número completo - Youkali, revista crítica de las artes y del ...
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producir la completa transformación <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones<br />
<strong>de</strong> vida. El Derecho constituye el nuevo opio<br />
<strong>de</strong> los pueblos. Según éste, el Derecho es y siempre<br />
será instrumento <strong>de</strong> dominio c<strong>las</strong>ista. Será superado<br />
por <strong>las</strong> transformaciones sociales <strong>de</strong> la Revolución,<br />
<strong>las</strong> cuales se encargarán <strong>de</strong> potenciar la producción<br />
<strong>de</strong> nuevas normas societales. Por otra parte, Koz -<br />
lovs ky sostiene que con la supresión <strong>de</strong> la burguesía,<br />
la utilidad <strong>de</strong>l Derecho gradualmente disminuirá<br />
siendo sustituido por un or<strong>de</strong>namiento normativo<br />
en función <strong>de</strong> la nueva vida económica y social 21 .<br />
Por último, está el reconocido jurista bolchevique<br />
Piotr Ivanovich Stucka quien esencialmente mantuvo<br />
la creencia en la extinción gradual <strong>de</strong>l Estado y la<br />
posibilidad <strong>de</strong> establecer un modo <strong>de</strong> regulación social<br />
sin la forma jurídica 22 .<br />
Precisamente, éstos juristas bolcheviques se inspiraron<br />
en Marx para quien la revolución es un proceso<br />
<strong>de</strong> transformación permanente que conduce a<br />
la soberanía <strong>de</strong>l pueblo sobre todos los ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> la<br />
vida. Lo que Marx propone es la reabsorción <strong>de</strong>l<br />
Estado por la sociedad, incluyendo la reapropiación<br />
societal <strong>de</strong> la producción, no sólo económica sino<br />
que también normativa 23 . Para ello, hay que poner<br />
fin al Estado <strong>de</strong> Derecho abstracto y formal. La or<strong>de</strong>nación<br />
normativa <strong>de</strong>be fundarse en la sociedad y<br />
no en una ley formal que sólo oculta, al fin y a la postre,<br />
la voluntad y el interés <strong>de</strong> la c<strong>las</strong>e burguesa. Las<br />
condiciones <strong>de</strong> la lucha <strong>de</strong> c<strong>las</strong>es no están inscritas<br />
en la forma jurídica construida alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la institución<br />
<strong>de</strong> la propiedad privada, sino que se encausan<br />
por medio <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones sociales y <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r.<br />
Y como en la experiencia <strong>de</strong> los comuneros parisinos<br />
<strong>de</strong> 1871, hay que proponerse la transformación mis-<br />
ma <strong>de</strong> ese Estado y ese Derecho, <strong>de</strong>jando atrás toda<br />
ilusión <strong>de</strong> que puedan ser utilizados para, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> éstos,<br />
construir la nueva sociedad: la res communis.<br />
Al respecto, quiero referirme a la contribución<br />
hecha por uno que no se adscribía al bolchevismo,<br />
aunque sí apoyó la Revolución rusa: el comunista libertario<br />
Piotr Kropotkin. En su ensayo Derecho y autoridad<br />
24 , éste insiste en que <strong>las</strong> leyes nunca podrán<br />
hacer lo que sólo pue<strong>de</strong> lograrse a partir <strong>de</strong> la consciencia<br />
moral y los actos propios <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas. La<br />
ley no pue<strong>de</strong> remediar mal alguno para el cual no<br />
exista una consciencia y voluntad comprometida entre<br />
los miembros <strong>de</strong> la sociedad. No es el Derecho el<br />
que genera conductas sociales <strong>de</strong> cohabitación or<strong>de</strong>nada<br />
y solidaria, sino que son los usos y costumbres<br />
<strong>de</strong> la vida social en común lo que luego se acoge bajo<br />
la forma <strong>de</strong> lo jurídico. Sin embargo, la necesidad<br />
<strong>de</strong>l Derecho se nos ha inculcado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> niños con el<br />
propósito <strong>de</strong> “matar en nosotros el espíritu <strong>de</strong> rebeldía<br />
y para <strong>de</strong>sarrollar el <strong>de</strong> sumisión a la autoridad”.<br />
“Nuestra sociedad aparentemente ya no es capaz <strong>de</strong><br />
enten<strong>de</strong>r que es posible existir sin el imperio <strong>de</strong> la<br />
ley”, puntualiza el insigne pensador anarquista.<br />
El origen <strong>de</strong>l Derecho posee, según Kropotkin, un<br />
doble carácter: “el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> la c<strong>las</strong>e dominante <strong>de</strong><br />
darle permanencia a <strong>las</strong> costumbres impuestas por<br />
ésta para su propio beneficio. Su carácter es la habilidosa<br />
mezcla <strong>de</strong> costumbres útiles a la sociedad, costumbres<br />
que no tienen necesidad <strong>de</strong>l Derecho para<br />
asegurar ser respetadas, con otras costumbres útiles<br />
sólo a los que dominan, injuriosas para la masa <strong>de</strong>l<br />
pueblo, y mantenidas sólo mediante el temor al castigo”.<br />
Se nos preten<strong>de</strong> validar como parte <strong>de</strong> un fatulo<br />
[falso] “contrato social libremente consentido”.<br />
Luego, se pasó a codificar en una colección sistemática<br />
<strong>de</strong> ins trumentos legales pretendidamente necesarios<br />
para la preservación <strong>de</strong> la sociedad pero que, en<br />
el fondo, no son más que instrumentos para garantizar<br />
la explotación y la dominación <strong>de</strong> unos seres humanos<br />
por otros.<br />
Abunda el pensador libertario que <strong>las</strong> leyes están<br />
divididas en tres categorías principales: la protección<br />
<strong>de</strong> la propiedad, la protección <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas y<br />
la protección <strong>de</strong>l gobierno. Ahora bien, si dichas categorías<br />
se escudriñan <strong>de</strong> cerca, habría que concluir<br />
sobre lo inútil y lo dañino <strong>de</strong> éstas. El Derecho <strong>de</strong><br />
Propiedad no está hecho, nos dice Kropotkin, “para<br />
garantizarle al individuo o a la sociedad el disfrute<br />
<strong>de</strong>l producto <strong>de</strong> su propio trabajo”. Al contrario, es-<br />
13¿DERECHO?<br />
página 13 YOUKALI,<br />
21.- Sobre este tema véase a Michael Head, ibid, pp. 11-129.<br />
22.- Véase, por ejemplo, P. I. Stucka, La función revolucionaria <strong>de</strong>l Derecho y <strong>de</strong>l Estado, Ediciones Península, Barcelona, 1974.<br />
1885-477X<br />
23.- Véase al respecto a Umberto Cerroni, Marx y el Derecho mo<strong>de</strong>rno, Grijalbo, México, 1975, p. 266.<br />
24.- Piotr Kropotkin, “Law and Authority”, in Kropotkin’s Revolutionary Pamphlets, Roger N. Baldwin editors, Vanguard Press, 1927. ISBN: