SAN LUIS EN LA GESTA SANMARTINIANA.pdf

desplazamiento ocasionado por los ranqueles, amén de la dispersión, restó
importancia al aporte indígena, al punto de que antes de cumplir un siglo la fundación
de D. Luis Jufré, en 1692, el Cabildo expresaba al rey que los indios se habían
extinguido, por lo que correspondía permitir la introducción de negros esclavos. (290)
Ahora bien, descontando la deficiencia estadística de la época y teniendo
presente el nomadismo de los pampas, es fácil comprender la contradicción de las
cifras que, sin embargo, en términos generales, dan para la jurisdicción puntana muy
poca importancia al contingente vernáculo. El crecimiento de la población fue muy
lento por la razón que apuntamos y por la exigua corriente de pobladores blancos que
siguió a la fundación.
En 1674 aparecen como matriculados en Cuyo 5.000 indios. (291) ¿Cuántos
correspondían a la jurisdicción puntana teniendo en cuenta la presentación que
dieciocho años más tarde hizo el cabildo de San LUIS? ( 292) Según cálculos de 1777,
en la misma jurisdicción había 1.282 indios empadronados, y el censo de 1812
computa 4.563. (293) En 1777, sobre una población que ascendería a 6.956 habitantes,
eran blancos referidos a Renca y a San Luis –las parroquias de entonces- 3.708;
mestizos 1.388; alcanzando los negros y mulatos a 578. Sobremonte -1785- atribuye
a la jurisdicción puntana 7.818 habitantes repartidos así: curato de San Luis, 3.818; y
curato de Renca, 4.000. (294) El censo de 1812 le asigna 16.837. (295) Descontados los
indios, negros y mulatos, la población que aparece como “americana”, criolla diríamos
mejor, alcanzaba a 10.668 personas.
Contrastando los datos de este censo con los del mismo año de Mendoza y de
San Juan, San Luis aparece con mayor población, lo que se nos ocurre falso. No sólo
por la razón de prioridad de la fundación de dichas poblaciones, sino por el
indiscutible mayor atractivo que significaba y significa su suelo como fuente de
de hombres inermes” –comechingones- en el lugar llamado de La Sepultura (En el actual Dto. Chacabuco). No
aduce fuentes.
290 La extinción debe entenderse como alarmante reducción a los efectos de su participación en las faenas rurales,
para lo cual resultaban insuficientes. Téngase presente que para esa fecha el ganado se había multiplicado
prodigiosamente. Entre 1700 y 1704, se calculaba en más de 50.000 cabezas las extraídas por “maloqueadotes” de
Mendoza y de San Juan (Cf. “Del pasado puntano”, p. Fr. R. de la C. Saldaña Retamar, O. P., en “Hoja Puntana”,
S. Luis, 15 feb. 1926). Por otra parte, el negro se adaptaba mejor en lo referente a oficios. Coincide la “extinción”
apuntada por el Cabildo con la hegemonía ranquelina que señala M. A. Vignati (Cf. “Resultados
antropológicos…”) Ahora bien, el censo de 1812 pone en evidencia una muy regular distribución de los indios
existentes en lo que consideramos el escenario histórico de la época. ¿A qué unidad étnica pertenecían? ¿Eran
comechingones, o pampas asimilados a lo largo de esa frontera que iba desde San José del Bebedero hasta San
Lorenzo del Chañar? En su afán antijesuítico, Gez, “Historia…”, t. 1, p. 101, afirma sin ningún fundamento de
verdad: “Los jesuitas trajeron de Mendoza, en 1753, los primeros negros para el trabajo de sus estancias. Y eran
los únicos que los tuvieron entonces”. Apuntamos nosotros. Se sabe por una presentación de Fr. Francisco de
Fuenzalida, vicario “in capite” del convento dominicano de San Luis, ante el alcalde de 2º voto don Juan de
Quiroga, en 1733, que dicho convento recibió de la sucesión del Cap. Bernardo Gaona una negrita esclava. (Cf.
“Reclamación de bienes”, transcripción del Arch. de Gob., S. Luis, debida, sin duda, a Fr. R. de la C. Saldaña
Retamar, O. P., -Curioso- en “Hoja Puntana”, S. Luis, 15 abril 1924)- Según J. Draghi Lucero, “Actas
capitulares…”, “Introducción”, p. XL –tomando el dato de J. Toribio Medina- Francisco Villagra en 1551 traía
negros. Estos, posiblemente, pensamos, estaban incluidos entre “otras cosas” a que se refirió el testigo Martín
Hernández.
291 Verdaguer, J. A., ob. cit., t. 1, p. 240.
292 Cf. “Rev. de la Junta de Est. Hist. de Mendoza”, Bs. As., 1936, t. 2, nº 7 y 8, p. 291.
293 Con respecto a la población de Cuyo puede verse: Verdaguer, J. A., ob. cit., p. 237, “Población de la Provincia
de Cuyo”. –“Del pasado puntano”, p. Curioso (Saldaña Retamar, O. P., R. de la C.) en “Hoja Puntana”, S. Luis, 15
nov. 1926. En este trabajo el investigador entrerriano, acotando documentación de Verdaguer, da, en 1623, a las
tres fundaciones de Cuyo, menos de 100 pobladores.
294 Verdaguer, J. A., ob. cit., t. 1, p. 503.
295 Torre Revello, J., trab. cit., p. 77.