número completo - Youkali, revista crítica de las artes y del ...

PLEBE, POLÍTICA Y ACONTECIMIENTO
De las numerosas incitaciones que nos llegan de la forma de la mítica “alternativa” alabada por los neo-
Foucault, ninguna tan relevante como ésta: aprender a marxistas y las nebulosas colindantes (“altermundialis-
desligar la cuestión política de la cuestión del Estado. mo”, Attac…), sino más bien la de una resistencia infini-
Ejercitarse en ver la política como algo que toma forma ta al conjunto de esos hechos consumados que tejen la
ahí donde se abre la brecha de un acontecimiento, don- trama de lo insoportable. Una resistencia que no recula
de se compone una resistencia a lo intolerable, donde las ante el destello violento, pero que sabe distinguir las
máquinas de poder se encasquillan y donde se produ- grandes bifurcaciones o los momentos decisivos de esas
cen desplazamientos que vinculan a la vez a subjetivida- supuestas “luchas finales” que nos aliviarían de una vez
des y a acciones que desvelan el vacío de la situación an- por todas del peso de la división. No se trata pues de haterior.
Foucault nos ha ayudado a comprender, entre cer de abogado de una improbable política foucaultiana,
otras cosas, hasta qué punto la doxa marxista había enca- sino de intentar mostrar más bien cómo una crítica genedenado
nuestro enfoque de la política a la política del ral de la política contemporánea puede tomar el partido
Estado –ya estuviera en cuestión su conquista, su coloni- de la perspectiva foucaultiana –en particular, aquella que
zación o su destrucción. Fue él quien nos incitó a la em- toma cuerpo a partir de la “tercera tópica” de la obra, en
presa de reacondicionar nuestro entendimiento político, donde se manifiesta con claridad un interés explícito e in-
ahí donde lo importante era desligarse de la apropiación tensificado por las cuestiones políticas (Vigilar y castigar,
de la política a manos de las condiciones de la dialéctica La voluntad de saber…).
histórica, del progresismo y del historicismo, de la feti- La primera de las “incitaciones” foucaultianas para
chización del significante mayor de toda política marxis- repensar la política se dispone alrededor de la noción de
ta –el proletariado.
plebe. Ésta se presentará como el primero de los operado-
Foucault no nos propuso una “teoría de recambio” res de la reorganización del entendimiento político en
de la acción política, simplemente nos abrió su “caja de un contexto en el que la crítica radical de la antipolítica
herramientas”. Y es ahí donde encontramos algunas pa- estatal (la gestión pastoral del rebaño humano) no puelabras
clave –plebe, intolerable, resistencia, poder, acontede efectuarse ya bajo las condiciones de una teoría de la
cimiento. Lo que nos interesa, con estas palabras, son dos revolución de tipo marxista. Recordemos brevemente
cosas: por un lado, la posibilidad de considerar un relato las premisas que caracterizan el acercamiento foucaul-
de la historia de las sociedades modernas en Occidente tiano a la plebe: desde un punto de vista decididamente
que escape a las coacciones de una falsa alternativa –his- anti-sociológico, se trata de delimitar ese “algo” que “en
toria del Estado o historia de los buenos fines revolucio- el cuerpo social, en las clases, en los grupos, en los individuos
narios; por otro, la posibilidad de un enfoque de la acción mismos, escapa en cierto modo a las relaciones de poder; algo
política que se desligue tan radicalmente como sea posi- que es no la materia prima más o menos dócil o rebelde, sino el
ble de las condiciones establecidas por la sumisión de to- movimiento centrífugo, la energía inversa, el instante. Sin duda
política a las reglas de la representación, del parlamenda, ‘la’ plebe no existe, pero ‘hay plebe’”
tarismo y del juego de los partidos. Foucault es uno de los
“lugares” extraños a partir de los cuales se puede considerar
la renovación o el salvamento de la política en tiempos
del ocaso de la democracia parlamentaria. Desde tal
perspectiva, esta reorganización de la política no adopta
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por Alain Brossat
123MISCELÁNEA
Estos comentarios no tienen sentido más que si se re- página
fieren al trabajo de Foucault sobre la noción de poder, es
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decir, a su esfuerzo por redefinir el poder abordándolo
más en términos de difusión, de estructuras reticulares,
de intercambios, de circulaciones, de máquinas y de dis-
YOUKALI,
1.- El presente artículo es una traducción del texto de Alain Brossat intitulado ‘Plèbe, politique et événement’ capítulo final (pp. 211-230) de
la obra Foucault dans tous ses éclats, Alain Brossat, Fulvia Carnevale, Philippe Hauser, Pascal Michon, colección Esthétiques, L’Harmattan,
2005, © Editions L’Harmattan. Más información sobre la obra puede encontrarse en la página web de la obra, http://www.editions-harmattan.fr/index.asp?navig=catalogue&obj=livre&no=20007.
En ella se pueden encontrar diversos textos relacionados con las problemáticas
filosóficas que suscita una obra como la de M. Foucault. Agradecemos a la editorial L’Harmattan su autorización para la publica-
1885-477X
ción en castellano del artículo en la revista Youkali, revista crítica de las artes y el pensamiento. La traducción ha sido realizada por David
J. Domínguez González y Miguel Alhambra Delgado, revisada por Mario Domínguez Sánchez.
2.- ‘Enquête sur les prisons: brisons les barreaux du silence’ en Dits et Écrits (abreviado en adelante como DE), II, pp. 176ss). ISBN: 1