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Modelos de atención del tabaquismo en México
modelos de asistencia que ofrece tanto el sector
público y privado a los fumadores en México.
En la distribución de las clínicas por entidad
federativa casi 27% de las mismas se concentran
en la Ciudad de México y Estado de México, en
tanto que entidades relativamente pequeñas tanto
en extensión territorial como en número de
habitantes como Querétaro, cuentan hasta con
15 clínicas. Por el contrario, entidades de mayor
extensión geográfica (como Chihuahua) tienen
un número mucho menor. Sin embargo, como
se muestra en el cuadro I, tomando en cuenta la
prevalencia de sujetos adictos a la nicotina por
entidad federativa, se aprecia que la atención
reflejada por el Cecace no coincide con las necesidades
de atención de adictos en cada estado. 6
En algunos como Chihuahua, Nayarit, Sonora y
Tlaxcala, la prevalencia de fumadores adictos a
la nicotina, claramente superan las posibilidades
de atención. 6 En general se observa la necesidad
de ampliar la oferta de servicios especializados
de cesación tabáquica. Una explicación potencial
a esta aparente distribución desbalanceada es que
exista un subregistro de clínicas.
El 75% de la atención en el ámbito nacional
depende de los CIJ y del Cenadic. Los primeros
funcionan con una cuota inicial de 15 pesos (poco
más de un dólar estadounidense); posteriormente,
el costo completo del tratamiento depende de un
estudio socioeconómico. El costo máximo de las 10
sesiones de tratamiento es de aproximadamente
550 pesos mexicanos (poco más de 42 dólares estadounidenses).
Los CIJ son centros cuya atención
inicial sólo estaba dirigida a jóvenes con adicción
a drogas ilícitas. Desde hace aproximadamente 10
años incluyeron un programa de tabaquismo en
sus modelos de atención; dicho programa sólo se
agregó a una infraestructura y recursos humanos
que ya existían en sus centros. Sin embargo, a pesar
de contar con 113 centros en el país, solamente se
registraron 105. Esto último sugiere la necesidad
de mayor difusión y promoción de los centros de
ayuda para dejar de fumar.
En México, la mayoría de las clínicas ofrece
servicios sin costo o a un precio que depende de la
situación socioeconómica del fumador. Alternativamente
puede existir cobertura del sistema de salud
del Instituto Mexicano del Seguro Social IMSS o
del Instituto de Seguridad Social y de Servicios
para los trabajadores del Estado ISSSTE. De esta
manera, la atención médica no tendría un costo
adicional (incluyendo tratamiento psicológico y
farmacológico). Sólo 10.7% del total de las clínicas
registradas son remuneradas y funcionan como
establecimientos privados. Exceptuando el IMSS e
ISSSTE, ninguna clínica ofrece gratuitamente los
medicamentos.
El IMSS representa el grueso de la atención
médica en México. Se estima que más del 50% de
la población general de nuestro país (incluyendo
población fumadora) son sus derechohabientes.
Sin embargo, solamente se registraron doce clínicas
de este instituto (4.7%), lo cual sugiere subregistro
o, en su defecto, que no cuentan con este
servicio. En cualquiera de los dos casos, los fumadores
que buscan ayuda y que podrían recibirla
gratuitamente en el IMSS, posiblemente ignoren
esta opción de atención. El ISSSTE se encuentra
en circunstancias similares aunque su cobertura
poblacional es menor. En términos de servicios
médicos sin costo para los trabajadores, ocupa el
segundo lugar después del IMSS y solamente se
registraron doce clínicas de ayuda para dejar de
fumar. Tanto las clínicas del Cenadic como las de
los CIJ y aquellas que aparecen en el cuadro II,
son instancias que dependen de la Secretaría de
Salud SSa y explican 84% de la atención que se
le ofrece a los fumadores en México. Seis clínicas
son parte del sistema universitario de salud.
Llama la atención que la mayor parte de la
capacidad nacional para ofrecer servicios de cesación
del tabaquismo provenga de instituciones
vinculadas al gobierno federal y estatal. Lo anterior
es consistente con los esfuerzos realizados
durante los últimos años para implementar políticas
públicas de control del tabaco que inciden en
los patrones de consumo de los fumadores y los
inducen a dejar de fumar. También resulta llamativo
el escaso número de centros de tratamiento
en el sector privado.
Un tema relevante en este estudio es el concerniente
al personal de salud involucrado en la
atención del problema. El 90% de los profesionales
de la salud que ofrecen tratamiento para dejar
de fumar son psicólogos y este hecho explica que
la terapia psicológica, ya sea grupal o individual
sea ofrecida en 80% de todas las clínicas. Aunque
solamente 82 % de las clínicas cuenta con un médico,
90.7% ofrece consejos breves para dejar de
fumar, lo cual indica que este recurso es utilizado
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