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número completo - Youkali, revista crítica de las artes y del ...

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ISBN: 1885-477X YOUKALI, 13 página 104 MISCELÁNEA<br />

pue<strong>de</strong> más que confirmar la tesis según la cual “el hecho<br />

<strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r prece<strong>de</strong> al <strong>de</strong>recho que va a instaurar, justificar,<br />

limitar o intensificar este po<strong>de</strong>r” 12 . En una palabra,<br />

no hay ruptura instituyente en el origen <strong>de</strong>l Estado y<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho: la sociedad civil rezuma ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el origen<br />

y <strong>de</strong> manera permanente un po<strong>de</strong>r que no es su<br />

condición <strong>de</strong> existencia.<br />

Y por último, esta doctrina <strong>de</strong> la sociedad civil<br />

constituye lo que Foucault <strong>de</strong>nomina, asumiendo el<br />

anacronismo, la primera aparición <strong>de</strong> una teoría <strong>de</strong>l<br />

motor <strong>de</strong> la historia. Esta conclusión <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

tres características prece<strong>de</strong>ntes: no solamente la sociedad<br />

civil es síntesis espontánea y subordinación<br />

espontánea, sino que esta síntesis y esta subordinación<br />

se producen por medio <strong>de</strong> un principio <strong>de</strong> disociación<br />

y <strong>de</strong> asociación, a saber, el interés o el egoísmo<br />

<strong>de</strong>l homo oeconomicus. Una cuestión se plantea entonces:<br />

¿pue<strong>de</strong> ser estable el equilibrio espontáneo<br />

que resulta <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> convergencia involuntaria<br />

<strong>de</strong> los intereses? ¿O tal vez no es posible abandonar<br />

el artificio y la ruptura instituyente más que al precio<br />

<strong>de</strong> la pérdida <strong>de</strong> una estabilidad que estaba ya apuntada<br />

en el mecanismo voluntarista? Para <strong>de</strong>cirlo <strong>de</strong><br />

otra manera y prolongando el análisis foucaultiano:<br />

¿po<strong>de</strong>mos eludir <strong>las</strong> causas finales y creer en el mecanismo<br />

inmanente <strong>de</strong> la mano invisible sin per<strong>de</strong>r<br />

<strong>las</strong> ventajas <strong>de</strong> la construcción artificial <strong>de</strong>l Estado y<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho, la cual es resultado <strong>de</strong> una elección <strong>de</strong>liberada<br />

y <strong>de</strong> un consentimiento asumido -aprovechar<br />

<strong>las</strong> ventajas <strong>de</strong> la espontaneidad sin per<strong>de</strong>r los<br />

beneficios <strong>de</strong> la intrusión <strong>de</strong> la voluntad en la naturaleza<br />

y la historia? Por su parte, Foucault subraya que<br />

la producción inmanente surgida <strong>de</strong>l interés y <strong>de</strong>l<br />

vínculo mercantil no pue<strong>de</strong> beneficiarse <strong>de</strong> una estabilidad<br />

análoga a la <strong>de</strong>l contrato, lo cual hace comprensible<br />

la dialéctica <strong>de</strong> la historia: el egoísmo funciona<br />

como principio <strong>de</strong> <strong>de</strong>sestabilización y pasa <strong>de</strong><br />

una forma social a otra, transformando <strong>las</strong> relaciones<br />

sociales y, con el<strong>las</strong>, <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> subordinación.<br />

Así se explica lo que conviene <strong>de</strong>nominar la “teoría<br />

<strong>de</strong> los estadios” que caracteriza la historia <strong>de</strong> la sociedad<br />

civil en Ferguson y, más generalmente, en todos<br />

los teóricos <strong>de</strong> la escuela histórica escocesa –la i<strong>de</strong>a<br />

<strong>de</strong> una historia natural <strong>de</strong> la humanidad acompasada<br />

en diferentes momentos, según el grado <strong>de</strong> civilización<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s, procediendo <strong>de</strong> los pueblos<br />

salvajes y bárbaros a los pueblos civilizados, <strong>de</strong> los<br />

pueblos cazadores y pastores a los pueblos agricultores<br />

y comerciantes 13 . Al final <strong>de</strong> este análisis<br />

Foucault menciona el célebre pasaje que <strong>de</strong>fine el or<strong>de</strong>n<br />

social como or<strong>de</strong>n espontáneo, siendo <strong>las</strong> propias<br />

instituciones el fruto <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> los hombres<br />

pero no <strong>de</strong> sus intenciones 14 , el producto histórico y<br />

acci<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong> su instinto más que <strong>de</strong> su razón o <strong>de</strong> su<br />

