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Costos de atención médica y consumo de tabaco en México
El análisis de costo realizado sólo incluyó instituciones
de salud pública y de seguridad social.
Petróleos Mexicanos (Pemex), la Secretaría de
Marina (Semar), y aseguradora privada, inicialmente
fueron consideradas para realizar dicha
estimación, pero no fue posible en virtud de no
poder acceder a la información requerida.
Al aplicar la metodología del costo de la
enfermedad, 25 con un enfoque del proveedor
de servicios 8 y utilizando el conocimiento de un
grupo 19-20 de especialistas multidisciplinarios de
las enfermedades respectivas, pudimos realizar
comparaciones del costo del tabaquismo entre
las instituciones. En el ISSSTE, el costo promedio
anual por atender un paciente por IAM debido a
tabaquismo fue de 301,789 pesos; siendo el costo
más alto respecto al IMSS, HCM y SSa. La enfermedad
más cara asociada al consumo de tabaco
correspondió al CP y se localizó en el INCan, con
un costo promedio anual de 1,073,191 pesos.
El mayor impacto financiero del tabaquismo se
presentó en el IMSS, institución que explicó más
del 90% de los costos totales institucionales, de
los cuales el IAM explicó aproximadamente 57%
de estos costos, siendo la enfermedad más costosa
en términos institucionales.
La carga económica 13 que representa el consumo
de tabaco al sistema de salud mexicano,
solamente por costos de atención médica de las
cuatro principales enfermedades se estimó en
43 000 millones de pesos anuales.
El tabaquismo además de generar costos de
atención médica, desencadena otros tipos 8-9 de
costos que no fueron incluidos en el presente
trabajo. La muerte prematura, ausentismo laboral
y pérdida de productividad, costos de transporte
y sufrimiento a la familia y costos ambientales
por empleo de fertilizantes y pesticidas. A pesar
de que América Latina no cuenta con estudios
que incluyan los costos por pérdida de productividad
y otras enfermedades ocasionadas por el
tabaquismo, estudios previos estiman que estos
costos pueden oscilar entre 40 y 60% de los costos
totales asociados al consumo de tabaco.
De gran impacto es el papel de la política para
el control del tabaco, que impida el incremento
del número de fumadores activos y pasivos, lo
que traerá considerables beneficios económicos
y sociales al país. 1,28
El principal logro del presente estudio consistió
en dimensionar la carga económica que
representa el consumo de tabaco y proporciona
información 29 sólida a los responsables de aplicar
la política para el control del tabaco en México.
Además de promover el incremento en impuestos
al tabaco, como una medida para reducir el consumo
del mismo. También, proveerá información
relacionada con la construcción de este tipo de
indicador de costos nacionales para los países en
desarrollo.
Entre las principales recomendaciones 14,25,28 se
encuentran:
a) Crear un sistema de información nacional
que permita construir indicadores clínicos y
económicos de las enfermedades atribuibles
al consumo de tabaco.
b) Realizar análisis de costo-efectividad y costobeneficio
de los programas y políticos de control
de tabaco, produciendo nueva información
para apoyar las políticas públicas.
c) Realizar evaluaciones de impacto de las políticas
antitabáquicas, en términos de mostrar
la reducción de pacientes tratados por estas
enfermedades y su correspondiente efecto en
los costos del mismo.
d) Continuar con la promoción de políticas de
prevención en contra del consumo de tabaco,
en todos los sectores de la sociedad. Siguiendo
las recomendaciones del Convenio Marco de la
OMS para el Control del Tabaco y apegados a
los lineamientos de la Organización Mundial de
la Salud.
Agradecimientos
Esta investigación se desarrolló gracias al apoyo
financiero del Consejo Mexicano contra el Tabaquismo.
Referencias
1. Kuri-Morales PA, Alegre-Díaz J, Mata-Miranda MP y Hernández-Ávila,
M. Mortalidad atribuible al consumo de tabaco en México. Salud
Publica Mex 2002;44(1):29-33.
2. Rogers RG, Hummer RA, Krueger PM y Pampel FC. Mortality Attributable
to Cigarette Smoking in the United States. Population and
Development Review 2005;31(2):259-292.
3. González-Enriquez J, Salvador-Llivina T, López-Nicolás A, Antón de
las Heras E, Musin A, Fernández E, García M, Schiaffino A, y Pérez-
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