SAN LUIS EN LA GESTA SANMARTINIANA.pdf

¿Cuál era entonces el principal valor de cambio? Sin la menor hesitación
respondemos: la carne. La carne en pie, como ganado de exportación o de abasto
local, y la carne seca denominada charqui. Con ella se alimentaron los contingentes
mientras se organizaba el Ejército de los Andes, con ella el soldado tuvo el suficiente
número de calorías para afrontar la travesía de la cordillera, y con ella se abasteció al
Ejército Unido y a la División de los Andes hasta comienzos de 1820. Esto es
fundamental, esta afirmación surge de toda la documentación, y nada tiene que ver
aquí la retórica ni la mezquindad puntillosa a fuerza de ser falsamente localista, es
simplemente la verdad histórica.
Por eso, cuando hemos debido hacer un cálculo de reducción que dé al lector
una idea adecuada al tiempo que fue, hemos tomado como unidad de cambio la
arroba -11 kilos y medio- de carne fresca o seca que entonces valía 2 y medio reales
y un peso respectivamente, (584) y al mismo tiempo hemos traducido ese valor,
apuntando algo que por lo fabuloso muy pocos tienen en cuenta ahora, ya que la
atención está puesta sobre una unidad menor: el kilo. Nos referimos al precio de 11
kg. y medio de carne en el momento que escribimos -1949- que es tanto como
disponer de un mínimo de 13 ps. con ochenta centavos. Y esta relación nos lleva a
otra que nos da la medida temporánea de ambas realidades sociales separadas por
129 años, aludimos al valor del kg. de carne en relación con el jornal más bajo de un
peón de entonces (585) y de hoy. Ambas proporciones serían como sigue: 1 cuarto de
real es a 2 reales (586) , como 1,20 pesos m/n. (587) es a 8 ps. m/n. Lo cual implica esta
otra proporción: 8 es a 6,06, que significa tanto como afirmar que si entonces
cualquier peón de estancia percibía un jornal que equivalía a ocho veces el valor de
un kg. de carne, (588) hoy, a pesar del reajuste admirable de la revolución justicialista
que vivimos, el mismo jornalero cobra un salario que le permite adquirir seis veces y
fracción un kg. de carne.
Pero ya por aquellos días nuestra economía provincial comenzaba a ser
castigada en sus fundamentos mediante el decantado libre cambio arbitrariamente
impuesto por la oligarquía porteña carente de sentido nacional a fuerza de rendir culto
idolátrico a una ilustración que nada tenía que ver con la realidad histórica y social de
nuestro pueblo. (589)
Sin tener en cuenta otros aspectos fundamentales del problema
preguntémonos: ¿Cuál era la situación económica de ese mismo asalariado a fines
584 Cfr. nota 506.
585 Encontramos el jornal de 2 reales en 1813. (A. H. P. S. L., c. 16, e. 72) Este jornal no era bajo, ya que un
capataz ganaba 10 pesos mensuales-2 rs. cinco octavos diarios (Ib., c. 20, e. 1). Pero el dato resulta interesante
cuando sabemos que el escribiente de el Cabildo ganaba de 6 a 8 pesos mensuales, y el ordenanza 5 pesos. Para
comprender esto debe tenerse bien entendido que en aquella época, excepcionalmente alguien podía aspirar a ser
empleado. Algunos documentos descubren jornaleros cuya labor se pagaba con gratificaciones de tabaco o de
carne. En ese caso se trataba de peones cedidos por los vecinos a fin de realizar trabajos públicos. Otros señalan
jornales de 1 real. En realidad éstos eran medios jornales; se trataba de ayudantes de maestro albañil o tapiador
(Ib., c. 27, e. 42). El regímen de las estancias requiere otros antecedentes para ser valorado temporáneamente.
Podemos decir entonces que el jornal de un real y medio era el equivalente al actual -1949- de 8 pesos (Ib., c. 16,
e. 78). Ahora bien, los jornales: de 2 rs. para el capataz, 1 r. y medio para el peón mayor, y 1 r. para el peón niño,
debe entenderse con el aditamento de la comida (Ib., c. 29, e. 37).
586 El real equivalía dos medios o cuatro cuartillos u ocho octavos.
587 Actualmente -1949- el kilo de carne de puchero, en San Luis, cuesta 1 peso, con veinte centavos.
588 El precio de la carne se determinaba por el Cabildo en la obligación que firmaba con los hacendados
abastecedores. Para 1813 la relación era de seis libras de carne de la mejor clase (2 kilos 760 gramos) por medio
real. Con posteridad, 1818, la relación fue de 5 libras por medio real. En 1823, por medio real, apenas si se podía
comprar 4 libras por 76 gramos (A. H. P. S. L., c. 16, e. 73. f. 1; c. 19, e. 55, f. 63 v., y c. 30, e. 15).
589 Véase “Defensa y pérdida de nuestra independencia económica”, por José María Rosa (h), Bs. As., 1954, 2da.
Ed., caps. II y V.