13.07.2013 Views

Documento - GutenScape.com

Documento - GutenScape.com

Documento - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ellas italianas no esperaban a ser violadas o solamente rogadas,<br />

sino que se ofrecían espontáneamente. Después de haber gozado<br />

de todas maneras la hospitalidad de la duquesa Blanca de Saboya<br />

y la marquesa de Monferrato, se hacía prestar Carlos Octavo, con<br />

una franqueza admirable, las joyas de estas hermosas damas,<br />

empeñándolas para pagar sus tropas. Luego la orgía continuaba<br />

en el Milanesado.<br />

La joven esposa de Juan Galeas, verdadero señor de Milán, se<br />

echaba a los pies del rey francés haciéndole saber que el<br />

usurpador Ludovico el Moro guardaba a su sobrino preso para<br />

conservar el gobierno del país. Lloró Carlos VIII de emoción<br />

escuchando tan justos lamentos; pero <strong>com</strong>o Ludovico era quien le<br />

abría la península italiana, dejándolo entrar en Milán se enjugó<br />

las lágrimas y siguió adelante. Poco después, Galeas moría<br />

envenenado por su tío para que la viuda no hiciese más protestas.<br />

Pasaba de Milán a Florencia el ejército invasor, siendo<br />

acogido en todas las ciudades lo mismo que en Turin: torneos,<br />

banquetes, fornicación general, y al marcharse, grandes<br />

contribuciones de guerra.<br />

César Borgia abandonó a Roma, encerrándose en Orvieto —<br />

ciudad confiada a su gobierno por el Papa—para improvisar su<br />

defensa.<br />

Este hijo de español nacido en Roma empezó a mostrar un<br />

orgullo italiano, del que parecían desprovistos los más de sus<br />

<strong>com</strong>patriotas. Ya que todos se sometían al invasor y numerosas<br />

mujeres aumentaban tal bajeza con su liviandad escandalosa, él<br />

seria el único en protestar por medio de las armas. Y la sola<br />

resistencia que encontraron los franceses antes de su llegada a la<br />

frontera de Nápoles fue la de Orvieto. Contra su ciudadela<br />

chocaron inútilmente las olas de la invasión, teniendo que seguir<br />

adelante.<br />

Mientras Carlos VIII avanzaba de Florencia a Roma, dos<br />

grande contrariedades entristecieron al Papa, que había quedado<br />

sólo.<br />

Bocciardo, su agente secreto, desembarcaba cerca de Ancona,<br />

180

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!