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FOUCAULT, LA ILUSTRACIÓN Y LA HISTORIA:
LA EMERGENCIA DE LA SOCIEDAD CIVIL
En los cursos celebrados en el Collage de France en la economía política naciente. En la economía políti-
1978-1979 y reunidos bajo el título El Nacimiento de la ca que emerge en el siglo XVIII nadie pide a los indi-
Biopolítica, Foucault aborda la cuestión de la sociedad viduos renunciar a su interés; más bien sucede al
civil tomando como punto de apoyo el análisis de la contrario, al perseguir su interés particular los hom-
emergencia de la economía política. Se trata de penbres contribuyen al interés público. En ese sentido,
sar el reajuste que se ha producido en la razón guber- Foucault opone la dinámica del sujeto de interés a la
namental a partir de la aparición teórica del homo oe- dialéctica del sujeto de derecho: por un lado, una meconomicus
y de la figura del mercado. El cambio de la cánica egoísta, inmediatamente multiplicadora y sin
racionalidad política y la sustitución del liberalismo trascendencia alguna, donde el interés de cada cual
por el Estado policial tiene lugar hacia mediados del coincide espontánea e involuntariamente con el inte-
siglo XVIII: a partir de entonces, el espacio de soberanía rés de los otros –es la lógica del mercado. Por otro,
jurídica se puebla de sujetos económicos. Ahora bien, pa- una dialéctica de la renuncia, de la trascendencia y
rece ponerse aquí en tela de juicio el paradigma jurí- del vínculo voluntario –es la teoría jurídica del condico
del poder. Desde luego, a primera vista, el sujetrato. La aparición del modelo del Homooeconomicus
to de interés y el sujeto de derecho pueden parecer sería contemporánea, a juicio de Foucault, de tal di-
conciliables. En las teorías del contrato, el paso del essociación entre mercado y contrato. En el siglo XVIII,
tado de naturaleza al estado civil, la institución del la oposición del homo oeconomicus y del homo juridicus
Estado y del derecho se piensan como cesión intere- se pensaría entonces como una diferencia inherente a
sada de los derechos: a fin de salvaguardar ciertos in- la racionalidad política misma, una diferencia entre
tereses, los hombres se ven obligados a sacrificar racionalidad jurídica y racionalidad económica. Al
otros. El sujeto de interés adviene entonces como su- paradigma voluntarista de la soberanía se opone el
jeto de derecho al aceptar la transferencia o la cesión paradigma de las consecuencias involuntarias, opa-
que instituye al Estado. Pero Foucault opone esta lócas e incontrolables asociadas a la economía mercangica
a la lógica del sujeto de interés que se expresa en til5 por Céline Spector
101MISCELÁNEA
página
. No obstante, en ese momento, aparece una difi-
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1.- La traducción castellana para la revista Youkali. Revista Crítica de las artes y el pensamiento ha sido realizada por David J. Domínguez
González y Miguel Alhambra Delgado, y revisión de Mario Domínguez Sánchez. Asimismo, el artículo original (“Foucault, les YOUKALI,
Lumières et l’histoire: l’émergence de la société civile”) forma parte de un volumen íntegramente dedicado a la figura de Foucault y la
Ilustración en la revista francesa Les Lumières, nº 8 (Deuxième semestre), Presses Universitaires de Bordeaux, Université Michel de
Montaigne Bordeaux 3, 2006, pp. 169-191. (ISBN-13: 978-2-86781-453-2).
2.- “Introduction par Michel Foucault”, en Canguilhem, On the Normal and the Pathological, D. Reidel, Boston,1978, pp. IX-XX, en M.
Foucault, Dits et Écrits III, nº 219, Gallimard, Paris, 1994, p. 433.
3.- M. Foucault, “No al sexo rey”, Un diálogo sobre el poder, Alianza, Madrid, 1995, p. 159-160.
1885-477X
4.- M. Foucault, “L’homme est-il mort?”, DE I, Gallimard, 1994, Paris, Quarto, 2001, nº 39, p. 570.
5.- M. Foucault, Curso del 28 de marzo de 1979 enEl nacimiento de la biopolítica(a partir de ahora NBP), FCE, Buenos Aires, 2007. ISBN: 1
La razón como luz despótica2 .
El interrogante de la filosofía se refiere a ese presente que somos nosotros mismos. Por eso la filosofía es hoy enteramente política
y totalmente ‘historiadora’. Es la política inmanente a la Historia, la Historia indispensable para la política3 .
Actualmente, para nosotros, las manifestaciones de la razón analítica están todavía dispersas. Es aquí donde se nos presenta una
tentación peligrosa, el retorno puro y simple al siglo XVIII, tentación que ilustra bien el interés actual por el siglo XVIII. Pero no
puede haber tal retorno4 .