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número completo - Youkali, revista crítica de las artes y del ...

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ISBN: 1885-477X YOUKALI, 13 página 40 ¿DERECHO?<br />

por <strong>las</strong> dimensiones y potencialida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los conflictos,<br />

incluidas <strong>las</strong> discrepancias <strong>de</strong> corte teórico e<br />

i<strong>de</strong>ológico. Dicho en otras palabras, la esclavitud no<br />

se abolió porque hubiera <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong>l abolicionismo,<br />

pero sin éstos, tal vez no se hubiera abolido sino<br />

que se habría mantenido o quien sabe si se habría<br />

transformado en alguna otra forma <strong>de</strong> servilismo.<br />

11.- Estrategias alternativas.<br />

Las estrategias alternativas, pasan según eso, por ser<br />

capaces <strong>de</strong> introducir formas nuevas <strong>de</strong> “circulación<br />

y distribución <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r”. Necesitan <strong>de</strong> nuevas i<strong>de</strong>as<br />

pero precisan también <strong>de</strong> formas jurídicas y no jurídicas<br />

<strong>de</strong> sancionar <strong>las</strong> acciones humanas.<br />

Sin duda esta cuestión tiene que ver con el trasfondo<br />

<strong>de</strong> la acción normativa que es una <strong>de</strong>terminada<br />

concepción <strong>de</strong> la justicia y <strong>de</strong> “lo justo”. Cuando<br />

en <strong>las</strong> luchas sociales se hace hincapié en lo justo o<br />

injusto <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminada norma o <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado<br />

comportamiento, no se hace referencia a su vali<strong>de</strong>z,<br />

tal como la hemos <strong>de</strong>finido anteriormente, sino<br />

a su relación con un conjunto i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> principios<br />

<strong>de</strong> evaluación que <strong>de</strong>nominamos justicia. Los componentes<br />

procedimentales, formales y materiales <strong>de</strong><br />

esa i<strong>de</strong>a han sido profusamente estudiados en los últimos<br />

años entre otros por Rawls 15 . No voy a entrar<br />

en tan amplia discusión. Sólo quiero señalar que si<br />

los <strong>de</strong>rechos apuntan a la pretensión <strong>de</strong> que <strong>de</strong>terminadas<br />

conductas no sean permitidas o sean castigadas,<br />

el mantenimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos p<strong>las</strong>mados legalmente<br />

o su cambio implica una alteración profunda<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones sociales <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, in<strong>de</strong>pendientemente<br />

<strong>de</strong> la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> <strong>las</strong> normas por medio<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales eso se haga. Se mi<strong>de</strong>, en último término,<br />

con la concepción dominante <strong>de</strong> justicia, es <strong>de</strong>cir<br />

<strong>de</strong> qué actuaciones se consi<strong>de</strong>ran socialmente a<strong>de</strong>cuadas,<br />

y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> qué punto <strong>de</strong> vista.<br />

En este sentido la justicia es indisociable <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia.<br />

Si obnubilados por nuestro amor por la<br />

Antigüedad clásica pensamos que la <strong>de</strong>mocracia<br />

ateniense es el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> gobierno <strong>de</strong> la ciudad, es<br />

porque no hemos prestado atención suficiente a <strong>las</strong><br />

revueltas “<strong>de</strong>mocráticas” <strong>de</strong> la plebe 16 . Si oímos<br />

esas otras voces, tendremos que convenir en que la<br />

justicia <strong>de</strong>mocrática pasa hoy por transformar en <strong>de</strong>lito<br />

acciones que atentan contra la supervivencia <strong>de</strong><br />

<strong>las</strong> comunida<strong>de</strong>s humanas – aunque en el<strong>las</strong> los sujetos<br />

estén tan aislados que casi no podamos hablar<br />

<strong>de</strong> comunidad, como en <strong>las</strong> metrópolis actuales.<br />

