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su Legación que acababa de llegar de Roma, y al que no conocía<br />

Borja. Por él se había enterado el plenipotenciario de lo ocurrido.<br />

En el primer momento se opuso a que alguien de su casa<br />

interviniese en un duelo, cosa prohibida por las leyes de la<br />

Iglesia. Era un diplomático católico y no podía incurrir en tal<br />

pecado. Pero el joven hatoía hecho constar los deberes del<br />

<strong>com</strong>pañerismo, el apoyo que se deben las gentes de la carrera. Se<br />

encontraba en la misma situación que los guardias nobles del<br />

Papa, incapaces de dejar impune una ofensa cuando van de<br />

uniforme, no obstante ser considerados <strong>com</strong>o militares imbeles.<br />

Y Enciso acababa por aceptar las objeciones de su subordinado,<br />

un interés novelesco parecía enardecer desde dos horas antes la<br />

existencia del diplomático-artista. No contento con permitir que<br />

su secretario se mezclase en dicho asunto, interesábase por sus<br />

resultados, visitando a los dos adversarios.<br />

López Rallo era sobrino del autor de tantos monumentos del<br />

Derecho internacional. A Borja lo apreciaba no menos, a causa de<br />

su apellirio y por su antiguo tutor, don Arístides Bustamante,<br />

aunque ambos viviesen ahora algo separados.<br />

Consideraba ínúti hacer gestiones de mediador entre ambos<br />

contendientes. Había visto al hombre del monóculo. Se mostraba<br />

irreducible. Queria matar o que le matasen. Aquella agresión en<br />

presencia de la señora de Pineda le hacía intolerable una vida sin<br />

venganza.<br />

La frialdad burlona de Claudio al hablar de su rival le<br />

convenció igualmente de la ineficacia por esta parte de toda<br />

mediación amistosa.<br />

—¡Ah las mujeres!... ¡Qué cosa tan terrible el amor!—dijo<br />

con falso acento de protesta.<br />

En el fondo de su ánimo, este padre de familia admiraba las<br />

violencias y escándalos que a<strong>com</strong>pañan al amor, y parecía<br />

contentísimo de intervenir en un lance de la vida real, semejante a<br />

los que había conocido hasta entonces únicamente en los libros.<br />

Consideraba lógico que dos hombres quisieran matarse por<br />

aquella hermosa viuda, hacia la cual se volvía su recuerdo<br />

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