voluntad (su “intención” o su “plan”). Lo relevante<br />

por tanto es la lectura anti-constructivista <strong>de</strong> la historia:<br />

pues son los mecanismos o procesos mismos quienes<br />

constituyen la sociedad civil y engendran permanentemente<br />

la historia.<br />

Ahora bien, ¿por qué este análisis histórico? ¿Por<br />

qué un retorno así a la Ilustración? La respuesta sin<br />

embargo sólo aparece al final: al analizar este concepto<br />

<strong>de</strong> la sociedad civil, Foucault <strong>de</strong>scubre no sólo un<br />

pensamiento no dialéctico <strong>de</strong> la historia sino la emergencia<br />

<strong>de</strong> un actor histórico distinto <strong>de</strong>l Estado, el<br />

cual proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> un modo que no es el <strong>de</strong> la superestructura.<br />

En pocas palabras, lo que Foucault <strong>de</strong>scubre<br />

en la Ilustración escocesa es la invención <strong>de</strong> lo social,<br />

una política irreductible a lo económico y a lo jurídico.<br />

Como subraya él mismo: 1) se abre un dominio <strong>de</strong><br />

relaciones sociales que constituyen unida<strong>de</strong>s colectivas<br />

o políticas, y todo ello sin constituir no obstante<br />

vínculos económicos ni sobre todo jurídicos; 2) la historia<br />

se articula con el vínculo social: la historia no<br />

prolonga una estructura jurídica dada <strong>de</strong> antemano,<br />

tampoco es un principio <strong>de</strong> <strong>de</strong>generación respecto al<br />

estado <strong>de</strong> naturaleza. La historia <strong>de</strong> la sociedad civil<br />

es la historia <strong>de</strong> la formación gradual <strong>de</strong> nuevas relaciones<br />

sociales, <strong>de</strong> nuevas estructuras económicas y<br />

políticas. Y por último, 3) la sociedad civil permite exhibir<br />

una relación interna y compleja entre el vínculo<br />

social y la relación <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r que emana <strong>de</strong> ella. A juicio<br />

<strong>de</strong> Foucault, estos tres elementos <strong>de</strong>limitan la noción<br />

<strong>de</strong> sociedad civil <strong>de</strong> Hobbes, <strong>de</strong> Rousseau y <strong>de</strong><br />

Montesquieu. Conducen a un conjunto <strong>de</strong> cuestiones,<br />

<strong>de</strong> conceptos y <strong>de</strong> análisis, que permiten <strong>de</strong>sechar el<br />

problema teórico y jurídico <strong>de</strong> la soberanía y <strong>de</strong> la<br />

constitución originaria <strong>de</strong> la sociedad. Por eso, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la economía teórica <strong>de</strong> su obra y<br />

<strong>de</strong> la cuestión <strong>de</strong>l liberalismo, Foucault revela aquí la<br />

apuesta <strong>de</strong> su análisis –el arte político liberal como un<br />

arte que concibe el gobierno como instrumento <strong>de</strong> la<br />

sociedad civil, sometido a su racionalidad inmanente.<br />

Es obvio que siempre se planteará el problema jurídi-<br />

12.- M. Foucault, NBP, p. 346.<br />

13.- Sobre la oposición entre <strong>las</strong> teorías <strong>de</strong> la civilización <strong>de</strong> la escuela histórica escocesa y <strong>las</strong> teodiceas alemanas <strong>de</strong> la historia, véase<br />

B. Binoche, Les Trois Sources <strong>de</strong> la philosophie <strong>de</strong> l’histoire, 1764-1798, P.U.F., Paris, 1994.<br />

14.- “Los hombres, al seguir el impulso <strong>de</strong>l momento, al buscar paliar los inconvenientes que ellos mismos experimentan, o al procurarse les ventajas<br />

que se presentan a su alcance, llegan a resultados que no podían prever o incluso a imaginar. Y como el resto <strong>de</strong> animales, ellos realizan la carrera<br />

<strong>de</strong> su naturaleza sin percibir el objetivo. […] Similares a los vientos que vienen <strong>de</strong> no se sabe dón<strong>de</strong> y que soplan por todas p<strong>artes</strong>, <strong>las</strong> formas<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> socieda<strong>de</strong>s tienen un origen oscuro y lejano: se engendran antes <strong>de</strong> la fecha <strong>de</strong> la filosofía, y el instinto tuvo más que ver en ello que la<br />

razón” (A. Ferguson.: Ensayo sobre la Historia <strong>de</strong> la Sociedad Civil, Akal, Madrid, 2010, p. 289).

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