SAN LUIS EN LA GESTA SANMARTINIANA.pdf

San Martín conocía muy bien, desde los prolegómenos de San Lorenzo, las
calidades del puntano como eximio soldado de caballería. (324) Y su particular aptitud
fue magistralmente utilizada por el Capitán de los Andes. Aptitud que debe
entenderse en función del medio serrano que hemos destacado; no de una “llanura
interior” que le era extraña. Unase a su profesión predominante –hacendado- la
secular experiencia de esa vocación que era coincidencia de posibilidades, y se
tendrá la imagen, el retrato más exacto, de aquel soldado que fue capaz de tramontar
los Andes y vencer, con la misma natural modestia con que mucho tiempo antes supo
ser fuerte en su desprendimiento heroico. (325)
Los colaboradores de Dupuy
En lo que conocemos, publicado, (326) con respecto a la actuación patriótica del
coronel D. Vicente Dupuy, como Tte. de Gob. en San Luis, hay, sin duda, un gran
vacío, que, no obstante, la documentación muestra plenamente ocupado por la
valiosa participación de sus colaboradores. Digamos, empero, antes de señalarlos y
de referirnos a su gestión casi ignorada, que mucho antes que Ludwig nos asegurara
cómo el acontecer histórico del siglo XIX “nos dejó ese nuevo artífice de la historia: el
hombre desconocido del pueblo”, (327) ya historiadores de la talla de Orosio y de
Bossuet, sin divorciar el orden social del orden individual, nos habían hecho entender
la trascendencia, magna o ínfima, de cada actuación libre en el proceso histórico. Por
eso, ahora nos proponemos hacer ver esa posibilidad debida a los colaboradores de
Dupuy, posibilidad que dio fundamento y explica el éxito de éste.
Nos apresuramos, también, a poner por anticipado la declaración de que no
nos proponemos abordar el complejo y difícil desempeño de Dupuy en su totalidad, -
este solo intento requiere un estudio por separado- sino algunos momentos
culminantes de su larga actuación, lo cual consideramos suficiente para documentar
eso que deseamos hacer ver.
Por último, téngase presente que a la gestión de Dupuy están íntimamente
vinculados dos hechos capitales de nuestro proceso histórico provincial, a saber: la
participación de San Luis en la creación y organización del Ejército de los Andes, y el
nacimiento de la Provincia de San Luis, que estudiados con la debida seriedad, nos
324 Los primeros reclutas puntanos para Granaderos a Caballo llegaron a Bs. Aires a mediados de sep. de 1812.
Eran 111 ó 116. Cf. Camilo Anschütz, “Historia del Reg. de Granaderos a Caballo”, Bs. As., 1945, t. 1, p. 29. –
Urbano J. Núñez, “El granadero puntano Januario Luna”, “Hoja Puntana”, S. Luis, mayo 1950.
325 La “relación recíproca a cambio de protección”, establecida entre hacendado puntano y sus esclavos, aludida
por nosotros al finalizar el cap. “La esclavatura puntana”, se nos ocurre más oportuno tratarla cuando abordemos
el cap. VII dedicado a estudiar “El hogar puntano”.
326 Hudson, D., ob. cit., p. 26 y sigts. en las que no escaso número de inexactitudes, anotadas con la más evidente
buena intención y el más claro prejuicio interpretativo, pueden señalarse. –Antonio Zinny, “Hist. de los
gobernadores de las provincias argentinas”, Bs. As., 1921, vol. 3, pp. 439 a 443. Es una lástima que a lo
incompletísimo de los datos apuntados se suma el haber tomado versiones como las de Stevenson,
escandalosamente falsas, especialmente en todo aquello que tiene que ver con la gloria del Gral. San Martín. Con
razón ya Lafond, en 1839, se quejaba de la excesiva parcialidad del Srio. de Lord Cochrane. Cf. E. L. Colombres
Mármol, ob. cit., p. 78. –Gez mismo, "Historia...", t. 1, y en su folleto titulado “Coronel Vicente Dupuy. Boceto
Biográfico”, Bs. As., 1916, a pesar del patriótico anhelo que impulsó su tarea de investigador, no atribuye a los
colaboradores puntanos de Dupuy el mérito que les corresponde, y que de ninguna manera podemos considerar
como mera consecuencia de la acción directiva del Tte. de Gobernador. Hay que tener bien entendido que la
posibilidad del jefe, unida a la del soldado, explican la victoria o la derrota.
327 “Rev. de la J. de Est. Hist. de Mendoza”, Bs. As., 1937, nº 19 y 20, p. 159.