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Michelotto, había descubierto las mencionadas asechanzas, y el<br />

duque Valentino se mostraba implacable en tales casos<br />

ordenando matar para que no lo matasen.<br />

Explicábase Claudio dicho suceso recordando las costumbres<br />

políticas de entonces. Todos reconocían la necesidad y hasta la<br />

santidad del crimen de Estado. El que estorbaba a un príncipe<br />

debía morir por obra del puñal o del veneno.<br />

No había gobernante ni personaje rico que dejase de hacer<br />

probar viandas y bebidas a sus criados antes de sentarse a la<br />

mesa. Tampoco existía Papa, rey, príncipe, cardenal o simple<br />

condottiere que no poseyera un navío de plata con las velas<br />

desplegadas, cuyo casco se abría con llave, guardándose en su<br />

interior el cubierto propio, la servilleta, la sal y todas las especias,<br />

para evitar así un posible envenenamiento. Todo invitado a un<br />

banquete enviaba por delante su navío con un doméstico fiel<br />

encargado de colocarlo en la mesa, y al llegar lo abría con su<br />

llave, sacando el cubierto y las especias, sin que al dueño de la<br />

casa le ofendiese tal precaución.<br />

Una de las razones de la vida nocturna de César y su<br />

aislamiento de la multitud, que le hacía ir enmascarado, era que<br />

así podía librarse más fácilmente de las tentativas de asesinato y<br />

envenenamiento urdidas contra él por los tiranuelos de Italia.<br />

Ninguno de éstos sentía limpia su conciencia.. Todos tenían en su<br />

historia uno o vanos homicidios por motivos políticos o privados.<br />

La muerte del duque de Biseglia fue relatada de diverso modo<br />

por cada uno de los embajadores y los folicularios enemigos de<br />

los Borgias. Atribuyéronla unos al veneno, los más a la<br />

estrangulación.<br />

Contaban que el príncipe napolitano estaba, en su dormitorio,<br />

convaleciente de sus heridas, conversando con su esposa y su<br />

hermana Sancha cuando llamaron a la puerta. Una de las dos<br />

preguntó:<br />

—¿Quién es?<br />

—El diablo—repuso desde fuera una voz burlona.<br />

Se abrió la puerta bajo el rudo empujón de varios hombres.<br />

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