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Delia: esa extraña posdata en que una pareja no está ni unida ni separada, en que lo<br />
último que les mantiene unidos es el hecho de que están separados. Fanny y Ben<br />
actuaron de la misma manera. Ella le ayudó a salir de su vida y él aceptó esa ayuda<br />
como la cosa más natural del mundo. Ella bajó al sótano y subió montones de artículos<br />
viejos; hizo fotocopias de los originales amarillentos y casi desintegrados; visitó la<br />
biblioteca y buscó en los rollos de microfilms artículos perdidos; puso en orden<br />
cronológico toda la masa de recortes, hojas arrancadas y páginas deterioradas. El último<br />
día incluso salió a comprar archivadores de cartón para guardar los papeles, y a la<br />
mañana siguiente, cuando llegó el momento de que Sachs se fuera, le ayudó a bajar los<br />
archivadores y a meterlos en el maletero del coche. Nada de romper limpiamente. Nada<br />
de emitir señales inequívocas. En ese momento, creo que ninguno de los dos hubiese<br />
sido capaz de hacerlo.<br />
Eso fue a finales de marzo. Inocentemente, acepté lo que Sachs me dijo, creí que<br />
se marchaba a Vermont para trabajar. Se había ido allí solo otras veces, y el hecho de<br />
que Fanny se quedase en Nueva York no me pareció raro. Después de todo, ella tenía su<br />
trabajo y, puesto que nadie había mencionado cuánto tiempo estaría fuera Sachs, supuse<br />
que seria una estancia relativamente corta. Un mes tal vez, seis semanas como máximo.<br />
Organizar el libro no seria una tarea difícil y yo no veía que pudiera llevarle más de eso.<br />
Y aunque así fuera, no había nada que le impidiera a Fanny visitarlo. Así que no puse<br />
ninguna objeción a sus planes. Todo me parecía razonable, y cuando Sachs vino a<br />
despedirse la última noche, le dije que me alegraba mucho de que se fuera. Buena<br />
suerte, le deseé, te veré pronto. Y eso fue todo. Planease lo que planease entonces, no<br />
dijo una palabra que me hiciera pensar que no volvería.<br />
Cuando Sachs se marchó a Vermont, dirigí mis pensamientos a otro lado. Estaba<br />
atareado con mi trabajo, con el embarazo de Iris, con los problemas de David en el<br />
colegio, con la muerte de algunos parientes por ambos lados de la familia, y la<br />
primavera pasó muy rápidamente. Tal vez me sentí aliviado cuando se fue, no lo sé,<br />
pero no hay duda de que la vida en el campo había mejorado su estado de ánimo.<br />
Hablábamos por teléfono más o menos una vez a la semana y deduje por esas<br />
conversaciones que las cosas le iban bien. Había empezado a trabajar en algo nuevo, me<br />
dijo, y yo interpreté esto como un suceso tan trascendental, un cambio de actitud tan<br />
importante, que de repente me permití dejar de preocuparme por él. Aunque iba<br />
retrasando su regreso a Nueva York, prolongando su ausencia a lo largo del mes de<br />
abril, luego mayo y luego junio, yo no me alarmé. Sachs está escribiendo de nuevo, me<br />
dije, Sachs vuelve a estar sano, y por lo que a mí se refería, eso significaba que todo<br />
estaba en orden en el mundo.<br />
Iris y yo vimos a Fanny en varias ocasiones esa primavera. Recuerdo por lo<br />
menos una cena, un almuerzo de domingo, y un par de salidas al cine. Para ser<br />
absolutamente sincero, no detecté ninguna señal de angustia o inquietud en ella. Es<br />
verdad que hablaba muy poco de Sachs (lo cual debería haberme alertado), pero<br />
siempre que lo hacia parecía complacida, incluso excitada por lo que estaba sucediendo<br />
en Vermont. Ben no sólo estaba escribiendo otra vez, nos contó, sino que estaba<br />
escribiendo una novela. Esto era mucho mejor que nada de lo que ella hubiera podido<br />
imaginar, tanto que no importaba que hubiese dejado de lado el libro de artículos. Dijo<br />
que trabajaba frenéticamente, casi sin pararse a comer o dormir, y aun suponiendo que<br />
estos informes fueran exagerados (por Sachs o por ella), no dejaban lugar a hacer más<br />
preguntas. Iris y yo nunca le preguntamos por qué no iba a visitar a Ben. No se lo<br />
preguntamos porque la respuesta era evidente. Él estaba enfrascado en su trabajo, y<br />
después de esperar tanto tiempo a que esto ocurriera, ella no deseaba interferir.<br />
Ella nos estaba ocultando la verdad, por supuesto, pero lo más importante es que<br />
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