br />
sus regidores que creyeron llegada la hora de conquistar la más amplia prerrogativa<br />
del gobierno propio; (157) al punto de que no pudiéndose solventar las dietas de su<br />
diputado con el ramo de propios, 846 vecinos contribuyeron con el objeto de pagarlas.<br />
(158) Y la mencionada prerrogativa del gobierno propio, al mismo tiempo que<br />
significaba “causa o sistema americano”, que era tanto como Independencia<br />
Nacional, representaba, además, autonomía provincial.<br />
Estudiado el origen de la reacción local, lo encontramos provocado por la<br />
impolítica intromisión de Buenos Aires, que después de haber equiparado la jerarquía<br />
de las representaciones provinciales, terminaba avasallando y desconociendo la<br />
propia determinación de los pueblos.<br />
Hechas estas consideraciones generales, reiteramos, porque ya lo hemos<br />
afirmado, que no obstante este principio de anarquía, el pueblo puntano, en sus<br />
hombres representativos, y en sus clases humildes y anónimas, presentó un solo<br />
frente para servir la política sanmartiniana. Dejando de lado a quienes, como D.<br />
Tomás Luis Osorio y D. José Manuel Riveros, secundaron incondicionalmente la<br />
gestión de Dupuy, en el círculo que llamaremos de sus colaboradores inmediatos, (159)<br />
–aunque él escribió en cierta ocasión diciendo que en San Luis no tenía<br />
151<br />
Ibidem. c. 19, e. 65. Entre otros documentos puede cf. el of. que con fecha 2 de nov. de 1816 dirigió el Cabildo<br />
a Dupuy.<br />
152<br />
Gez, J. W., “Historia…”, t. 1, p. 246. “Rev. de la Junta de Est. Históricos de Mendoza”, Mendoza, 1937, t. IX,<br />
nº 21-22, pp. 167-169. Pueden leerse ahí dos documentos (números 21 y 26) que ponen en evidencia la conducta<br />
de Baras con Luzuriaga ya depuesto de su cargo de Gob. Int. de Cuyo, y de paso en San Luis. Cf. cap. V de estos<br />
apuntes, “Los colaboradores de Dupuy”.<br />
153<br />
Gez, J. W., “Historia…”, t. 1, p. 51.<br />
154<br />
Ots Capdequí, José María, “Manual de Hist. del Der. Español en las Indias…”, Bs. As., 1945, p. 365. “b) Los<br />
Alcaldes Mayores y Corregidores.<br />
155<br />
Gez, J. W., “Historia…”, t. 1, p. 245.<br />
156<br />
Ibidem, p. 127.<br />
157<br />
Era la convicción expresada por el Síndico Procurador D. Tomás Baras solicitando cabildo abierto, en feb. de<br />
1813, con los siguientes términos:”Pero ya llegó el tiempo en que cada pueblo defienda sus legítimos derechos y<br />
acciones”. A: H. P. S. L., c. 16, e. 71.<br />
158<br />
Ibidem, c. 16, e. 70.<br />
159<br />
Pueden citarse en este círculo: D. José Justo Gatica., D. Esteban y D. Juan Adaro, D. Luis de Videla. D. José<br />
Santos Ortiz, D. Francisco de Paula Lucero, D. Mateo Gómez, D. José Narciso Domínguez, D. José Cecilio<br />
Lucero y D. José Gregorio Giménez, entre otros.