Aún así habría que conseguir que en<strong>de</strong>udar durante<br />

lustros una metrópoli fuese tipificado como <strong>de</strong>lito,<br />

así como <strong>de</strong>terminados productos financieros o<br />

<strong>de</strong>terminados conductas irresponsables <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res<br />

económicos que empobrecen a <strong>las</strong> poblaciones.<br />

Al tiempo cabe formular nuevos <strong>de</strong>rechos: una<br />

nueva distribución <strong>de</strong> la riqueza que responda a criterios<br />

<strong>de</strong> necesidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas y subordine a<br />

ellos el respeto por la propiedad y el trabajo, criterios<br />

jurídicos con los que proteger los bienes comunes<br />

que son el soporte necesario <strong>de</strong> la vida en comunidad,<br />

la protección <strong>de</strong>l conocimiento compartido y<br />

la salvaguardia <strong>de</strong> la más amplia movilidad <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

personas y no sólo <strong>de</strong>l capital. Formularlos como<br />

“nuevos <strong>de</strong>rechos” implica sostener que <strong>de</strong>bemos<br />

hallar también reg<strong>las</strong> jurídicas para protegerlos y<br />

hacerlos respetar consolidando con ello una nueva<br />

configuración <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones sociales 17 .<br />

Para ello necesitamos crear también formas <strong>de</strong><br />

po<strong>de</strong>r político colectivo capaces <strong>de</strong> intervenir activamente<br />

en la estructura social. Eso no significa que<br />

optemos por “juridificar” totalmente <strong>las</strong> relaciones<br />

sociales. Sin duda es interesante <strong>de</strong>sincrustar <strong>de</strong> lo<br />

jurídico <strong>de</strong>terminados ámbitos <strong>de</strong> convivencia que<br />

no precisan <strong>de</strong> aquella dominación creando en ellos<br />

relaciones <strong>de</strong> cooperación compartida e intentando<br />

formas <strong>de</strong> mediación social y <strong>de</strong> negociación para<br />

resolver los conflictos. Pero ambos movimientos <strong>de</strong><br />

algún modo tien<strong>de</strong>n a componerse: por un lado<br />

fuerzas sociales colectivas que socializan los problemas<br />

y buscan soluciones compartidas, contando para<br />

ello con la sanción legal o sin ella; por otra, esfuerzos<br />

reiterados por inscribir <strong>las</strong> nuevas relaciones en<br />

el ámbito <strong>de</strong>l Derecho, con normas que protejan y<br />

aseguren el respeto por el cumplimiento <strong>de</strong> lo acordado.<br />

En este sentido <strong>las</strong> luchas actuales lo son también<br />

con la ley y contra ella. Lo jurídico, como lo político,<br />

forma parte <strong>de</strong>l territorio <strong>de</strong> combate.<br />

15Rawls, John, Teoría <strong>de</strong> la Justicia, México, FCE, 2006 (ed. original inglesa, 1971). Entre los innumerables comentarios véase De<br />

Francisco, A. y Raventós, D., “ Por qué Rawls interesa a la izquierda”, en Vientos Sur, 67 (2003).<br />

16 Repárese por ejemplo en la recomendación que da Platón en Las leyes para que se <strong>de</strong>stierre a colonias a todos aquellos sediciosos<br />

que pululan por <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s: “a todos aquellos que, movidos por su indigencia, están siempre prestos a seguir a sus cabecil<strong>las</strong><br />

para entablar la lucha <strong>de</strong> los que no tienen nada contra los que tienen, se les trata como a un mal interno <strong>de</strong> la ciudad, y para<br />

<strong>de</strong>shacerse <strong>de</strong> ellos con una excusa honrosa se proce<strong>de</strong> a la institución <strong>de</strong> una colonia, que es la forma más benévola <strong>de</strong> <strong>de</strong>stierro”,<br />

736ª. Este sistema <strong>de</strong> “colonias” lo mantuvieron muchos países europeos hasta finales <strong>de</strong>l XIX, expulsando a muchos penados,<br />

como por ejemplo el Reino Unido, que los enviaba a Australia o Francia a <strong>las</strong> Guayanas.<br />

17 Véase el Manifiesto <strong>de</strong> los comunes. Por una nueva Carta <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos sociales. http://www.universidadnomada.net/spip.php?article367

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