número completo - Youkali, revista crítica de las artes y del ...

ISBN: 1885-477X YOUKALI, 13 página 100 MISCELÁNEA
No obstante, Foucault no habla mucho sobre este último
aspecto. De hecho, parece mostrarse más interesado
en la explosión visceral y repentina de la resistencia
que en su aspecto más constructivo y programático
22 . La razón de esto hemos de buscarla en la contraposición
de ideas que, según Foucault, parece manifestarse
entre los conceptos de ‘sublevación’ y de ‘revolución’.
En el primer caso, por ejemplo, el pensador
francés trata de poner de manifiesto el carácter repentino
y no programable que le asiste a la sublevación, la
cual se presenta como un momento de hartazgo -profundamente
visceral y explosivo- ante una situación
que se vive como injusta e intolerable, aun a riesgo de
poner en peligro la propia vida. En el segundo, por el
contrario, Foucault trata de contemplar la revolución
(al menos, en la etapa madura de su obra 23 ) como un
intento histórico de encauzar la sublevación y las rebeliones
espontáneas y viscerales de la plebe, asumiendo
precisamente con ello la necesidad de integrar y
presentar (por medio de una reconstrucción historiográfica
conveniente) el acontecimiento histórico en el
interior de una historia racional y debidamente controlable,
según la forma de la promesa y la teleología
24 .
Es cierto que la ‘sublevación’ puede destruir un régimen
opresivo, pero es incapaz de organizar una
fuerza con capacidad de construir un orden alternativo,
una forma de vida diferente. Para ello es necesario
un elemento de acción concertada o un proceso revolucionario,
esto es, una codificación estratégica de los
puntos de resistencia que han ido desarrollándose a lo
largo de un periodo dado, a fin de que la sublevación
no se consuma en sí misma. El problema, dirá Fou -
cault, es que la revolución, esencialmente violenta y no
obstante (o precisamente por ello) instituyente, genera
un tipo de movimiento que hace que los estallidos repentinos
(los espíritus plebeyos y desestabilizadores)
sean reabsorbidos en el seno de nuevas relaciones de
poder, para de ese modo domesticarlos e introducirlos
en una disciplina que asegura a cada resistencia un lugar
(un sentido) en la batalla 25 .
En ese sentido, cabría preguntarse por último si
Foucault rechaza por entero el proyecto de una acción
revolucionaria o si por el contrario su crítica debe leerse
como un ataque velado al modelo bolchevique y leninista
de revolución, de lucha y toma del poder político.
Algunos textos nos hacen decantarnos precisamente
por esta segunda opción, especialmente cuando
Foucault muestra un rechazo manifiesto ante la incorporación
de las revueltas y los nuevos movimientos
sociales en el seno de una organización política con
afanes parlamentarios. Aquí es sin duda donde se nos
muestra el Foucault más contestatario, el que trata de
reconstituir un tipo de socialidad política al margen de
los cauces dictaminados por el parlamentarismo y las
instituciones burocráticas adscritas al paradigma de la
representación política.
Ahora bien, ¿en qué consiste precisamente esa vida
política? Más aún, ¿existe una política fuera del
Estado y del Mercado? ¿Existe una cultura sin subvención,
una sanidad sin Seguridad Social? Ante tales
cuestiones cabe sugerir lo que M. Domínguez señala
en su libro Post-política y ciudadanismo: “El afuera del Es -
tado hay que construirlo, hay que inventar una forma de vivir
políticamente allí donde no existe posibilidad alguna de
vida, una forma de vivir más allá de toda posibilidad, de toda
alternativa. (…). De ahí la dificultad, el inmenso desgaste
de vivir fuera del Estado, y más bien habrá tentativas; pero
tampoco dentro, a menos que uno aparezca en sus pliegues.
En esto, dicho de forma caricaturesca, consiste la vida
política; no es que sea escasa, es que es esquizoide porque se
trata de vivirla dentro y contra el Estado y sus dispositivos
26 ”.
22.- Véanse las declaraciones del filósofo francés sobre la Revolución iraní, FOUCUALT, M.: ‘¿Es inútil sublevarse?’ en Estética, Ética
y Hermenéutica, Paidós, Barcelona, 1999, p. 203-207.
23.- Para una visión de conjunto sobre la idea de Revolución en Foucault y los cambios de perspectiva que este mismo adoptó en relación
a ella, véase SAKAMOTO, T.: ‘Les compréhensions foucaldiennes de la Révolution française’ en Foucault et les Lumières, nº
8 (2º semestre), Revue Lumières nº 8 (2º semestre), Presses Universitaires de Bordeaux, Bordeaux, 2006, pp. 193-209.
24.- Véase a este respecto, el siguiente texto de Foucault: “La révolution s’organise selon toute une économie intérieure au temps: des conditions,
des promesses, des necesites; elle loge donc dans l’histoire, y fait son lit et finalement s’y couche. Le soulèvement, lui, coupant le temps,
dresse les hommes à la verticalité de leur terre et de leur humanité” (FOUCAULT, M.: ‘Vivre autrement le temps’ en Dits et écrits, t. III,
p. 790.
25.- Para una lectura crítica del concepto de Revolución desde una perspectiva libertaria y post-estructuralista, véase IBAÑEZ, T.:
‘Adiós a la Revolución y… ¡viva el gran desbarajuste!’ en Fragmentos dispersos para un anarquismo sin dogmas, Anthropos, Barcelona,
2006, pp. 71-85.
26.- DOMINGUEZ, M.: Post-política y ciudadanismo, Federación de Estudiantes Libertarios, Somosaguas (Madrid), 2010, p. 13.