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también. Al cabo de un mes de volver del hospital, ya estaba buscando la forma de<br />
romper su matrimonio. Fue una decisión unilateral, producto de su necesidad de hacer<br />
borrón y cuenta nueva, y Fanny no fue más que la víctima inocente de la purga. Pasaron<br />
los meses, sin embargo, y él no se sintió capaz de decírselo. Probablemente esto explica<br />
las muchas contradicciones desconcertantes de su comportamiento durante esa época.<br />
No quería herir a Fanny, pero sabía que iba a herirla. Y este conocimiento aumentaba su<br />
desesperación, le hacía odiarse más a sí mismo. De ahí el largo periodo de vagancia e<br />
inacción, de recuperación y decadencia simultáneas. Aunque sólo fuera eso, creo que<br />
esto indica la bondad esencial de Sachs. Se había convencido a sí mismo de que su<br />
supervivencia dependía de un acto de crueldad, y durante varios meses prefirió no<br />
cometerlo, revolcándose en las profundidades de un tormento privado para ahorrarle a<br />
su mujer la brutalidad de su decisión. Estuvo a punto de destruirse a sí mismo por<br />
bondad. Ya tenía el equipaje hecho, pero se quedaba porque los sentimientos de Fanny<br />
significaban tanto para él como los suyos propios.<br />
Cuando la verdad salió a relucir finalmente, ya apenas era reconocible. Sachs<br />
nunca consiguió decirle francamente a Fanny que quería dejarla. Le faltó valor para<br />
ello; su vergüenza era demasiado profunda para que fuese capaz de expresar tal<br />
sentimiento. De una forma mucho más oblicua y sinuosa, empezó a hacerle saber a<br />
Fanny que ya no era digno de ella, que ya no merecía estar casado con ella. Le estaba<br />
destrozando la vida, le dijo, y antes de que la arrastrara consigo a un sufrimiento<br />
desesperado, ella debía reducir sus pérdidas y salir corriendo. Creo que no hay duda de<br />
que Sachs lo creía así. Intencionadamente o no, había fabricado una situación en la cual<br />
estas palabras podían decirse de buena fe. Después de meses de conflicto e indecisión,<br />
había encontrado el modo de no herir los sentimientos de Fanny. No tendría que hacerle<br />
daño anunciándole su intención de marcharse. Invirtiendo los términos del dilema, la<br />
convencería de que le abandonase, ella iniciaría su propia salvación; él la ayudaría a<br />
defenderse y a salvar su vida.<br />
Aunque las motivaciones de Sachs quedaran ocultas para él, al fin se estaba<br />
poniendo en una situación que le permitiría conseguir lo que deseaba. No pretendo<br />
parecer cínico, pero me parece que sometió a Fanny a muchos de los complicados<br />
autoengaños y tramposas inversiones que utilizó con Maria Turner en la escalera de<br />
incendios el verano anterior. Una conciencia excesivamente refinada, una<br />
predisposición al sentimiento de culpa frente a sus propios deseos, llevaron a un hombre<br />
bueno a actuar de una forma curiosamente solapada, una forma que comprometía su<br />
propia bondad. Esta es la esencia de la catástrofe. Aceptaba las debilidades de todo el<br />
mundo, pero cuando se trataba de él mismo exigía la perfección, un rigor casi<br />
sobrehumano hasta en los actos más nimios. El resultado era la decepción, una atónita<br />
conciencia de sus propios defectos, lo cual le empujaba a demandas cada vez mayores<br />
respecto a su conducta, lo cual a su vez le llevaba a decepciones cada vez más<br />
asfixiantes. Si hubiese aprendido a quererse un poco más, no habría tenido la capacidad<br />
de causar tanta infelicidad a su alrededor. Pero Sachs se veía impulsado a hacer<br />
penitencia, a asumir su culpa como la culpa del mundo y a llevar sus huellas en la<br />
propia carne. No le culpo por lo que hizo. No le culpo por decirle a Fanny que le dejara<br />
o por desear cambiar su vida. Simplemente le compadezco, le compadezco<br />
indeciblemente por las cosas terribles que hizo caer sobre su cabeza.<br />
Pasó algún tiempo antes de que su estrategia surtiera efecto, pero ¿qué puede<br />
pensar una mujer cuando su marido le dice que se enamore de otro, que se libre de él,<br />
que huya de él para no volver jamás? En el caso de Fanny, ella desechó estas palabras<br />
como tonterías, como una nueva evidencia de la creciente inestabilidad de Ben. No<br />
tenía la menor intención de hacer ninguna de estas cosas, y a menos que él le dijese<br />
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