SAN LUIS EN LA GESTA SANMARTINIANA.pdf

información con respecto a San Luis a causa de no pocas lagunas, datos incompletos
y alguna afirmación que peca de ligera; extraña en él, un serrano virtuoso de la tierra
de los granaderos.
Hay en todos los trabajos que hemos estudiado un nobilísimo afán de hacer
justicia al héroe máximo que nos fue dado, y en tal empeño, no se ha vacilado en
utilizar un recurso que nosotros, modestamente, consideramos no solamente falso
sino simplemente absurdo, tratando de interpretar, verificar o explicar un hecho
histórico. Nos referimos a eso de la “creación de la nada”. (495) Se ha insistido también
en la “calidad” de “improvisador” atribuida a San Martín. (496)
En el primer caso, y sin tener en cuenta que de la archisobada taumaturgia se
ha hecho un lugar común contradicho por la documentación, se atribuye al
protagonista cierto poder sólo concebible en Dios, amén del detrimento injusto que
ello implica para el deuteragonista, que es, en el motivo de nuestra apuntación, el
Pueblo Puntano.
En el segundo caso, tratando de invalidar el mérito de la “improvisación” como
virtud sanmartiniana, sostenemos con Otero, a pesar de toda la inopia e insipiencia
que se desee atribuir al medio social y natural de Cuyo,: “En nada el futuro capitán de
los Andes era un improvisador…”.
(497) El eminente don Carlos Ibarguren,
respondiendo la inquisición de Mitre, (498) ha señalado “las virtudes de la vieja
población andina”; lástima grande, que ha referido solamente a mendocinos y a
sanjuaninos los méritos subrayados con acierto. Y lástima aún mayor, que esas
mismas calidades preexistentes le han servido para justificar aquellos que “no habría
podido improvisarse, como se improvisó al pie de los Andes,”. (499) Su hermenéutica
rechaza el fíat, contradice la “nada”; pero, intenta fundamentar la improvisación. Para
el egregio autor de “San Martín íntimo”, las aptitudes apuntadas”son consecuencia de
largo proceso”. Sobre esa sedimentación secular ocurre la improvisación.
Nosotros sostenemos, referida al Pueblo Puntano, la primera parte del criterio
del Dr. Ibarguren, agregando, en lo que respecta a San Martín, que su genialidad
nada improvisó, ya que es evidente la precisión matemática con que cumplió su plan
en estado de plena madurez. Lisa y llanamente vemos en la genialidad de San Martín
esa extraordinaria capacidad de captación que la distingue, y que se tradujo: en
impulso conductor, en organización para la guerra, y en sublimación de todas las
posibilidades bajo todos los aspectos del sacrificio. (500) El, el paradigma protagónico
providencial, comprendió como nadie a los cuyanos. Y al escribir “a los cuyanos”,
queremos expresar y destacar que penetró con visión aquilina la contribución
espiritual y material con que, el pueblo de la inmortal Cuyo, podía servir el ideal
sanmartiniano.
Sobre esta base interpretativa, el pedestal eterno que sustenta la gloria
inmarcesible del héroe –el insuperable mando de sí mismo; pedestal que algunos
495
Mitre, ob. cit., t. I, p. 529; Galván Moreno, C., ob. cit., pp. 87 y 114; Barcia Trelles, A., Ob. cit., t. III, pp. 293
y 382; Mantilla, M. F., ob. cit., p. 14; Rojas, R., Ob. cit., p. 130. Asevera el Dr. Rojas: “San Martín crea en el
VACIO”…, “debe sacarlo todo de su propio ingenio o de su voluntad generadora”…, “todo debe sacarlo San
Martín de la NADA”. Arréglese el lector para entender, que a nosotros nos resulta imposible.
496
Barcia Trelles, A., ob. cit., t. III, p. 383; “La preparación de la campaña de los Andes”, p. Carlos Ibarguren,
Mendoza, 1937, p. 4.
497
ob. cit., t. I, p. 581.
498
ob. cit., t. I, p. 437, V.
499
Trab. cit., p. 4.
500 ra
Hudson, ob. cit., p. 16, 1 . col., alude a “la penetración de poderoso alcance” y al “golpe de ojo dado sólo al
genio” con que San Martín “abarcó de una sola mirada” a Cuyo.