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la experiencia de brasil en el control del tabaquismo
ción y evaluación de las respuestas recibidas por la
Anvisa. Aprovechándose de la vulnerabilidad de los
cultivadores de tabaco, la Afubra consiguió reunir
200 mil manifestaciones formales en contra de las
medidas propuestas. 174 Para ello, no sólo organizó
la logística de la recaudación de firmas, sino que
también se encargó de enviar estas “respuestas” a la
Anvisa, cuya mayoría tiene la impresión de un sello
afirmando “estoy en contra” junto a la firma. De
esta manera, el análisis de las respuestas recibidas
por la Anvisa sufrió casi seis meses de atraso, lo
que fue abiertamente festejado por la Afubra: 175
La movilización de entidades, autoridades y líderes
de los productores de tabaco y de las comunidades
involucradas en la producción de tabaco resultará
en la entrega de más de 200 mil formularios a la
Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa)
esta semana. Un volumen de 96 mil formularios fue
cargado en un camión en la sede de la Asociación
de Cultivadores de Tabaco de Brasil (afubra) cuyo
destino es Brasilia. Otros 51 mil fueron enviados por
correo durante esta semana. Antes del 31 de marzo,
la fecha final estipulada por la Anvisa, otros 51 mil
serán enviados a la Capital Federal desde las regiones
tabacaleras de Santa Catarina y Paraná.
Estos documentos expresan la posición de productores,
trabajadores y miembros de las comunidades
tabacaleras en contra del contenido de las consultas
públicas promovidas por la Anvisa. 174
En octubre de 2011, el Sinditabaco consiguió
paralizar judicialmente la audiencia pública convocada
por la Anvisa para presentar los resultados del
análisis de las respuestas a la consulta. El argumento
fue que el espacio asignado para llevarla a cabo
era insuficiente para el número de representantes
del sector tabacalero, estimado en mil personas. 176
Al mismo tiempo que obstaculizan las medidas
para reducir el tabaquismo, los representantes de
la cadena productiva del tabaco también intentan
desacreditar el Programa de Diversificación en
Áreas Cultivadas con Tabaco, aduciendo que ningún
cultivo es tan redituable como éste.
No obstante, el presidente de la Afubra, Heitor Petry,
afirma “[…] para la asociación, no hay ninguna
opción de sustitución viable […] Defendemos la diversificación
y no la sustitución, porque ningún otro
producto es capaz de generar lucros comparables en
un minifundio”, dijo. 177
Además de esta interferencia en el ámbito nacional,
el anuncio de la consulta pública de la Anvisa
sobre la prohibición de aditivos también suscitó
reacciones en el internacional. Algunos países
productores cuestionaron a Brasil en el Comité de
Obstáculos Técnicos al Comercio de la OMC. De
acuerdo con el reporte sobre la reunión formal de
este comité:
Los productores y exportadores de las variedades Burley
y Oriental de tabaco entienden la prohibición de
aditivos como prohibición de los productos de mezclas
de tabaco (que convencionalmente son producidas
con estas variedades de tabaco y varios aditivos) en el
mercado brasileño. Cerca de 15 miembros afirmaron
que esta reglamentación restringe el comercio más de
lo necesario para cumplir los objetivos de Brasil. Esto
es particularmente importante para algunos países,
incluyendo los de África y los menos desarrollados
(Zambia, Tanzania, República Dominicana, Mozambique
y Kenia), cuya renta nacional depende de la
venta de tabaco Burley y Oriental. 178
Esta reacción ilustra el alcance y poder otorgados
por la cadena productiva del tabaco a las
empresas tabacaleras trasnacionales para interferir
internacionalmente en la política de control del
tabaco de otros países, incluso los no productores,
mediante los mecanismos y acuerdos de libre
comercio.
Consideraciones finales
En Brasil, la Política Nacional de Control del Tabaco
(PNCI) logró en los últimos años resultados
importantes en la reducción de la prevalencia del
tabaquismo y de la mortalidad por enfermedades
relacionadas con el tabaco; sin embargo, estos
resultados no fueron equitativos, lo que demuestra
que es necesario hacer ajustes para proteger más
eficientemente a la población rural, a la de menores
ingresos y escolaridad, a las mujeres y a los jóvenes,
quienes, probablemente, sean las poblaciones más
vulnerables ante las estrategias de mercado del
tabaco y a las que menos les llegan las acciones
de esta política nacional.
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