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2.2. El estado – nación y la ideología de la etnia nacional del
lebensraum
Las sociedades modernas tienen su enclave en la idea misma de Estado –
nación, puesto que es en este Estado que se fundan las bases de la vida ya no
solamente ―civilizadamente occidental‖ sino ciudadana y democrática, bases
que aún hoy dan forma a los gobiernos latinoamericanos.
No es objeto de este estudio analizar la configuración compleja del estado –
nación, pero sí recuperar aspectos fundantes de su ideario ―nacional‖.
Uno de los aspectos constitutivos de este ideario, que signa los modos de
constitución de estos estados modernos y de modelización del ―ciudadano‖,
está soportado fundamentalmente en la ideología de la etnia nacional que
caracteriza al ―genio nacional‖. Genio que da sentido y acción a las limpiezas
étnicas – como sucedió con la Campaña al Desierto en Argentina con Julio
Roca 6 o con Cornelio Saavedra, en Chile, con la campaña para ―la pacificación
de la Auraucanía‖ 7 - en un gesto patriótico de ―consolidar la nación‖ y que aún
6 .- Alejo Julio Argentino Roca, 17 de julio de 1843 – Buenos Aires, 19 de octubre de 1914. Fue un
político y militar argentino. Presidente de la Nación en dos oportunidades. Manejó los hilos de la política
argentina durante más de 30 años mediante el Partido Autonomista Nacional. Tuvo a su cargo la llamada
“Conquista al desierto” acción militar derivada del etnocentrismo del gobierno argentino: la región
estaba completamente deshabitada de gente de raza blanca y civilización europea. Sólo estaba poblada
por indígenas nómadas, que eran considerados como animales, por lo tanto, era un "desierto." Roca, al
mando de un ejército moderno y bien pertrechado, ―conquistó‖ a la Patagonia venciendo la resistencia de
los pueblos originarios de etnia mapuche, causando una gran cantidad de víctimas y desplazando a las
poblaciones restantes a regiones periféricas. Se estima que la campaña fue causa directa de la muerte de
más de mil indígenas (hombres, mujeres y niños). Las tribus que sobrevivieron fueron desplazadas a las
zonas más periféricas y estériles de la Patagonia. Unos 10.000 nativos fueron tomados prisioneros y unos
3.000 enviados a Buenos Aires, donde eran separados por sexo, a fin de evitar que procrearan hijos. Las
mujeres fueron dispersas por los diferentes barrios de la ciudad como sirvientas. Muchas de estas cautivas
sufrían cortes en las plantas de los pies para evitar que escapasen, entre otras vejaciones (de hecho, se
legalizó la esclavitud, abolida por la Constitución de 1853), mientras una parte de los hombres fueron
enviados a la isla Martín García, donde murieron, en su gran mayoría, a los pocos años de reclusión.
7 .- Saavedra, presentó un proyecto de pacificación al presidente Manuel Montt Torres para la avanzada
chilena al sur de La Frontera (constituida por el río Biobío), plan que fue rechazado, pero tras el
incidente protagonizado por el francés Orélie Antoine de Tounens, autodeclarado Rey de La Araucanía y
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