número completo - Youkali, revista crítica de las artes y del ...
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vención que no será “un milagro” sino una producción<br />
colectiva, algo como lo que Spinoza tenía en la<br />
cabeza cuando escribía:<br />
“Sunt nam humana ingenia hebetiora quam ut omnia<br />
statim penetrate possint; sed conslento, audiendo, et<br />
disputando acuuntur, et dum omnia tentant melia ea<br />
quea volunt tan<strong>de</strong>m inveniunt, quae omnes probandi<br />
et <strong>de</strong> quibus nemo antea cogitasser“39<br />
Estamos aquí exactamente ante lo contrario <strong>de</strong> la voluntad<br />
general <strong>de</strong> Rousseau, que no es verda<strong>de</strong>ramente<br />
un producto <strong>de</strong>l encuentro <strong>de</strong> los hombres sino una<br />
esencia que existe ya a priori, antes <strong>de</strong> la <strong>de</strong>liberación,<br />
y no hace sino manifestarse en ella y por ella.<br />
Creo que el pensamiento materialista sobre el po<strong>de</strong>r,<br />
<strong>de</strong>be beneficiarse <strong>de</strong> los análisis recientes no legalistas<br />
<strong>de</strong> lo político, especialmente los que han sido<br />
mencionados en el presente artículo. Sería más<br />
interesante utilizar nociones como el umbral y el límite<br />
que el esquema <strong>de</strong> una infraestructura a la que<br />
siempre hay que recurrir para <strong>de</strong>scubrir la “verdad<br />
oculta” <strong>de</strong> los epifenómenos. Esas nociones nos permiten<br />
<strong>de</strong>sarrollar una <strong>crítica</strong> <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l<br />
hombre y analizar, en el seno <strong>de</strong> la misma teoría, lo<br />
jurídico y su exterior en su relación necesaria y recíproca,<br />
sin erigir un elemento particular en la “esencia”<br />
<strong>de</strong>l otro, pero también sin presentarlos como<br />
elementos absolutamente autónomos, in<strong>de</strong>terminados<br />
y equivalentes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista teórico.<br />
Escapando, pues, al doble peligro <strong>de</strong>l esencialismo y<br />
<strong>de</strong>l relativismo.<br />
Lo cual, finalmente, no sería sino seguir la sugerencia<br />
<strong>de</strong> Marx <strong>de</strong> tomar la forma en serio (en este caso<br />
la forma jurídica) y preguntarse por qué el contenido<br />
se expresa en esa forma y no en otra.<br />
La forma y el sistema jurídico (y la versión liberal,<br />
legalista-institucional <strong>de</strong> lo político) sólo parecen<br />
funcionar si se produce una represión: la represión <strong>de</strong><br />
lo político en tanto que conflicto, el olvido <strong>de</strong> la división<br />
en el seno <strong>de</strong>l pueblo (es <strong>de</strong>cir, el olvido <strong>de</strong> sus<br />
orígenes y <strong>de</strong> su producción). Sólo pue<strong>de</strong> funcionar<br />
sobre la base <strong>de</strong> la ilusión <strong>de</strong> la unidad <strong>de</strong>l pueblo y<br />
<strong>de</strong> la continuidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho y <strong>de</strong>l estado. Esto precisamente<br />
hace que, para el or<strong>de</strong>n jurídico, es también<br />
verda<strong>de</strong>ro lo que Lacan <strong>de</strong>cía sobre el or<strong>de</strong>n<br />
simbólico: tiene la estructura <strong>de</strong> una ficción y un vacío<br />
en su centro.<br />
Ese vacío y esa ficción son más manifiestos en pe-<br />
ríodos excepcionales (o <strong>de</strong> “excepción permanente”),<br />
como, por ejemplo, cuando se proclama una “guerra<br />
sin fin contra el terrorismo” para instaurar los <strong>de</strong>rechos<br />
humanos y eso se presenta como una “violencia<br />
mesiánica” según la expresión <strong>de</strong> Benjamin, a saber,<br />
como la violencia que terminará con toda violencia.<br />
Por ejemplo, no es una casualidad que el estado que<br />
ha empezado esta cruzada contra la injusticia y la<br />
violación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional, al mismo tiempo<br />
exige y obtiene, justamente, la excepción <strong>de</strong> sus ciudadanos<br />
y militares respecto <strong>de</strong> la jurisdicción <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
cortes internacionales <strong>de</strong> justicia.<br />
Según la narración liberal, esta guerra es necesaria<br />
para instaurar la normalidad allí don<strong>de</strong> aún reinaba<br />
“lo otro” <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad capitalista: la violencia,<br />
el <strong>de</strong>spotismo oriental. Esta guerra reviste<br />
por tanto la forma <strong>de</strong> una operación <strong>de</strong> policía, lo cual<br />
no significa que “el or<strong>de</strong>n jurídico <strong>de</strong>mocrático se<br />
transforme en un Estado policial” 40 sino que la acción<br />
<strong>de</strong>l Estado se presenta como la aplicación <strong>de</strong> un<br />
conjunto <strong>de</strong> normas ya existentes (en el límite con la<br />
suspensión <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong> el<strong>las</strong>, justificada por la<br />
amenaza que constituye un dictador que quería arbitrariamente<br />
estar exento <strong>de</strong> atenerse a la legalidad)<br />
y no como una ruptura que busque crear normas<br />
nuevas.<br />
Estop, como se ha señalado ya con Žižek, no es<br />
una hipocresía <strong>de</strong>l soberano, pero le es necesario para<br />
hacer aceptar su competencia para <strong>de</strong>cidir sobre<br />
la suspensión o no <strong>de</strong> esas normas, y para po<strong>de</strong>r presentar<strong>las</strong><br />
no como una <strong>de</strong>sviación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho sino<br />
como una “aplicación más coherente”, como la “generalización”<br />
<strong>de</strong> principios objetivos 41 .<br />
39.- Tratado político, cap. 9, 14.<br />
40.- Por retomar la expresión aproximada <strong>de</strong> A. Laignel-Lavastine (Cf. más arriba la nota 11).<br />
41.- Po<strong>de</strong>mos seguir llamando a esta presentación “i<strong>de</strong>ológica” a condición <strong>de</strong> n enten<strong>de</strong>r por ese término una “falsa conciencia” que<br />
los dirigentes construyen y ofrecen al pueblo para “<strong>de</strong>sorientarle” y para “ocultar los verda<strong>de</strong>ros problemas” sino, al contrario, la<br />
conciencia necesaria que condiciona y estructura nuestras i<strong>de</strong>as sobre los verda<strong>de</strong>ros y los falsos problemas. “La i<strong>de</strong>ología no es<br />
ISBN: 1885-477X YOUKALI, 13 página 55 ¿DERECHO?